El ex vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato afronta este martes una de las comparecencias más importantes para su futuro procesal, ya que el ex gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) está citado a declarar ante el titular del Juzgado de Instrucción Número 31 de Madrid en la causa donde se investiga patrimonio personal y familiar en el extranjero. Rato deberá comparecer ante el juez, acusado de cometer presuntamente cinco delitos fiscales, un delito de corrupción entre particulares y blanqueo de capitales, y lo hará cinco días después de haber declarado ante la Guardia Civil en la comandancia de Madrid.
El pasado 22 de julio el ex ministro de Aznar se acogió a su derecho constitucional a no declarar alegando que sus abogados no habían podido analizar el informe de Hacienda, donde la Oficina Nacional contra el Fraude (ONIF) le acusa de dirigir o gestionar de forma "directa o indirecta" un complejo entramado de sociedades mercantiles donde intervino también su entorno familiar.
La situación para Rato ha empeorado de forma ostensible en las últimas semanas después de que se imputara a su secretaria y a otro presunto testaferro
No obstante, Rodrigo Rato señaló ante el instructor en aquella ocasión que él tenía "intención de colaborar con la justicia", de "declarar ante el magistrado" y de "acudir al juzgado cuantas veces sean necesarias" para el esclarecimiento de los hechos. Este martes tendrá una segunda oportunidad para hacerlo ante el magistrado después de que el pasado jueves fuese interrogado por los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
¿Imputado sin cargos?
Fuentes fiscales consultadas por Vózpopuli sostienen que la fiscal Anticorrupción Elena Lorente no tiene previsto solicitar este martes medidas cautelares para el expresidente de Bankia aunque las mismas fuentes añaden que esta postura puede cambiar tras escuchar la Fiscalía la versión que preste Rato en el juzgado.
Lo cierto es que de sus explicaciones dependerá en gran medida que el ex gerente del FMI abandone los juzgados de Plaza de Castilla (Madrid) con la imposición de alguna medida cautelar -como la retirada del pasaporte, comparecencias periódicas en el juzgado o incluso el ingreso en prisión, como ya le ocurrió el pasado mes de agosto a su presunto testaferro Alberto Portuondo Coll- o que permanezca imputado pero sin cargos, tal y como ha ocurrido hasta ahora.
La situación para Rato ha empeorado de forma ostensible en las últimas semanas después de que el juez imputara a algunas personas de su círculo más cercano como es su secretaria de toda la vida y persona de su máxima confianza, Teresa Arellano Carpintero, así como al presunto testaferro Miguel Ángel Montero, relacionado con las sociedades Kradonara 2001 SL y la británica Vivaway Limited. Ambos quedaron el pasado viernes en libertad con medidas cautelares tras pasar 48 horas detenidos en los calabozos de la Guardia Civil y prestar declaración ante el instructor. Asimismo, Serrano-Arnal embargó el pasado 24 de septiembre a Rodrigo Rato sus bienes por valor de 18 millones de euros y la pensión vitalicia del Fondo Monetario Internacional.
El magistrado Serrano-Arnal interrogará este martes a Rato después de haber planteado una cuestión de competencia negativa ante el Tribunal Supremo ya que considera que su juzgado no es el competente para instruir el denominado 'caso Rato'. Según el criterio de este juez y Anticorrupción, la competencia recaería en la Audiencia Nacional, en concreto en el Juzgado Central de Instrucción Número 4 que dirige el magistrado Fernando Andreu, al que por turno de reparto le tocó investigar la causa. Sin embargo, Andreu rechazó también ser el competente para instruir el entramado societario ligado al expresidente de Bankia.
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