La avalancha de cartas bomba de los últimos días deja un rastro en las redes. Foros de corte radical y prorrusos comparten las noticias y celebran el envío de nuevos paquetes en embajadas e infraestructuras clave; especialmente la que estalló en dependencias de la legación diplomática ucraniana en Madrid, que causó heridas leves a un trabajador: "[El embajador] aprendió los métodos terroristas", declaran los miembros de los grupos, donde también se vierten infografías con datos de cada episodio. La Policía investiga estos foros en busca de pistas que conduzcan al remitente de los envíos.
Porque la principal hipótesis que se trabaja es que el autor de todos los envíos es la misma persona -o grupo reducido-, debido a la sencillez del mecanismo y a las características de todos los paquetes con material pirotécnico. Como elemento común entre todos los envíos, además, figura la vinculación de los objetivos con la ayuda militar enviada a Ucrania para hacer frente a las tropas de Vladímir Putin.
Pedro Sánchez y Margarita Robles, destinatarios de dos de los paquetes, coordinan el envío de material humanitario y armamentístico que España cede a Kiev, de la mano con el embajador ucraniano en Madrid, Serhii Pohoreltsev -a quien se envió un tercer sobre-. También con la Embajada de Estados Unidos, nación que ha facilitado medios aéreos para transportar todo el stock.
El Centro de Satélites de la Unión Europea de Torrejón de Ardoz, donde se detectó otro paquete, aporta información clave a los aliados sobre el transcurso de la guerra. Y la empresa Instalaza, en Zaragoza, fabrica los lanzagranadas C90 que España entregó a Ucrania en los primeros compases de la invasión.
Dos tipos de foros
Los investigadores trabajan con varias hipótesis, pero, a partir de ese nexo común entre todos los casos, la información obtenida en foros prorrusos adquiere una relevancia significativa. Según ha podido comprobar Vozpópuli, en chats en los que se ensalza la ofensiva militar de Putin sobre Ucrania también se han compartido noticias relacionadas con el envío de paquetes bomba a diversos puntos de España.
En este contexto, cabe distinguir entre dos tipos de foros: los que se gestionan desde el extranjero, donde predomina el uso del ruso y en los que la mayoría de miembros están radicados fuera de nuestro país; y los que están escritos principalmente en castellano, donde confluyen mensajes a favor del Kremlin junto a otras proclamas de extrema izquierda; principalmente, de corte anarquista.
Los investigadores centran sus esfuerzos en estos últimos, escritos en castellano, al considerar como hecho más probable que los paquetes se enviaron desde territorio nacional. Y que los autores de los envíos pueden participar en foros en castellano para estar al tanto del impacto informativo que tienen sus acciones.
Grupos de Telegram
Telegram es otra de las plataformas que están analizando los agentes de Información. En esta aplicación proliferan los grupos prorrusos y muchos de los mensajes están cifrados o cuentan con un doble sentido. Para acceder a ellos es necesaria invitación, previa pero los policías están camuflados bajo identidades faltas.
Los agentes encargados de esta área no encontraron mensajes propios de amenazas de bomba en fechas anteriores a los incidentes. La monitorización de estos grupos es constante y diaria. No hubo avisos ni advertencias previas, según fuentes policiales.
En estas redes se difundieron mensajes como que Rusia no tenía "nada que ver" con la masacre de Bucha o que Vladímir Putin está "realizando una operación humanitaria sin precedentes en Mariúpol". Estos grupos fueron usados al comienzo de la guerra como 'lista de alistamiento' para los que quisieran combatir en la contienda.
Batallón Vostok
Los grupos que están ya totalmente fuera de estas investigaciones son los integrantes del denominado Batallón Vostok. Estos militares españoles se desplazaron al Donbas en 2014 para combatir del lado ruso en la invasión de este territorio ucraniano.
Algunos de estos hombres fueron detenidos durante la 'Operación Danko' por su radicalidad. Muchos de ellos han abandonado esta línea y el resto no han participado en este envío de cartas bomba.
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