La Fundación Turística y Cultural de las Islas Baleares (Fundatur) recuperarán el yate que en el año 2000 donó al Rey después de que el monarca solicitara a Patrimonio la desafección del barco como bien de dicho organismo. Así lo asegura El País, que sostiene que la embarcación volverá a manos de los empresarios de Baleares, que en su día quisieron reconocer con el regalo del Fortuna la labor de promoción que la Casa Real hacía de las islas.
Será en el Consejo de Ministros de este viernes cuando el Gobierno decida si acepta la oferta de Fundatur de recomprar el Fortuna. Según la agencia Europa Press, que cita fuentes de Patrimonio Nacional, "no hay ninguna novedad" respecto al futuro de la embarcación y la decisión se encuentra aún pendiente de ser resuelta por el Consejo de Ministros, que debe estudiar el expediente elaborado por el Ministerio de la Presidencia.
La dirección de Fundatur se ha reunido este jueves y ha decidido enviar al Ejecutivo una oferta de recompra del yate para que el barco siga navegando en aguas de Baleares. Después de que Don Juan Carlos renunciara al uso del Fortuna, se barajaban tres posibilidades. La primera, sacarlo a subasta; la segunda, que pasara a manos del Ministerio de Defensa, y la tercera, devolverlo a la Fundación, que en su día lo donó al monarca.
El Rey recibió el Fortuna como regalo de un grupo de empresarios mallorquines en el año 2000, para sustituir al anterior Fortuna que Don Juan Carlos había recibido también como obsequio del Rey de Arabia Saudí a finales de los años 70. Hubo un primer 'Fortuna', con el que el entonces Príncipe de España compitió en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972 y que acabó siendo donado al Museo Olímpico de Barcelona.
En 2012 el Rey sólo navegó con el Fortuna un solo día, el 13 de agosto. Ese día, el monarca almorzó en alta mar con la tripulacion del barco, que permaneció unas ocho horas navegando. Los técnicos de mantenimiento habían aconsejado mover el yate, que llevaba ya mucho tiempo sin salir de puerto, y el monarca decidió acompañar a la tripulación, según informó entonces Zarzuela.
Desde que se decidió recortar gastos, la Familia Real salía a navegar con el Fortuna de forma excepcional, ya que llenar el depósito del yate cuesta 25.000 euros. En su lugar utilizaban la lancha Somni, propiedad del armador Josep Cusi, que éste pone a disposición del Rey todos los veranos.
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