La fragata española Cristóbal Colón se instruye junto a otros medios navales de la OTAN en un ejercicio en el que se ensaya la respuesta común de la Alianza en caso de una agresión externa, en aplicación del artículo 5 del tratado Atlántico Norte. Las maniobras tienen lugar en el Mediterráneo, en un momento marcado por la amenaza nuclear alimentada por Rusia en la guerra de Ucrania y en la escalada militar que se vive en las fronteras de los países del este de Europa con la nación dirigida por Vladimir Putin.
El ejercicio Mare Aperto 22-2 comenzó el pasado 3 de octubre y está previsto que se prolongue hasta el próximo día 27. Los medios navales desplegados forman parte de la misión SNMG2 de la OTAN en el Mediterráneo, Mar Negro y Báltico, dedicada a la vigilancia y seguridad en la región, que ha adquirido una especial relevancia desde que Rusia lanzase sus tropas contra Ucrania.
La fragata Cristóbal Colón se une, entre otros, al destructor de misiles guiados USS Forrest Sherman, de Estados Unidos, y al buque insignia de la Armada italiana, ITS Cavour, para poner a prueba sus capacidades. “Los países de la Alianza Atlántica se adiestrarán en un escenario en el que se pondrán en práctica la activación del Artículo 5 de la OTAN”, detalla el Estado Mayor de la Defensa (EMAD), en referencia al acuerdo de defensa colectiva de todos los aliados en caso de registrarse una agresión contra uno de ellos.
Las maniobras también sirven para potenciar la “disuasión” de la OTAN en un escenario de primer nivel estratégico, toda vez que el Mar Negro es empleado con frecuencia por los buques de guerra rusos en el transcurso de la guerra contra Ucrania. Con la misión SNMG2, la Alianza -incluida España- dispone de medios navales de reacción rápida ante cualquier situación de crisis.
¿Y cómo se ensaya la activación del Artículo 5 de la OTAN? “El ejercicio se desarrollará a través de eventos serializados y de juego libre con comandantes en el mar con la máxima libertad de autoridad para la toma de decisiones -afirma la Alianza Atlántica-. Los eventos de capacitación se enfocarán en el desarrollo de las principales actividades de guerra marítima y operaciones anfibias con el apoyo de asesores políticos, legales y expertos en información pública”.
El EMAD recuerda que la fragata española Cristóbal Colón, con una dotación compuesta por 226 efectivos, cuenta con un sistema de combate AEGIS y un avanzado radar multifunción. Su armamento está compuesto por misiles, artillería y torpedos, y cuenta con un helicóptero Seahawk y una unidad de Infantería de Marina a bordo.
Disuasión OTAN ante Rusia
Pocas veces la palabra “disuasión” empleada por la OTAN había adquirido tanta relevancia. Tras la invasión de Ucrania y la consiguiente anexión de territorios ocupados -mediante referendos cuestionados por la comunidad internacional-, Rusia amenaza con responder cualquier ataque mediante el uso de cualquier fuerza a su disposición, dejando abierta la posibilidad de recurrir a su fuerza nuclear.
En las últimas semanas se ha disparado el nivel de alerta en la OTAN, después de detectar movimientos en el submarino ruso nuclear Belgorod, según una información que publicó La Repubblica. Además, como contó Vozpópuli, se filtraron imágenes en movimiento de un tren militar ruso asociado a una división que gestiona armamento nuclear, y que supuestamente partiría rumbo a la frontera con Ucrania. Algunos expertos especularon con la posibilidad de que se dirigiera precisamente a las inmediaciones del Mar Negro, donde la Alianza Atlántica dispone de medios navales, si bien los expertos pusieron en entredicho que efectivamente transportase este tipo de material.
Por su parte, países europeos cuyas fronteras físicas lindan con Rusia alertan de posibles escaladas de tensión. Es el caso de Letonia, que ha activado el estado de emergencia “preventivo” en la divisoria ante una posible llegada masiva de ciudadanos rusos con motivo de la movilización obligatoria decretada por Vladimir Putin.
Los expertos coinciden en que los próximos meses están marcados por la incertidumbre en la guerra de Ucrania, toda vez que Rusia necesita contrarrestar los duros golpes que las tropas de Volodímir Zelenski han ocasionado en el este del país. Un cóctel de inestabilidades para los que la OTAN se prepara con el fortalecimiento de sus capacidades de disuasión; incluida la realización de maniobras en el Mediterráneo ante un hipotético ataque directo a uno de sus aliados.
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