Una consulta independentista en Cataluña, en caso de salir a favor de la independencia, no supondría una secesión automática, sino que abriría un proceso negociador con el Estado que podría incluir un referéndum en todo el país. Así lo ha asegurado el portavoz de la Generalitat de Catalunya, Francesc Homs: "¿Está usted de acuerdo en conocer con precisión lo que opina el pueblo de Cataluña para luego gestionarlo? Yo entiendo que al Gobierno le de pereza, pero después vendría una negociación, y posiblemente luego tendría que votar todo el mundo".
En una entrevista en la Cadena Cope, el segundo del president Artur Mas ha rechazado que el reto independentista catalán sea ahora mismo el principal problema de España, que son "el paro y la crisis económica". Y ha asegurado que el Parlament seguirá con su proceso de crear una ley de consultas para poder hacer un referéndum: "Hemos aprobado en el Parlament la voluntad de hacer esta consulta admitiendo que no genera una situación jurídica nueva sino un proceso de negociación. Esto no es tan descabellado". Y ha citado el artículo 122 "de una norma española, que es el Estatuto de Cataluña, y dice que la Generalitat tiene competencia exclusiva para organizar consultas". Desde otras esferas como la fundación FAES, presidida por el expresidente José María Aznar, se opina sin embargo que decidir sobre la organización territorial del Estado excede de las competencias exclusivas de la Generalitat, algo que también se le ha hecho notar en la entrevista.
Montoro fabrica independentistas
El político nacido en Vic (Barcelona) ha reiterado la idea de que desde Madrid se fabrican más independentistas que desde Barcelona: "Toda la gente que no era independentista y lo es ahora se ha decantado por las decisiones del señor Cristóbal Montoro", ministro de Hacienda y Administraciones Públicas cuyas dudas sobre la publicación de balanzas fiscales han soliviantado a los empresarios y parte de la opinión pública catalana en los últimos días.
Uno de los principales argumentos para convencer al pueblo catalán de que la independencia no es buena no es sentimental sino pragmático: con ella se saldría de la UE y del euro. Pero Homs, repitiendo los argumentos que Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y el propio Govern han fijado, no lo ve así: "Desde el tratado de Lisboa no solo cuentan estados sino ciudadanos. En Cataluña hay 7,5 millones de ciudadanos europeos que no pueden ser expulsados. No es cierto que vayamos a salir de la Unión Europea y del euro".
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