Las fuerzas del orden francesas han detenido a 26 presuntos pirómanos desde el comienzo de este verano y seis de ellos han sido encarcelados, indicó este miércoles el ministro de Interior, Gérald Darmanin. En un desplazamiento al departamento de Jura para agradecer el esfuerzo de los bomberos, Darmanin recordó ante los medios que nueve de cada diez incendios tienen origen humano y que algunos de ellos están provocados voluntariamente.
"Son actos criminales que están penados con más de diez años de prisión", y en caso de que como consecuencia del fuego muera alguna persona las condenas pueden llegar a 30 años, recordó el ministro, quien precisó que este verano los tribunales han dictado cuatro condenas. Este año no ha habido ningún muerto en los incendios forestales, pero 60 bomberos han resultado heridos.
Francia, como otros países europeos, está sufriendo una oleada de incendios que hasta el 13 de agosto ya habían calcinado 61.473 hectáreas, lo que supone ocho veces más que la media anual en el periodo 2006-2021. Solo en el municipio de Landiras, en el departamento de Gironde con capital en Burdeos (suroeste), dos incendios en julio y en agosto han arrasado 21.400 hectáreas de bosque de pinos, es decir, más de un tercio del total calcinado este verano en el país.
Las razones de estas cifras récord están, en primer lugar, en las temperaturas elevadas desde el mes de junio y en la sequía: julio de 2022 fue el más seco en Francia desde el comienzo de registros nacionales en 1959. Además, según Météo France no había un mes con menos precipitaciones (9,7 litros de media nacional) desde marzo de 1961.
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