Francia ha decidido trasladar al exjefe de ETA Garikoitz Aspiazu, Txeroki, condenado a cientos de años de prisión por distintos atentados, al penal de Martutene, en San Sebastián, donde continuará cumpliendo las penas impuestas por la justicia gala.
Según ha informado la asociación de familiares de presos de ETA Etxerat, el preso bilbaíno ha sido entregado este jueves en la frontera de Irun a las autoridades españolas, que lo han trasladado a la prisión de Martutene.
Las citadas fuentes penitenciarias han indicado que el traslado se ha efectuado en virtud de una solicitud de Francia, aprobada en marzo por la Audiencia Nacional, en aplicación de la ley 23/2014 de Reconocimiento Mutuo de Resoluciones Penales de la Unión Europea.
32 terceros grados en lo que va de año
Esta decisión de acercar a Txeroki a España, puede ser un paso más para la libertad de uno de los dirigentes de la banda terrorista más sanguinarios. Coincide además, con el balance recientemente conocido del último año, en el que se ha sabido que, en lo que llevamos de 2024, el Gobierno vasco ha concedido un total de 32 terceros grados.
Un dato llamativo, ya que, durante la primera legislatura de Sánchez, cuando estas cuesitones estaban en manos del ministrio del Interior, solo se concedieron un total de 27.
Actualmente hay 148 presos de la banda terrorista encarcelados. De estos 42 están en prisiones del País Vasco y Navarra, y 5 en Francia.
Cientos de años de prisión
Garikoitz Aspiazu Rubina (Bilbao, 1973), quien fue considerado jefe de ETA hasta su detención en 2008, fue condenado en 2011 a 377 años de prisión por la Audiencia Nacional, mientras que en Francia cumplía varias penas que suman más de 30 años.
Esta primera condena, de 377 años, le fue impuesta por el intento de asesinato de la exteniente de alcalde de Portugalete (Bizkaia) Esther Cabezudo, en febrero de 2022. La sala le condenó por 20 delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa y otro de estragos.
En 2015 fue condenado por la Audiencia Nacional a nueve años de prisión por ordenar un atentado con coche bomba perpetrado el 26 de agosto de 2007 en Oropesa (Castellón), que causó daños materiales.
Además, en julio de 2018 volvió a ser condenado en España a 18 años de prisión por intentar matar con un paquete bomba en enero de 2002 a la delegada de Antena 3 en el País Vasco María Luisa Guerrero.
Aunque se le relacionó con el asesinato del juez José María Lidón, en noviembre de 2001 en Getxo (Bizkaia), Txeroki fue absuelto por falta de pruebas.
También se le vincula con el atentado de la T4 en Madrid en diciembre de 2006, en el que murieron dos ciudadanos, motivo por el que las fuerzas de seguridad lo consideraron uno de los responsables de la ruptura del proceso de conversaciones que mantuvo con ETA el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, con el socialista vasco Jesús Eguiguren como emisario.
Azpiazu cumple condenas que suman más de 30 años de prisión en Francia, la primera de ellas, de 20 años, impuesta en 2013. Desde entonces ha sido entregado en numerosas ocasiones a España para los diferentes juicios pendientes en la Audiencia Nacional.
De hecho, en junio del pasado año, el Tribunal de Apelación de París dio el visto bueno a cuatro euroórdenes solicitadas por España, que se sumaron a otras tres pedidas con anterioridad y también aprobadas.
A partir de ahora, el exdirigente etarra podrá ser juzgado en España de los delitos pendientes sin necesidad de ser trasladado, porque se ha acordado que cumpla los años de prisión que le quedan por las condenas de Francia en la prisión de Martutene.
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