España

Ayuntamientos del PP adjudicaron más de 10 M. a una firma que cubre actos del partido

Ayuntamientos de Madrid del PP han pagado millones a una firma, Waiter Music, que hacía actos de campaña del propio partido, y que también recibió encargos de contratistas. Esta situación evoca  el modelo usado en Gürtel para financiación ilegal.

Ayuntamientos de Madrid gobernados por el PP han pagado en los últimos años millones -llegó a facturar casi seis millones al año- a Waiter Music, una firma especializada en festejos locales, pero que también hacía actos de partido, según han confirmado fuentes de la empresa. Sólo el Ayuntamiento de Valdemoro entre 2005 y 2013, bajo gobierno del sucesor de Francisco Granados, abonó 8,1 millones a Waiter Music.

Paradójicamente, la policía sólo ha hallado dos expedientes adjudicados a dicha firma por dicho municipio, que apenas suman 240.000 euros. Esta firma ha sido objeto de una denuncia anónima por estos mismos hechos, incorporada al sumario de la operación Púnica, y fue investigada policialmente.

Pero aunque la policía alcanzara a documentar y justificar el 100% de lo facturado por dicha firma al Ayuntamiento de Valdemoro bajo el mandato del popular José Miguel Moreno la cifra sigue siendo explosiva y dudosa para una empresa que aparentemente sólo se dedica a cubrir fiestas patronales.

El escenario es un calco del sistema Gürtel: empresas que realizan actos de campaña para el PP reciben contrataciones públicas, además de pagos de pagos de empresarios 

Si a esto se suma que una de las firmas del empresario David Marjaliza implicada en un asunto de facturas falsas y con intereses en dicho municipio también abonó facturas a Waiter Music, el escenario semeja un calco del sistema de Gürtel: empresas que realizan actos de campaña para el PP reciben a cambio adjudicaciones públicas con signos de alta generosidad y otra parte la reciben de empresarios privados con vínculos con las administraciones públicas que contratan a las mismas firmas.

En el caso de Gürtel se trataba de una vía opaca como alternativa a las donaciones al PP. En este caso queda pendiente que Marjaliza o Waiter Muisc expliquen la génesis de su relación. Los ayuntamientos, por su parte, hasta el momento no se han visto en la tesitura de explicar el monto real de su facturación a Waiter Music porque su magnitud hasta ahora se desconocía.

Ya hay indicios de contratos municipales forzados, como en Gürtel. Por tanto, la operación Púnica, por la que se hallan presos Granados y Marjaliza, puede ser Gürtel 2 para algunos gestores municipales. 

La senda de la presunta financiación ilegal del PP, o de otros partidos, por ahora no ha sido focalizada por la fiscal del caso Púnica, Carmen García Cerdá, más interesada en buscar la presunta corrupción personal de exdirigentes del PP como Francisco Granados, o de miembros del Gobierno regional madrileño por presuntas irregularidades al contratar.

Sin embargo, es una constatación histórica en España que en toda trama donde se mezclan turbideces de políticos y empresarios la explicación final no suele ser sólo el trasiego de comisiones, sino los aportes para campañas. Desde Filesa a Gürtel los mismos personajes políticos que se enriquecieron personalmente sin causa justificada fueron leales fontaneros que nutrieron las campañas de los partidos que luego los declararon apestados.

En el caso Púnica hay dos sospechas que sobrevuelan el sumario. Una es si Granados se enriqueció ilícitamente. Granados, obviamente, lo niega

En el sumario de la operación Púnica hay dos sospechas: una es si Granados se enriqueció ilícitamente. Granados, obviamente, lo niega. Pero hay una sospecha que está en manos de Granados aventarla o enterrarla: cuáles han sido las otras vías por las que el PP en Madrid se ha financiado en los años en que él fue secretario general, entre 2004 y 2011.

Todo militante del PP que sabe cómo se movían los dineros del partido en Madrid conoce, igualmente, que nada ocurría sin que lo supiera y autorizara el entonces todopoderoso Granados, el hombre que mejor conocía la red territorial del partido en la Comunidad, pueblo a pueblo.

Valdemoro y el inicio del despliegue de pagos a Waiter Music

Curiosamente, el despliegue de pagos a Waiter Music se produjo en Valdemoro justo cuando Granados  ya no era alcalde, pero cuando sí era secretario general del PP en Madrid, es decir, cuando tenía que formular cómo realizar las campañas con desahogo, sin necesidad de acudir a Génova 13, donde la lideresa Esperanza Aguirre, su jefa, contaba entonces con dos enemigos cualificados, Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas, los amos de las arcas del partido.

Y  no estaban dispuestos a ser generosos con las campañas de la rival de Rajoy. De hecho, cuando la trama Gürtel fue echada de Génova 13 por sospechas de corruptelas, la red de Correa anidó en las consejerías del Gobierno de Aguirre bajo la coordinación del exconsejero Alberto López-Viejo, que,como Granados, por el momento también calla esperando tiempos mejores.

Si López-Viejo se tenía que preocupar de regar a los contratistas de Gürtel que hacían los actos de Aguirre, a Granados le quedaban los actos locales del PP

El choque era tan manifiesto que el tándem Lapuerta-Bárcenas alertó a Aguirre de un presunto pelotazo urbanístico de Ignacio González en Arganda con Correa. El aviso se dio ante las barbas de Rajoy. La lideresa no les creyó o, al menos, no lo consideró probado. 

Pero si López-Viejo se tenía que preocupar de regar a los contratistas de Gürtel que hacían los actos de propaganda del Gobierno de Aguirre, a Granados le quedaba el campo madrileño, los actos locales del PP. Y ahí se aplicó con dedicación. ¿Con 1,6 millones al año cuántos eventos paga un ayuntamiento como Valdemoro? La paradoja es que fuentes de Waiter afirman que Valdemoro no era de lejos su mejor ayuntamiento. ¿Si Valdemoro con 8 millones no era su mejor Ayuntamiento, cuál fue y cuánto le pagó?

La explicación fácil, que se  indagó inicialmente a partir de un anónimo , fue que Waiter Music era una firma oculta de Granados. Esto ha sido descartado policialmente, aparte del hecho de que el propio Granados les ha pagado alguna cifra ridícula en 2004. Cabría pensar que era para desgravar, pero se le supone inteligencia para haber usado entonces una cifra mayor o no haber puesto al fisco sobre su empresa tapadera. La policía enterró tal sospecha: "No se ha observado vinculación alguna entre estas sociedades y el señor Francisco Granados".

Forzar la adjudicación hasta la ilegalidad

Si la larga mano de Granados sobre Valdemoro no se movió para favorecer a dicha firma por interés propio, ¿por qué su exmunicipio se empeñó en enriquecerla? Se empeñó hasta el punto de que el sucesor de Granados, José Miguel Moreno, ha sido imputado por presunta contratación irregular de Waiter Music para la Cabalgata de Reyes de 2008. Concurrieron tres empresas, las tres del dueño de Waiter. Luego se falseó la adjudicación, dada a dedo.

Sólo queda una explicación que cuadra todo y la da la propia firma: "Nosotros somos una firma de eventos. Vamos donde nos encargan y nos da igual quién nos lo paga. Hacemos actos en los pueblos y hacemos actos del PP, porque a las fiestas de cada pueblo van los alcaldes vecinos del PP que luego nos encargan actos. Es verdad que algunas empresas de Marjaliza nos han contratado pero no recordamos para qué. Pero nuestra actividad ha sido real y legal".

Tan real que, por ejemplo, en 2008 Waiter Music facturó 4,1 millones y  5,7 millones un año antes, en 2007. Las santos patronos de los pueblos de Madrid realmente han hecho milagros, al menos con esta firma. Y esta facturación se logró con sólo cuatro empleados en 2008 y dos en 2007. En una década, la cifra podría ser escalofriante.

La denuncia anónima apuntaba la finalidad última de Waiter Music: "Dicha empresa se dedica a la organización de festejos y servicios  municipales en toda la Comunidad de Madrid, normalmente todos los pueblos donde gobierna el PP. Dicha empresa organiza las fiestas patronales de la mayoría de los grandes municipios de Madrid por decreto, y es que Francisco Granados se dedica a llamar a los alcaldes para asesorar y ya de paso llevar a cabo unos unos contratos muy sobreelevados en donde una cantidad sobrante vuelve al partido."  

Y para ocultar tal trato de favor, según el denunciante, en el año pasado (2012), comenzó  a "firmar los contratos a nombre de otras empresas para tapar dicha práctica, que, por cierto, estas empresas suelen ser proveedores suyos".

A los abonos municipales a Waiter Music hay que sumar los de Marjaliza, que controla decenas de firmas. Esto hace endiablado seguir los pagos a Waiter (más sus filiales y proveedores). Pero alguno aflora en 2006 en alguna de sus empresas, incluso con algún ingreso de una filial de Waiter. Unos pagos que no necesariamente pueden conducir sólo a actos del PP. Marjaliza y Granados tienen la palabra.

"¿Cómo distingues lo que es campaña electoral de lo que no cuando casi cada año tienes una elección? Nosotros nos limitamos a llevar el escenario... no nos preguntamos qué tipo de acto es ni quién lo paga"

Pero sus nexos con Waiter Music, por el momento, lo apuntan varios hechos: esta firma cobró al citado empresario, con intereses en municipios implicados en Púnica, y de Ayuntamientos del PP salpicados por dicha operación, e hicieron actos de campaña del PP cuando Granados era secretario general del partido en Madrid.

Por no hablar de lo que con gracejo explica uno de sus integrantes: "¿Cómo distingues en España lo que es campaña electoral de lo que no es campaña electoral cuando casi cada año tienes una elección? Nosotros nos limitamos a llevar el escenario, el sonido... no nos preguntamos qué tipo de acto es ni por qué lo paga quien lo paga".

Con mayor incidencia donde gobernaba el PP

"La policía sólo  localizó, en total, 1,6 millones en adjudicaciones de pueblos madrileños a Waiter Music tras buscar en "fuentes abiertas", es decir, en internet. "Con los datos de los que se dispone no es posible constatar si estas adjudicaciones se han ajustado a la realidad o si su valoración ha sido la adecuada". Es, decir, la policía admite que ha hecho una investigación superficial sobre tales contratos de Waiter Music y su presunto trasfondo: si hubo trato de favor y financiación oculta del PP. No en vano, el informe policial sumaba 1,6 millones en contratos municipales cuando sólo Valdemoro supera los ocho millones.

La policía, sin embargo, deja sentada una de las claves del éxito de la empresa: "La empresa se dedicaba a la organización de festejos y servicios municipales en toda la Comunidad de Madrid con mayor incidencia en aquellas poblaciones donde gobernaba el Partido Popular".

La red de Waiter Music tiene como empresas vinculadas Waiter Music Record, Villa Tango, Saranais, Circulo de Ocio y Estochi. Entre sus clientes la firma cita los ayuntamientos de Alcalá de Henares, Alcorcón, Coslada, Getafe, Móstoles, San Sebastián de los Reyes o Valdemoro.

Los expedientes localizados por la policía distan de explicar su emporio:

2011: 187.000 euros en Aranjuez y 190.000 euros en Alcorcón en 2011.

2012:  200.000 euros en Alcorcón; 233..000 en Aranjuez; 425.000 en Alcalá de Henares.

2013: 240.000 euros en Valdemoro, 113.000 en Getafe; 74.000 en Coslada.

Lo llamativo es que la mayoría de tales pagos se refieren a fiestas patronales. La pregunta es obvia: Si con 120.000 euros se cubre una fiesta patronal, ¿de ahí a 1,6 millones al año en Valdemoro qué se está pagando por más que este municipio celebre fiestas patronales dos veces al año?

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