Manuel Murillo, el francotirador acusado de intentar planear un asesinato contra Pedro Sánchez, se ha desvinculado en la Audiencia Nacional de todos los mensajes de Whatsapp por los que afronta 18 años y medio de prisión. El acusado ha dicho que son todo "animaladas" y que no es ningún francotirador ni ningún mercenario. "Me sentí un héroe, como Rambo", ha dicho en su interrogatorio ante el tribunal de la Audiencia Nacional que le juzga por delito de de homicidio en grado de proposición y tenencia de armas.
"Son disparates porque no he sido militar ni francotirador ni mercenario. Esto era porque estaba bebido", ha dicho Murillo a preguntas del fiscal de la Audiencia Nacional José Perals. El representante del Ministerio Público le ha reproducido algunos de los mensajes que intercambió en el grupo de Whatsapp Terrasa Por España tales como: "Al Sánchez hay que ir a cazarlo como un cuerno (ciervo) y poner la cabeza en la chimenea" o "Nos hemos de mojar y actuar. Mi mayor ilusión es meter al traidor de Sánchez debajo de la lápida de Franco", escribió.
El fiscal expuso en su escrito de acusación que a partir de agosto de 2018 el acusado fue fraguando un "discurso de rechazo" hacia la figura de Pedro Sánchez hasta el punto de mostrar su deseo de terminar con su vida. Hoy, Murillo se ha retractado de todas estas manifestaciones escudándose en el alcohol. A respecto ha explicado que trabajaba en una empresa de seguridad, casi siempre por las noches, y que eso le provocó un problema con el alcohol. "Ya cogí la costumbre de beberme toda la botella de vino como si fuera un tercio de cerveza", ha dicho.
Armas en el domicilio
A preguntas de su defensa letrada ha precisado que estaba atravesando un momento muy malo, que "andaba muy justo de dinero" y que apenas llegaba a final de mes. Con todo, ha insistido en que se sentía "inspirado cuando bebía" pero al ver todo lo que escribió entonces se da cuenta de que son cosas que no dice una persona normal. "Contra todos no puedo ir", ha asegurado en referencia a los mensajes en los que también hizo alusión a yihadistas y al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.
Los agentes que procedieron a su detención el 19 de septiembre de 2018 han confirmado que encontraron armamento en su domicilio y que lo requisaron. En concreto, hallaron una pistola neumática marca Pardini, una pistola carabina marca Chiapa, un puñal de 57,2 mm de largo, un punzón de plástico y útiles diversos para la práctica de tiro. "Encontramos más armas de las que esperábamos. Las tenía debajo de la cama, en las estanterías, había artefactos que había hecho él y no existía ningún tipo de seguridad para guardar este tipo de armas", ha indicado.
Munición en casa
El agente ha relatado que no había ningún tipo de seguridad para guardar este tipo de armas y que, tras incautarlas, pidieron una pericial a los compañeros de balística. Mientras tanto, las conservaron en el despacho del jefe de la Unidad Policial por ser el único que tenía llave. Del mismo modo también pidieron al juez instructor que les autorizara a estudiar el contenido del teléfono móvil incautado ante la sospecha de que lo que se iban a encontrar. "En el teléfono había muchísima información. En concreto, hay 10 conversaciones a las que hacemos referencia en el atestado", dice.
Preguntado sobre la tenencia de armas, el presunto francotirador se ha excusado asegurando que tenía una pistola de aire comprimido que era de balines y que iba a un club de tiro. Preguntado por el fiscal si tenía munición en su casa ha respondido que sí porque el mes de agosto se lo pasó "entero" haciendo balas. "Tenía cajas para cuando viniera septiembre para gastar la munición. Yo lo hacía por entretenimiento", ha respondido.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación