El ex presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, tiene un panorama judicial oscuro. Este lunes se conocía que la Fiscalía Anticorrupción reclama para él cuatro años de cárcel por un delito continuado de administración desleal en el caso de los sobresueldos concedidos en Caja Madrid entre los años 2007 y 2010 por valor de 8,5 millones de euros.
Sin embargo, esta petición de pena se suma a la que ya hizo el Ministerio Público en el juicio de las tarjetas black. En su turno de conclusiones definitivas, el fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón solicitó seis años de prisión para Blesa por un delito de apropiación indebida por el uso de los plásticos opacos.
Además, el ex banquero está siendo investigado actualmente por un delito de estafa en la pieza separada donde se investigan las preferentes que concedió Caja Madrid. El delito de estafa que se le atribuye a Miguel Blesa en esta causa está penado con hasta seis años de prisión. Así las cosas, el que fuera cabeza visible de la entidad madrileña se enfrenta en las distintas causas judiciales hasta 16 años de cárcel como autor de tres delitos distintos: administración desleal, apropiación indebida y estafa.
En el caso de los sobresueldos de Caja Madrid, el fiscal Anticorrupción Conrado Saiz explicó en su escrito de calificación que Blesa y el que fuera su mano derecha, el director financiero de la extinta Caja Madrid Ildefonso Sánchez Barcoj ostentaban la máxima responsabilidad en materia de retribuciones e indemnizaciones en la estructura organizativa de Caja Madrid y ambos acusados incumpliendo las funciones de administración, gestión y dirección conferidas, realizaron actos que provocaron un perjuicio patrimonial a Caja Madrid y un beneficio para sí y para los demás miembros del Comité de Dirección o Alta Dirección de la entidad".
Recurre la imputación de los sobresueldos
Según informan fuentes jurídicas a Vozpópuli, la defensa de Miguel Blesa ha recurrido el auto del titular del Juzgado de Instrucción Número 45 de Plaza de Castilla (Madrid) donde lo proponía juzgar por un delito de administración desleal continuado; el equivalente a un auto de procesamiento. De momento, la Audiencia Provincial de Madrid no ha resuelto dicho recurso, según explican las mismas fuentes, siendo ésta la única posibilidad que tiene el ex presidente de Caja Madrid de librarse del banquillo de los acusados por los sobresueldos otorgados cuando estuvo al frente de la entidad.
Por otro lado, Blesa se enfrenta a seis años de cárcel en el caso de las tarjetas black, "un sistema retributivo que carecía de todo amparo legal", en palabras del fiscal Luzón. Anticorrupción considera al ex banquero como el "perfeccionador" del sistema opaco con el que los ex directivos de Caja Madrid y Bankia pagaron todo tipo de gastos personales -viajes, lencería, hoteles, libros, etc- a las cuentas de la entidad. La Fiscalía sostuvo en sus conclusiones definitivas del juicio que los titulares de estos plásticos las usaron "dentro de la sensación de impunidad que había en España, pero no de legalidad".
Por último, el ex presidente de Caja Madrid se encuentra imputado en la Audiencia Nacional desde el año 2014 en la pieza separada donde se investiga las preferentes de Caja Madrid. En dicha pieza, el ex banquero se encuentra investigado por un delito de estafa. Aunque las distintas fuentes jurídicas consultadas explican que dicha instrucción está "prácticamente paralizada" el tipo delictivo que se le atribuye a Miguel Blesa por estos hechos está tipificado en el Código Penal con hasta seis años de prisión.
Se libró de las hipotecas del 'boom'
En contraposición, de la causa que se ha librado el ex presidente de Caja Madrid fue por las hipotecas sobrevaloradas concedidas por dicha entidad. El pasado mes de marzo el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 5 de la Audiencia Nacional, el magistrado José de la Mata, abrió una investigación contra Blesa, el ex director general Ildefonso Sánchez Barcoj, al ex gerente de riesgos, Ramón Martínez Vilchez y el ex director general de Tasaciones Madrid, Ignacio de Navascues por la concesión sistemática de hipotecas infladasdas en Caja Madrid entre 2003 y 2009, coincidiendo con el 'boom' inmobiliario.
El instructor admitía así a trámite la querella interpuesta por dos socios de la caja de ahorros, Santiago Barroso Gamella e Isabel Menéndez, que pleitearon para que se investigasen las hipotecas dadas en la época en que Miguel Blesa presidió la entidad.
Sin embargo, cuatro meses después de que De la Mata abriese dicha investigación, la Sala de lo Penal revocó la decisión del instructor y archivó el caso explicando que no se podía culpar a la entidad de las hipotecas infladas. Acababa así una de las preocupaciones judiciales de Blesa. Continúan las otras tres.
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