España

Funcionarios de la Agencia Tributaria en Cataluña piden su traslado para huir del cupo: "Todos se quieren ir"

Los 4.000 funcionarios de la AEAT en Cataluña se enfrentan a su traspaso a una agencia catalana independiente, laboratorio de pruebas de la cesión de estructuras de Estado

María Jesús Montero y Pere Aragonès en 2019.

"Todos se quieren ir". Los funcionarios de la Delegación en Cataluña de la Agencia Estatal Tributaria (AEAT) están pidiendo el traslado por el troceamiento de la Agencia y el cupo catalán que ha pactado el PSOE con ERC a cambio de la investidura de Salvador Illa.

Cerca de que se cumpla un año de que el Gobierno de Pedro Sánchez pactara con Junts "negociar la cesión del 100% de los impuestos recaudados en Cataluña", los peores augurios se han cumplido. Tras meses en los que el Ejecutivo se ha abierto a una relación de consorcio o colaboración entre la AEAT y la Agencia de Cataluña, mientras negaba que fuera haber un cupo, finalmente el PSOE ha ido mucho más lejos y ha acordado con ERC una agencia independiente y un cupo o concierto.

Los cerca de 4.000 funcionarios de la AEAT en Cataluña se enfrentan a su traspaso a una agencia catalana como primer laboratorio de pruebas de la cesión de estructuras de Estado. Una Agencia catalana independiente que todo apunta que seguirá directrices políticas y cuyo germen, la Agencia Tributaria de Cataluña, que se creó, como en otras regiones, dedicada a los impuestos cedidos de Patrimonio, Sucesiones e ITP, es controlada por el independentismo casi desde su nacimiento.

"Hay mucho nerviosismo". Los funcionarios se quieren ir pero hay que seguir el proceso, tiene que haber concursos o paneles. Algunos pueden beneficiarse de puestos de libre designación, trasladan fuentes de la Delegación en Cataluña a Vozpópuli.

"Están en su mínimo histórico en número, bajo mínimos, con jubilaciones constantes y sin reemplazos. ¿Casualidad?", se pregunta un inspector en excedencia en Cataluña, que nunca había visto así el ambiente, el desánimo, el sentimiento de desamparo, y no descarta que sea una estrategia para que sea más fácil minar sus resistencia y reclutarles para la Agencia independiente pagándoles un poco más.

"En 2017 el Estado les protegía, la Guardia Civil custodiaba las puertas de Letamendi", explica este inspector, ahora "el Estado les vende".

Fiscalistas y abogados en Cataluña dan cuenta de que todos los funcionarios con los que tratan se quieren ir. "Nos da miedo. No ya como profesionales, sino como ciudadanos. No van a poder impedir que se vayan. Va a ser un desastre total. Dantesco. La Agencia de Cataluña no está preparada para ocuparse del IRPF ni del Impuesto sobre Sociedades. Sus oposiciones no siguen los mismos requisitos".

Otras fuentes advierten de que los movimientos que se están produciendo ahora mismo son de los jóvenes inspectores que han estado en Cataluña los dos años obligatorios tras salir de la Escuela de Hacienda Pública, y solicitan cambios de destino por concurso o por panel.

Pero si el PSOE y ERC van dando los pasos que han pactado, la desbandada va a ser completa, avisan.

La Agencia de Cataluña acelera la oferta de plazas

Desde la Agencia Tributaria de Cataluña exhiben fuerza. Subrayan que tienen ya "cerca de 1.000 empleados" y creen que se acercan a unos niveles que les podrían permitir asumir la recaudación del 100% de los impuestos y caminar hacia su independencia.

Así lo trasladan fuentes próximas, que advierten de que se están "acelerando convocatorias de plazas" de inspectores, técnicos y gestores tributarios para apuntalar los medios de la Agencia catalana y que sea "creíble" su plan de asumir la gestión tributaria y recaudación del 100% de los impuestos.

El pasado 13 de junio sin ir más lejos se han adjudicado cinco puestos de inspectores en Barcelona, uno en Tarragona, uno en Lérida y otro en Girona, un total de ocho inspectores. Cabe recordar que hasta hace un año la Agencia de Cataluña sólo tenía siete inspectores. El 20 de junio se adjudicaron puestos de técnico tributario y hay varias convocatorias previstas para los próximos meses y años.

"Esto marcha y desde hace unos meses ya no se habla en Hacienda de la tradicional falta de inspectores que llevó a buscar atraer a los del Estado de Aragón y a planear recuperar la escuela de formación de La Caixa", añaden estas fuentes.

Con todo, desde la Delegación de la AEAT en Cataluña apuntan que estas iniciativas de acelerar convocatorias también las tiene la Agencia Estatal para intentar paliar las jubilaciones masivas que se avecinan.

En pleno desafío del 1-O de 2017, el Govern intentó reclutar inspectores del Estado para las filas de la Agencia Tributaria de Cataluña como paso previo a independizar el organismo, plan que fracasó por inviable -tenía menos medios que ahora- y que el 155 tumbó.

Una Agencia catalana independiente creada a espaldas del Estado habría costado entre 350 y 500 millones de euros, según los informes que tenía la Generalitat en 2017 que realizó el Consejo de la Transición Nacional y que incorporó el Juzgado número 13 de Barcelona al procedimiento en el que investigaba la organización del referéndum ilegal. Pero se trataba de una Agencia nueva. La Agencia que se busca no tendría coste de entrada.

Lo que ahora pretende la Generalitat para aterrizar su plan es que su Agencia Catalana creciente absorba la estatal, cuya Delegación en Cataluña tiene cerca de 300 inspectores y unos 4.000 empleados.

Se trata del tercer intento de trocear la Agencia Tributaria y crear un Cupo catalán. En 2008 hubo un conato. Entonces y ahora la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) ha advertido de "consecuencias gravísimas" por atentar contra la igualdad de todos los españoles en la Constitución y poner en riesgo la lucha contra el fraude y la eficacia de la gestión y recaudación.

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