Las extorsiones desde Paraguay se están multiplicando en España en los últimos tiempos. El objetivo: hombres a los que piden una cantidad económica porque anteriormente han hablado con menores de edad. Una dinámica que se convierte en algo vital cuando reciben documentos firmados por fiscales y abogados reales del país Latinoamericano. Estas personalidades paraguayas sospechan que detrás de toda la trama están funcionarios que se aprovechan de su acceso a este tipo de información para suministrarlo entre las organizaciones criminales.
Vozpópuli ha tenido acceso a uno de estos requerimientos desde el otro lado del Atlántico que está firmado por el abogado Óscar López Laterza, fiscal de la Unidad 1 de los Penal. Se da la circunstancia de que un compañero de este letrado, Alfredo Ramos Manzur, fue el primero en levantar la voz desde Paraguay por las informaciones que le estaban llegando.
Las extorsiones primero se habían desarrollado en Paraguay. Después cruzaron las fronteras a otros países hasta acabar al otro lado del 'charco'. Alfredo Ramos denunció la falsificación de su firma para estos hechos ilícitos. En un primer momento presentó seis oficios suyos simulados.
Este fiscal expreso sus sospechas: de que estén involucrados en los mismos funcionarios judiciales del Ministerio Público o abogados desleales que conocen los casos que se tramitan en cada una de las sedes del país o de las zonas cercanas. Usan contenidos falsos para presionar a las víctimas.
Una historia de extorsión
Hace poco más de un mes, este medio publicó uno de los casos. Sin embargo con el paso del tiempo los casos han ido a más con la misma dinámica. "Una chica se puso en contacto con mi cliente en la red social Facebook y en el desarrollo de conversaciones, ella comenzó a enviarle fotos subidas de tono, incitando e invitando a mi cliente a que hiciera lo propio", declara.
"Mi cliente fue cogiendo confianza y efectivamente entró en el juego de envíos de material íntimo, en el que se le identifica el cuerpo por completo y la cara, ya que la chica le insistía en que le enviase fotografías de su cara", detalla a Vozpópuli Manuela Biedma, letrada de Semper Fi Advocatus sobre las extorsiones.
Un día después comenzó su pesadilla. Desde un número desconocido se hicieron pasar por la Fiscalía de Paraguay por un "delito de acoso sexual, hostigamiento vía redes sociales, pornografía infantil e intento de trata de personas" a una menor, enviándole documentos con apariencia de oficiales.
"Tras esto, le propusieron una vía amistosa, por la que si pagaba la cantidad de 2.000 euros, podría evitar la condena propuesta. Así las cosas, mi cliente accedió temeroso a los pedimentos expuestos, aunque no acabaron ahí las amenazas, que se prolongaron exigiendo más dinero a cambio de no publicar las fotos y vídeos que mi cliente envió a la supuesta chica", añade.
España y Paraguay
Esta abogada se puso en contacto con el número de teléfono que acosaba a su cliente por las extorsiones. Le hizo creer que su dispositivo estaba rastreado por la Policía y discutieron sobre el procedimiento penal. Ante esta situación el 'supuesto fiscal' de Paragua decidió cesar en su actitud.
"Acto seguido me dirigí al fiscal real (Alfredo Ramos Manzur) cuya personalidad está siendo usurpada en este y muchos más casos, quedando a su disposición para lo que pueda necesitar", relata esta abogada española.
"Los hechos narrados podrían ser constitutivos de un delito de extorsión. Consiste en obligar a una persona con violencia o intimidación y con ánimo de lucro, a realizar u omitir un acto o negocio jurídico en su propio perjuicio patrimonial o el de un tercero", detalla la letrada. Hoy en día además ha aparecido una nueva modalidad conocido con el término de sextorsión.
Las extorsiones en internet
"Ésta alude a cuando una persona amenaza a otra con difundir imágenes o vídeos en los que el sujeto está desnudo o realizando actos sexuales. A cambio de no difundir el material por la red, la persona que sextorsiona exige dinero", explica.
Manuela Biedma avisa de que internet es una vía muy útil para que los delincuentes donde pueden ocultar su verdadera identidad. "Es necesario tener todo el cuidado posible, ya que nunca podremos saber las intenciones reales de quien nos escribe, teniendo en cuenta lo peligroso que puede ser resultar compartir material íntimo con terceros, ya que, no son pocas las ocasiones que se usan para fines ilícitos", finaliza sobre las extorsiones.
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