¿Le apetecería vivir en un pazo-castillo construido hace quinientos años y dotado con un torreón defensivo desde el que arqueros de otros siglos mantenían a raya a los malhechores? Si la respuesta es positiva, posiblemente desconocen que comprar un caserón de esas características puede salir más barato, al menos en el interior de Galicia, que lo que cuesta un piso medio en cualquier barrio céntrico de una ciudad como Madrid. Exactamente 580.000 euros, según indica el anuncio de venta de la citada propiedad, que se encuentra radicada a solo siete kilómetros de la ciudad de Orense. Y aunque el inmueble necesita de una remodelación para quedar ‘niquelado’, varias estancias están habitables y todavía se pueden utilizar como vivienda. En concreto tres habitaciones, dos salones y otros dos cuartos de baño.

Este palacete de estilo barroco y de mil metros cuadrados construidos es solo un ejemplo de los muchos inmuebles singulares que aún se pueden comprar, a veces a precio de ganga, en muchos parajes rurales de la comunidad gallega en los que la despoblación ha hecho estragos, hasta el punto de que a veces lo que se pone en venta no es un inmueble concreto, sino una aldea entera conformada por varias casas abandonadas. Ahora, tras pasar décadas sumidas en el olvido y sin más moradores que algunos gatos callejeros, la pujanza que vive en la actualidad el turismo rural ha convertido estos enclaves en puntos de atención preferente de muchos inversores interesados en transformar viejas moradas en hoteles, restaurantes o negocios relacionados con múltiples actividades relacionadas con el entorno natural. El pazo-fortaleza citado al inicio aún conserva tanto las almenas originales de la torre defensiva, desde donde la vista se pierde en paisajes espectaculares, como la antigua bodega del inmueble, además de un alpendre o cobertizo de casi doscientos metros cuadrados que, según el anuncio de venta, “podría convertirse en apartamentos”. También cuenta con varias fincas que suman casi seis mil metros cuadrados de extensión, a tenor de la información que brinda el grupo Country Homes, especializado en la venta de inmuebles singulares, en su página web.

La inmobiliaria, con sede en Lugo, tiene también a la venta edificios históricos que en ocasiones cuestan menos que una plaza de garaje en una ciudad pujante. Es el caso de un caserón de piedra radicado en Arnoia, zona de la provincia de Orense enclavada en el atractivo paraje natural del Ribeiro, que cuenta con más de seiscientos metros de superficie, una “galería impresionante”, un huerto, una gran cocina de leña y muchos elementos que dan al conjunto un toque muy rústico y acogedor. ¿Su precio? 32.000 euros, lo que cuesta un coche medio. El anuncio señala que el interior necesita ser rehabilitado, pero la estructura se conserva en buen estado. Lo mismo ocurre con una gran casa de labranza situada en Montederramo, entre la ciudad de Orense y Castro Caldelas. Dotada de dos plantas, cinco habitaciones, dos baños, un amplio comedor, una cocina rústica y dos alpendres, consta de una superficie construida de más de 330 metros cuadrados y está a la venta por 64.000 euros.

Y si buscamos aldeas enteras, en Riotorto (Lugo) está a la venta un pueblo que consta “de varias casas y un molino de agua”, todo por 60.000 euros, precio en el que se incluyen terrenos, en su mayoría pastos, con una superficie de 1,5 hectáreas. Los inmuebles necesitan ser restaurados, pero los vendedores indican que “las paredes son estructuralmente sólidas”. Sin salir de la provincia de Lugo, Country Homes ofrece también un conjunto de cuatro casas en Rábade, junto a la carretera, con una superficie total superior a los 700 metros cuadrados. Esta propiedad está a la espera de cambiar de dueño en cuanto alguien desembolse 65.000 euros y tenga ganas de meterse en obras, porque el interior necesita de reformas importantes de cara a poder explotarlo como negocio vinculado al turismo o similar. Pero la joya de la corona es el grupo de casas restauradas que la inmobiliaria ha puesto a la venta cerca de la cotizada Ribeira Sacra lucense, con vistas a la Sierra del Caurel. Se trata de un grupo de quince edificaciones que conforman una especie de aldea lista para ser ocupada o explotada como negocio, pues cuenta también con un bar-restaurante. Todo por poco más de 1,5 millones.

Un señor castillo por 225.000 euros

Aunque este tipo de propiedades, debido a sus características peculiares, suelen tardar en encontrar comprador, más tarde o más temprano acaban ‘cayendo’. Hace unas pocas semanas, sin ir más lejos, un ‘señor castillo’ radicado en el municipio lucense de Cervantes acabó cambiando de dueño tras llevar diez años anunciado en Internet. Se trata de una imponente fortaleza construida en el siglo XV por Payo Quindós, miembro de una influyente y pudiente familia que dio nombre a esta parroquia de Os Ancares y al propio castillo, que fue declarado Bien de Interés Cultural en 1949.

Conformado por una planta rectangular y dos torres cilíndricas que flanquean la entrada principal, el imponente castillo de Quindós, que fue residencia de los marqueses de San Sadurniño hasta finales del siglo XIX, salió a la venta hace una década por medio millón, pero los dueños fueron bajando el precio hasta los 225.000 euros. El nuevo propietario deberá invertir un ‘pastizal’ en rehabilitarlo, pero a buen seguro el resultado merecerá la pena.

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