“Lo mismo que le digo una cosa, le digo la otra”, sentenciaba con gran convicción el actor gallego Manuel Manquiña en una de las escenas más conocidas de la película Airbag, aunque bien la podría pronunciar en la actualidad José Félix Tezanos, presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas, si tuviese que resumir con una sola frase las conclusiones que arroja el último informe del organismo público sobre la intención de voto de cara a las elecciones gallegas del 18 de febrero.
¿Qué se puede sacar en claro de la citada encuesta? Prácticamente nada, porque los resultados que ofrece son tan abiertos y difusos que, lejos de aportar un poco de claridad, tan solo siembran incertidumbre. Es decir, que lo mismo apuntan a una cosa que a la contraria, de forma que el responsable de plantear las conclusiones siempre sale ganando. Así, en lo que atañe al Partido Popular, el sondeo del CIS publicado este lunes esboza un escenario en el que Alfonso Rueda podría obtener, o no, la mayoría absoluta, ya que los resultados ‘recorren’ la amplia y decisiva distancia que separa el escaño 34 del 38, por lo cual la única conclusión que se puede extraer es que solo en el mejor de los casos el candidato popular podría mantenerse al timón de la Xunta.
Un cómputo que se acercase a los treinta escaños convertiría a Ana Pontón en una especie de ‘maga milagreira’ capaz de haber resucitado un partido que hace menos de una década estaba casi en fase terminal
Mucho menos concretos son aún los datos referentes al Bloque Nacionalista Galego, hasta el punto de que la ‘horquilla’ dibujada por el CIS parece más bien una antena de tamaño superlativo con dos cuernos separados entre sí por la friolera de siete escaños, desde el 24 al 31. Y aunque en el peor de los casos se trataría de un resultado muy bueno, pues supondría obtener cinco diputados más que los que tiene en la actualidad (19), un cómputo que se acercase a los treinta escaños convertiría a Ana Pontón en una especie de ‘maga milagreira’ capaz de haber resucitado un partido que hace menos de una década estaba casi en fase terminal y que ahora parece volar con velocidad supersónica hacia espacios electorales cada vez más inmensos.
El PSOE en Galicia: de la hecatombe absoluta al 'todo sigue igual'
En cuanto el PSOE, el balance del CIS apunta de nuevo a dos conclusiones: lo mismo se hunde que permanece a flote. Según cómo actúe el electorado, podría añadir el ‘sesudo’ informe, que esboza un resultado que se mueve entre la hecatombe absoluta y el ‘todo sigue igual’. Ciertamente, tanto el candidato socialista a la presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, como el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que está participando de una forma muy activa en la campaña electoral gallega, tendrán que ofrecer muchas explicaciones si el PSOE baja hasta los nueve escaños en el Parlamento autonómico, como augura el peor escenario del CIS, mientras que si mantiene los 14 actuales, que es el mejor pronóstico planteado por la última encuesta del instituto público, podrán alegar que al menos lograron salvar los muebles pese a los numerosos y peligrosos charcos en los que está metido el partido a nivel nacional por múltiples cuestiones relacionadas con la ley de amnistía, las negociaciones con los independentistas catalanes y vascos, la rebelión del campo, el malestar de las fuerzas de seguridad estatales y un largo etcétera.
El sondeo de Tezanos tampoco ofrece concreción alguna sobre Sumar, que podría entrar o no en el Parlamento gallego (le otorga entre 0 y 2 escaños); Vox, que lo mismo logra ‘colarse’ que quedarse a las puertas (0-1), y Democracia Ourensana, cuya situación es similar a la del partido que capitanea Santiago Abascal (0-1). En suma, que lo único que tiene claro el informe del CIS es que Podemos no podrá y se quedará, seguro, sin representante. Algo es algo.
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