La vuelta a las aulas después de las vacaciones navideñas será muy diferente a otros años en los centros educativos de Galicia, donde los alumnos solo podrán utilizar el teléfono móvil en circunstancias muy especiales y tras la autorización de los responsables de cada recinto escolar. El protocolo de actuación ya está en vigor y empezará a aplicarse desde el primer día del reinicio de las clases, el 8 de enero.
El texto recoge, como se aprobó recientemente en el Consello de la Xunta, extender a la totalidad de la jornada escolar la prohibición del uso de móviles y de otros dispositivos electrónicos, restricción que hasta ahora solo afectaba al tiempo que los escolares estaban recibiendo clases. A partir de ahora, los alumnos tampoco podrán utilizarlos libremente durante los períodos no lectivos, es decir, las entradas y salidas del centro, el tiempo de recreo, el comedor escolar y las actividades complementarias y extraescolares.
En el caso de los centros que imparten enseñanzas de FP de Grado Superior, de Régimen Especial (como escuelas oficiales de idiomas o conservatorios, entre otros) y de Adultos podrán no aplicar esta medida si sus responsables así lo deciden, de forma que serán libres de adaptar el protocolo en lo relativo a las limitaciones establecidas en los períodos no lectivos.
Un uso proporcionado
El Gobierno gallego aclara que no se trata de una prohibición drástica y que, por lo tanto, seguirá permitiéndose el empleo proporcionado y razonable de dichos dispositivos por cuestiones de necesidad, médicas o de otra índole, siempre que estén justificadas. La autorización será responsabilidad de la dirección del centro. Asimismo, se mantiene la posibilidad del uso pedagógico de estas herramientas, siempre bajo supervisión del profesorado.
La Xunta recuerda que el 76% de los centros educativos gallegos, haciendo uso de sus propias normas de convivencia, ya habían restringido el uso de los teléfonos durante los recreos y que la experiencia fue calificada de muy positiva. Por ello, tras realizar "un análisis sosegado con el conjunto de la comunidad educativa", el Gobierno autonómico considera muy aconsejable extender estas buenas prácticas al conjunto del sistema atendiendo al consenso y a la demanda social manifestada.
Cada vez más familias españolas apuestan por restringir el uso de los dispositivos electrónicos en los colegios, también durante los recreos, con el objetivo de que los niños y adolescentes se dediquen a jugar o charlar entre ellos en vez de estar pendientes de los mensajes que han recibido y de escuchar música o ver vídeos. También preocupa mucho la proliferación de chats de escolares en los que a menudo se invade la intimidad de menores de edad o se utilizan para practicar 'bullying'.
