Galicia

Historia de un despropósito: el coordinador de Podemos Galicia deja el cargo tras el descalabro histórico del 18-F

Borja San Ramón apuesta por Isabel Faraldo, que fue candidata a la Xunta, como su sucesora mientras Sumar se lame las heridas

Las elecciones gallegas siguen cobrándose cabezas entre los partidos que salieron peor parados de la contienda del 18-F. Pocos días después de que el secretario general del PsdeG, Valentín González Formoso, anunciase su decisión de dejar la dirección del partido tras el fiasco electoral, que supuso la pérdida de cinco diputados y quedarse solo con 9, el coordinador de Podemos Galicia, Borja San Ramón, ha informado este domingo de que seguirá un camino idéntico al del veterano político socialista. Es decir, que dejará la dirección de la formación morada con la esperanza de que el partido pueda resurgir de sus cenizas con el timón en otras manos. Hará falta casi, y sin casi, un milagro, pero ya se sabe que la esperanza es lo último que se pierde.

San Ramón apuesta para ese cargo por la que fue candidata a la presidencia de la Xunta de Galicia en los pasados comicios, Isabel Faraldo, todo ello a pesar del pésimo resultado obtenido en las urnas. De hecho, Podemos Galicia sufrió el pasado 18 de febrero un descalabro histórico que llevó al partido a obtener solo 3.800 votos en las cuatro provincias gallegas, lo que supone apenas el 0,26% del electorado. La debacle fue tal que hasta la formación animalista Pacma, sin apenas infraestructura y con unos medios infinitamente inferiores a los de la agrupación que lidera Ione Belarra a nivel nacional, consiguió un mayor número de apoyos.

En una nota de prensa, Podemos señala su apuesta por “darle continuidad al trabajo político comenzado por esta dirección en la campaña electoral y desarrollar un proyecto del que Isabel Faraldo es la principal cara visible". En esta línea, ha puesto en valor el "magnífico papel que hizo Isabel en el debate de la CRTVG" y destaca la necesidad de "visibilizar su figura para poder desarrollar y darle estabilidad a un proyecto" que devuelva a Podemos a las instituciones gallegas. En próximas fechas, Podemos Galicia avanza que asumirá una reestructuración de su Ejecutiva de cara "al nuevo ciclo".

Nadie sabe cómo se desarrollará ese nuevo ciclo de la formación morada, pero el ‘viejo’, el de los últimos meses, solo puede ser calificado como un auténtico despropósito. La dirección del partido en Galicia apostaba por presentarse a las elecciones del 18-F en confluencia con Sumar, Esquerda Unida y Anova según un plan diseñado y liderado por Yolanda Díaz, cuyo objetivo era crear en su tierra natal una gran alianza “progresista” situada a la izquierda del PSOE y con un programa diferente al del BNG.

La vicepresidenta segunda del Gobierno central pensaba que esa plataforma podría ser clave para que las izquierdas descabalgasen al PP de la Xunta y creyó que los partidos tanteados se rendirían de inmediato a sus pies. Pero no fue así. La alianza quedó un ‘bluf’ después de que los nacionalistas de Anova le diesen calabazas, conducta que las bases de Podemos imitaron pocos días después pese a que el portavoz de la formación morada en Galicia, Paulo Carlos López, ya había anunciado la firma de un preacuerdo con Sumar. Dicho prepacto jamás se materializó por decisión de los afiliados, que manifestaron su rotunda oposición, con casi un 63% de los votos, a ir de la mano de Yolanda Díaz a las elecciones.

La líder nacional de Sumar, que días antes también había perdido la confianza de los cinco diputados de Podemos en el Congreso, con su consiguiente paso al Grupo Mixto, también sudó tinta china para encontrar a una persona interesada en batirse en el ruedo electoral como candidata a la presidencia de la Xunta de Galicia. Finalmente, tras recibir varias negativas, la candidata elegida fue Marta Lois a pesar de que la entonces diputada y portavoz de Sumar en el Congreso no le tentaba nada dejar su cómodo puesto como parlamentaria para lidiar en una batalla con resultados más que inciertos.

El resto de la historia es de sobra conocida. Podemos se presentó en solitario a la elecciones con Isabel Faraldo al frente, cosechando un resultado que ni los más pesimistas esperaban, mientras que Sumar, la formación que en teoría iba a ser clave para que las izquierdas alcanzasen el poder en la Xunta, sufrió también un batacazo monumental al obtener menos de 30.000 papeletas y no alcanzar el 2% de los votos. Aunque ambas formaciones se hubiesen presentado juntas, no habrían llegado ni de lejos a conseguir un acta parlamentaria.

Aceptar la propuesta de Díaz le salió muy cara a Marta Lois al quedarse sin asiento tanto en el Congreso como en la Cámara autonómica. Para colmo, al final de la aciaga noche electoral tuvo que enfrentarse en solitario a los medios de comunicación para dar explicaciones sobre la derrota mientras su ‘jefa’, que durante la campaña se había desplazado en reiteradas ocasiones a Galicia, incluso para recoger un par de pellets en las playas armada con un colador de cocina, prefería quedarse en Madrid. Pese a que allí, según afirma, no se ve el horizonte.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación
Salir de ver en versión AMP