El veterano contrabandista gallego Laureano Oubiña, de 77 años, ha tenido que afrontar durante su larga carrera delictiva sonados juicios en los que figuraba como acusado, pero el próximo día 21 cambiará de rol en la vista que se celebrará en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Vilagarcía (Pontevedra). En esa sesión, cuyo inicio está fijado para las 09.30 horas, se dirimirá la querella interpuesta por el excapo contra Atresmedia y Bambú Producciones por considerar que la serie televisiva Fariña, emitida en 2018 en Antena 3 con un gran éxito de audiencia, atentó contra su honor y le produjo un daño moral que, en su opinión, es necesario reparar.
Curiosamente, la reclamación judicial no guarda relación alguna con la visión que ofrece la serie sobre su historial como traficante de hachís y de tabaco, sino que va dirigida contra una escena en la que los actores que dan vida a Oubiña y a su mujer, Esther Lago, fallecida en 2001 en un accidente de tráfico, aparecen manteniendo sexo justo cuando la Guardia Civil irrumpe en su caserón para detenerlo en el marco de la Operación Nécora. Como es lógico, en ese momento ceden los jadeos amorosos de la pareja y Carlos Blanco, el actor que da vida al delincuente, inquiere con la cara desencajada “¿qué carallo pasa ahí?”. La escena dura muy pocos segundos y la oscuridad ampara casi por completo la intimidad de los falsos amantes, pero Laureano Oubiña insiste en que las cosas no sucedieron así y que los guionistas de la producción televisiva vulneraron su derecho al honor y a su vida privada al rodar una secuencia que considera de muy mal gusto.
El histórico excapo no se anduvo con chiquitas a la hora de fijar la cantidad de dinero que cree necesaria para reparar su dañado honor. Imitando el proceder de numerosas celebrities de fama internacional cuando acuden a los juzgados si ven quebrantada su reputación, Oubiña reclamó la friolera de 1,5 millones de euros a los responsables de la producción y emisión de Fariña en una primera solicitud de conciliación que acabó sin acuerdo, por lo que el cambadés decidió seguir adelante con su demanda sin precisar si variaría la cantidad inicialmente barajada. Sí aclaraba, sin embargo, que la indemnización sería donada íntegramente a la Fundación San Francisco de Asís, que se dedica a la rehabilitación y reinserción de antiguos toxicómanos.
La serie Fariña, basada en un libro homónimo de Nacho Carretero, despertó un enorme interés entre los telespectadores, cosechando una audiencia media de casi 2.600.000 personas y una cuota de pantalla del 16,2%. Su estreno fue arrollador, con 3,4 millones de telespectadores y un 21,5% de share. Su argumento narra los años más intensos del narcotráfico en Galicia a través de los principales protagonistas de esta actividad ilícita, es decir, los grandes capos de los clanes que durante las décadas de 1980 y 1990 manejaron cantidades astronómicas de dinero gracias a la distribución de estupefacientes. El principal protagonista es el narco Sito Miñanco, encarnado por el actor Javier Rey, y por la pantalla también desfilan colegas tan conocidos como el propio Laureano Oubiña, que ha pasado en la cárcel más de 20 años, Manuel Charlín o Terito. El juez Baltasar Garzón, interpretado por Miquel Fernández, aparece igualmente en la producción televisiva al ser uno de los grandes impulsores de la Operación Nécora, organizada con el fin de desmantelar las redes del narcotráfico en Galicia.
Fariña, harina en castellano, es como se denomina de forma coloquial a la cocaína por su similitud al popular polvo del cereal molido.
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