Mientras Galicia se sumergía, la semana pasada, en el sprint de la campaña electoral y el CIS de Tezanos cocinaba a toda máquina una encuesta dirigida a poner en solfa la mayoría absoluta del PP, a mil kilómetros, en Barcelona, el rey presidía el acto de entrega de despachos a los 160 jueces de la nueva promoción de la Carrera Judicial, de los cuales 14 ejercerán en la comunidad gallega tras haber salido sus destinos publicados en el BOE. En este caso también se puede hablar de mayorías absolutas, más bien absolutísimas, pero con una connotación muy diferente. La razón es que el nuevo grupo judicial destinado a Galicia está compuesto íntegramente por mujeres, que vencen por 14 a 0 ante sus colegas masculinos.
Aunque ese ‘pleno total’ de mujeres puede llamar la atención, lo cierto es que la carrera judicial está cada vez más dominada por el sexo femenino. En esa parcela, la llamada ‘brecha de género’ funciona a la inversa y además todo indica que seguirá creciendo. Un dato al respecto: de los 160 jueces que recibieron sus despachos la semana pasada, 119 son mujeres, es decir, casi el 75% del total. En la actualidad, el porcentaje de mujeres y hombres que ejercen con la máxima autoridad en los juzgados españoles está bastante compensado, de forma que ellas ganan por un 56% frente a un 44%. Sin embargo, ese tanto por ciento crece de una forma muy notable, hasta el 67%, si solo se analiza el tramo de edad de entre 20 y 50 años, debido al fuerte dominio femenino que caracteriza las promociones de jueces desde hace ya dos décadas.
Los nuevos integrantes de la última promoción de jueces tienen una media de 28 años y han tardado cinco en preparar y aprobar las duras oposiciones que se requieren para acceder a la carrera judicial. La mayoría no procede de familias de juristas. Entre los motivos que les llevaron a elegir dicha profesión destacan especialmente su pasión por el Derecho (el 73 % se mostró muy de acuerdo con esta afirmación), la independencia e imparcialidad de su función (73 %), la función de los jueces como garantes de los derechos fundamentales (71 %) y la contribución a un servicio público (66 %).
El área Penal vuelve a ser la más atractiva para los nuevos jueces, de forma que el 28,05 por ciento querría ejercer en ese orden jurisdiccional en el futuro. Por orden de preferencia, le siguen Violencia sobre la Mujer y Familia (13,79 % cada una), Menores (13,56 %), Civil (12,64 %), Vigilancia Penitenciaria (5,52 por ciento), Contencioso-Administrativo (4,83 por ciento), Mercantil (4,60 %), y Social (3,22 %).
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