El Gobierno sigue adelante con su estrategia de montar otro ‘Nunca Máis’ en Galicia con la Xunta Alfonso Rueda en el centro de la diana y las elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina.
La proximidad electoral ha hecho del vertido marítimo de bolitas de plástico en una baza que la izquierda no quiere desaprovechar, incluso utilizando la vía institucional. Solo en esa clave puede leerse que el presidente del Principado de Asturias, el socialista Adrián Barbón, haya decidido subir el nivel de alerta para poder pedir ayuda al Gobierno central con la intención de dejar en evidencia la supuesta irresolución de la Xunta de Galicia en acometer el problema. Y eso, teniendo en cuenta que la afectación de los microplásticos en el litoral asturiana ha sido mucho menor incluso que la superficie alcanzada por los pellets en la costa gallega.
Hace poco más de 22 años, el 13 de noviembre de 2002, un buque monocasco que navegaba frente a las costas de Galicia acabó provocando uno de los mayores desastres medioambientales de la historia de la navegación. El Prestige, que transportaba la friolera de 80.000 toneladas de petróleo, se partió en dos y toda su negra carga se esparció sin freno por el litoral gallego a lo largo de unos días desquiciantes en los que Galicia se convirtió en el epicentro de la información nacional e internacional. Aquella inmensa marea negra fue portada en los medios informativos de prácticamente todo el mundo, miles de voluntarios procedentes de numerosos países se apresuraron a colaborar en las labores de limpieza y mientras tanto, tierra adentro, los distintos grupos políticos desataron entre sí una guerra mucho más sucia aún que la viscosa carga del maldito barco.
Ahora, casi un un cuarto de siglo después, parece claro que algunas fuerzas políticas están empeñadas en montar una especie de ‘Prestige 2’ a costa del Toconao, el barco con bandera de Liberia que hace aproximadamente un mes perdió parte de su carga cuando navegaba cerca de la costa norte de Portugal, provocando en este caso una pequeña ‘marea’ de bolitas blancas, conocidas como pellets, que se ha extendido de manera desigual por una treintena de playas gallegas, si bien en varias su presencia es casi testimonial. Comparar el volumen y la importancia de ambos vertidos resulta ridículo, porque la carga perdida por el Toconao es de unas 25 toneladas, y además la supuesta toxicidad de estas diminutas piezas de microplástico ha sido negada por la Xunta de Galicia tras encargar un análisis a un acreditado laboratorio, pero el rigor científico poco puede pintar en medio del circo político que se ha desatado con el horizonte electoral a la vista.
¿Cuál es la estrategia de los recolectores de apoyos electorales? Las fuerzas de izquierda la tienen muy clara. Se trata de resucitar a toda costa el espíritu del ‘Nunca Máis’, como hace 22 años, pero con el rostro Alfonso Rueda en la diana, al igual que lo fue el de Manuel Fraga cuando se hundió el ‘Prestige’. Es decir, el objetivo principal es alentar la supuesta indignación ciudadana y presentar al Gobierno de la Xunta como un ente ineficaz que no ha sabido gestionar con rapidez la pequeña marea de las bolitas blancas, pese a que la Administración autonómica ha sido la única que, hasta el momento, junto a varios Ayuntamientos, ha movilizado sus medios para intentar limpiar cuanto antes los restos del vertido.
El Gobierno central, mientras tanto, se ha dedicado a airear que no puede intervenir en dichas tareas hasta que la Xunta incremente el nivel de la alerta anticontaminación y solicite la ayuda estatal de forma “expresa”. En otras palabras: se trata de hacer creer que están con los brazos atados y sin posibilidad de actuar por culpa de la desidia de Alfonso Rueda.
Sorpresa (relativa) por la decisión de la Fiscalía
En Galicia también ha llamado poderosamente la atención el hecho de que la Fiscalía de Medio Ambiente decidiese anunciar la apertura de diligencias en torno al vertido muy pocas horas después de que la Xunta hiciese público, este lunes, un informe científico según el cual los pellets llegados a las costas de la comunidad ni son tóxicos ni representan peligro alguno para el ecosistema. El análisis, que fue realizado por el Centro Tecnológico de Investigación Multisectorial, (Cetim) cuya competencia e independencia nadie pone en duda, señala que el plástico que contienen las citadas bolitas blancas se usa con mucha frecuencia en la fabricación de infinidad de envases alimentarios y de botellas, por lo que su toxicidad queda descartada.
Pese a ello, el órgano especializado de la Fiscalía General del Estado sostiene que los pellets presentan indicios de toxicidad y que, además, no son biodegradables.
Ante esta afirmación, numerosos internautas han recordado a través de sus redes sociales aquella famosa ‘sentencia’ que soltó Pedro Sánchez ante un medio de comunicación en 2019: “¿La Fiscalía de quién depende? Pues ya está.”
Una nueva maniobra política
También ha llamado mucho la atención que el Gobierno del Principado de Asturias haya comunicado la activación del nivel 2 del Plan Territorial de Contingencias por Contaminación Marina Accidental a pesar de que el volumen del vertido de pellets es muy inferior al registrado en Galicia. En el Partido Popular gallego se ha interpretado esta acción como una nueva maniobra orquestada por el PSOE con el único propósito de dejar en evidencia a Alfonso Rueda, cuya Conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, señalaba este lunes que, de acuerdo a la opinión de los biólogos, no era necesario subir del nivel uno al dos debido a la escasa entidad del vertido y a su condición de no peligroso. En todo caso, la decisión del Principado abre la puerta a recibir ayuda del Gobierno central en las labores de limpieza de las playas, tarea que en Galicia está corriendo a cargo de unos 200 operarios y expertos dependientes de la Xunta, sin olvidar a los cientos de voluntarios que siguen acudiendo a los arenales para, armados con rastrillos, cubos y coladores, colaborar en la retirada de las diminutas bolitas.
La acusación de Feijóo: "Lo tóxico es la utilización política que se está haciendo de un vertido en las costas portuguesas que el mar ha traído a las costas gallegas y, de momento, a las costas asturianas"
Para el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, más que los pellets, lo "tóxico es la utilización política que se está haciendo de un vertido en las costas portuguesas que el mar ha traído a las costas gallegas y, de momento, a las costas asturianas". "Lo que es tóxico", ha continuado Feijóo, es "responsabilizar a la Xunta, que es la que padece este vertido en el litoral portugués, por parte de un Gobierno que, parece ser, tiene información desde el 20 de diciembre y no se pone en contacto con la Xunta hasta el 3 de enero".
Para el líder de la oposición, también "resulta tóxico y peligroso tomarse a los gallegos por personas poco inteligentes". "Pensar que los gallegos no tenemos memoria, tenemos mucha memoria y sabemos lo que hizo el Partido Socialista contra el Partido Popular cuando gobernaba y hubo un vertido tóxico y peligroso como fue el Prestige", ha argumentado en una entrevista en Onda Cero recogida por Europa Press en la que ha condenado "contundentemente esa falta de respeto hacia la inteligencia de los gallegos".
El dirigente popular ha defendido la gestión del ejecutivo de Alfonso Rueda, que "como es natural, sabe lo que ocurre en Galicia", pero lo que "no puede saber es lo que sucede en mares sobre los que no tiene competencias, en tráfico marítimos cuya competencia es exclusiva de la Administración del Estado". "Lo que sí sabemos es que una persona llamó al 112 y que alertó de que había alguna bola de microplástico en los entornos de las playas. Automáticamente la Xunta despliega toda su capacidad y hay treinta y pico playas afectadas, y hay personas que están limpiando y facilitando también la labor de los voluntarios", ha añadido. Ha lamentado, asimismo, que se hable de un tema de competencias porque "la Xunta podía decir que las playas son de los municipios y que los limpien los ayuntamientos, pero esto no es así, porque se están desplegando las capacidades y organizando a los voluntarios”. Feijóo ha asegurado que el ejecutivo gallego "se está tomando en serio" el vertido y "lo puede hacer con el Gobierno del Estado, que es el responsable de la marina mercante, o en contra del Gobierno del Estado, que lo único que está intentado es intoxicar.
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