Tras su 'cruzada' contra la Xunta de Galicia por el vertido de pellets arribado a algunas playas gallegas, el Gobierno continúa su ofensiva ‘marítima’ de cara a las elecciones del 18 de febrero mediante el anuncio de promesas tales como la realizada este miércoles por Pedro Sánchez, que se ha desplazado hasta Ferrol para hacer público el encargo que el Ministerio de Defensa ha hecho a los astilleros de Navantia para que construya un buque de aprovisionamiento para la Armada con un presupuesto de 439 millones de euros.
En plena precampaña electoral, cuando queda menos de un mes para la cita del 18 de febrero, el presidente del Gobierno no ha dudado en viajar de nuevo a Galicia para anunciar que esta embarcación de aprovisionamiento de combate supondrá la creación de 1.800 empleos directos e indirectos. También ha calculado que supondrá una carga de trabajo de tres millones de horas para los astilleros ferrolanos, con cuyos directivos ha mantenido una reunión tras celebrar un encuentro con el comité de empresa. En la construcción se verán involucradas, además, unas trescientas empresas españolas, muchas de ellas con sede en Galicia.
Un asiduo de los astilleros
En las instalaciones de Navantia, Pedro Sánchez ha sido recibido por el presidente de la empresa pública y por varios representantes del PSOE, entre ellos el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco; el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, y el portavoz del PSOE local, Ángel Mato. Al acto no han sido invitadas las principales autoridades de Galicia y tampoco ha asistido el alcalde de Ferrol, el popular José Manuel Rey Varela, que en las pasadas elecciones de mayo recuperó el gobierno municipal por mayoría absoluta tras el mandato del socialista Ángel Mato.
La práctica del presidente del Gobierno dejar fuera de un acto institucional a un miembro del Partido Popular es particularmente frecuente con ocasión de sus continuas visitas a los astilleros de Navantia; de hecho, el pasado 16 de diciembre el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, tampoco fue invitado a la visita girada por el jefe del Ejecutivo a a las instalaciones.
Aquel ninguneo llevó a Rueda a enviar una carta al presidente del Gobierno para trasaladarle que "hubiera sido procedente" acompañarlo en su visita a Navantia Ferrol. Al parecer, Sánchez no la leyó.
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