"Hacemos un llamamiento al Partido Socialista a que asuma su responsabilidad para la conformación no sólo de la Mesa del Parlamento, sino también para que el Partido Popular pueda gobernar". Mensaje claro y directo de Cuca Gamarra dirigido a Ferraz con el fin de que Pedro Sánchez facilite con sus votos la gobernabilidad de Alfonso Fernández Mañueco como presidente de Castilla y León cuando se celebre la sesión de investidura.
La portavoz parlamentaria del PP ha hecho estas declaraciones en Sevilla, durante una visita a las instalaciones del recinto donde se celebrará el próximo Congreso Extraordinario de los conservadores, entre los días 1 y 2 de abril. Gamarra se ha pronunciado a preguntas de los periodistas, en relación con la situación de las negociaciones que lleva a cabo Mañueco von Vox, partido que exige la vicepresidencia del Ejecutivo, tres consejerías y la presidencia de las Cortes de Castilla y León.
Minutos después del llamamiento a la desesperada de Gamarra, visiblemente incómoda, al igual que González Pons, con el hecho de que las preguntas sobre Vox eclipsaran su visita al recinto congresal de FIBES, el presidente Mañueco anunciaba vía Twitter haber llegado a un acuerdo de gobernabilidad con la formación de Santiago Abascal.
Hemos llegado a un acuerdo de legislatura con Vox sobre la base de un programa al servicio de las personas de #CYL y que permita un gobierno estable y sólido con pleno respeto al orden constitucional y al Estatuto de Autonomía de Castilla y León.
— Alfonso F. Mañueco (@alferma1) March 10, 2022
Tras reconocer que "el resultado de las pasadas elecciones autonómicas en Castilla y León es complejo de gestionar", Gamarra ha criticado que "algunos están en la pasividad para que se conforme un gobierno", en clara alusión al desentendimiento de los socialistas que comanda Luis Tudanca en aquella comunidad.
Las nuevas formas de Feijóo y su recelo hacia lo que González Pons califica sin tapujos de "extrema derecha", al referirse a Vox, se visualizan ya sin haber tomado posesión del cargo el todavía presidente de la Xunta de Galicia. De hecho, el otro considerado barón moderado autonómico del PP por excelencia, Juanma Moreno, aseguraba el pasado domingo durante una entrevista con El País que "ahora se abren espacios de diálogo con el PSOE". Ahora, tras cerrarse el acuerdo de gobernabilidad entre Mañueco y Vox, las intenciones de Génova se quedan en meros deseos.
No obstante, la propia Gamarra aseguraba minutos antes de desvelarse el acuerdo entre PP y Vox en Castilla y León que desde Génova se iban a guiar por "dos máximas" en las negociaciones entabladas por Mañueco, que eran "discreción" y "absoluta confianza" en el presidente castellano.
Gamarra ha insistido también, en línea con los nuevos tiempos de acercamiento y puentes tendidos desde Génova a Ferraz, en que el PP es un partido que tienen la mano para pactos de Estado y tras este congreso la nueva dirección seguirá en esa línea". La única condición que piden los populares a Sánchez es que "suelte amarras con la parte más extrema con la que gobierna", en clara alusión a Unidas Podemos, después de que Ciudadanos también le haya pedido a Pedro Sánchez que rompa con su socio.
González Pons ha respondido ante una pregunta acerca de si había alterado su discurso sobre que Vox es "extrema derecha" que él no se ha retractado "de nada" porque, ha explicado, “cada cual se define a sí mismo consta actos sus amistades y sus posiciones en los grupos europeos”.
Un Congreso para reiniciar el PP en el lugar donde se refundó en 1990
El presidente del Comité Organizador del Congreso (COC) del Partido Popular, Esteban González Pons, ha recordado que el Palacio de Congresos de Sevilla fue el lugar donde se "refundó" el PP con José María Aznar al frente, tras abandonar las siglas de Alianza Popular (AP) precisamente el 1 de abril de hace ahora 30 años, por lo que "no es casualidad", ha incidido, que los conservadores españoles regresen de nuevo a la capital hispalense para "un reinicio" del partido, tras aquella refundación y después de haber transitado en las últimas semanas por la crisis más grave y traumática que han afrontado.
Todo ello tras el cruento enfrentamiento entre el todavía presidente nacional, Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, enfrentada a su vez con el ya dimisionario exsecretario general, Teodoro García Egea, a cuenta de la contratación del hermano de la 'baronesa' por parte de una empresa que recibió una adjudicación directa de mascarillas procedentes de China, con la correspondiente comisión para Tomás Díaz Ayuso, que se investiga actualmente en la Fiscalía Anticorrupción.
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