Antonio González Terol es, de momento, el último 'casadista' en dar un paso al lado tras ser degradado dentro del PP tras la caída del expresidente y la llegada de Feijóo a Génova. Se une a una cada vez más extensa lista, que encabeza el que fuera secretario general del partido, Teodoro García Egea, y donde aparecen también los nombres de Alberto Casero, Enrique López o Pablo Montesinos, entre otros.
El que fuera candidato del PP a la alcaldía de Alcorcón ha decidido pasarse al sector privado después de quedarse a las puertas del gobierno municipal en mayo y de volver al Congreso en julio: Terol ocupó el puesto 17 en la lista del PP por Madrid en las generales y los populares alcanzaron el escaño número 16, el de Carlos García Adanero, tras el recuento del voto exterior, pero no fue suficiente para el regreso del excalde de Boadilla a la Cámara Baja.
Después de tres meses de espera, y tras comprobar que de momento ninguno de los diputados del PP electos por Madrid va a abandonar el escaño, Antonio González Terol ha decidido pasarse al sector privado, ocupando un puesto de alta dirección en Solaria, donde también trabaja el marido de la ministra Isabel Rodríguez, Iván Molinero Camacho. Un salto que ya han dado otros integrantes del 'núcleo duro' de Pablo Casado en Génova.
Egea, Sanjuanbenito, Montesinos…
Teodoro García Egea es uno de ellos. El que fuera secretario general de Pablo Casado hasta el 'penúltimo día' de mandato del expresidente del PP cocinó a fuego lento su salida de la política, conservando durante meses su acta de diputado y llevándose un 'extra' como presidente de la Comisión de Seguridad Vial en el Congreso.
Un año después del relevo en la dirección del PP, en marzo de este año, el murciano confirmó su marcha: "Voy a servir a mi país a través del sector tecnológico, desde el mundo privado y la sociedad civil". Lo hizo el mismo día en el que presentaba un libro sobre criptomonedas, un sector que ocupa ahora la mayor parte de la agenda del exnúmero 2 de Casado.
Ese mismo mes de marzo dejó el escaño, y también la política, Alberto Casero. El exsecretario de Organización del PP, mano derecha de García Egea, se fue del Congreso a un paso de sentarse en el banquillo para ser juzgado por un delito de prevaricación en el ayuntamiento de Trujillo cuando era alcalde y con su error en la votación de la reforma laboral como su gran 'legado'. Un legado que está dificultando su salto al sector privado, como él mismo reconoció en la Cadena SER: "¿Quién va a querer contratar al imbécil de España?".
Ha tenido más suerte otro de los colaboradores más leales a Pablo Casado: Pablo Montesinos. El exvicesecretario de Comunicación del PP ha vuelto a ejercer de periodista en el HuffPost y en las tertulias políticas de Al Rojo Vivo.
El último director de gabinete de Pablo Casado, Diego Sanjuanbenito, también se ha visto forzado a regresar al sector privado, tras no ser incluido en la lista de Isabel Díaz Ayuso para las autonómicas de mayo y no poder, de esta manera, mantener su escaño en la Asamblea de Madrid. El 'spin doctor' trabaja ahora como consultor independiente.
Un camino similar ha experimentado Ángel Carromero. El expresidente de Nuevas Generaciones, perteneciente a la guardia pretoriana de Casado y colocado por Génova como director general de la Coordinación de la Alcaldía de Madrid, tuvo que abandonar ese cargo cuando estalló el caso del supuesto espionaje a Isabel Díaz Ayuso. En la actualidad, trabaja en la Fundación Marqués de Oliva.
Otro 'casadista' que ha abandonado la política, pero para volver a la carrera judicial, es Enrique López. El secretario de Justicia del PP de Casado fue también consejero de Justicia con Isabel Díaz Ayuso, pero la presidenta de la Comunidad nunca le perdonó su proximidad al líder popular y que no tomara parte a favor de ella en la guerra abierta que hizo estallar al PP en febrero de 2022. Un año después, se dio de baja como militante del PP.
Los 'supervivientes' castigados
Sí siguen en el partido, en cambio, otros dos exconsejeros de Ayuso que han tenido que hacer las maletas y abandonar el gobierno regional. Carlos Izquierdo y David Pérez, titulares de Administración Local y de Transportes en el gobierno regional hasta mayo, han sido reubicados en el Ayuntamiento de Madrid, después de concurrir en las municipales en los puestos 6 y 12, respectivamente, en la lista encabezada por José Luis Martínez-Almeida. Ambos tuvieron el papel de 'casadistas', aunque de los dos, el más próximo a Casado -y tampoco en exceso- fue Carlos Izquierdo.
Tanto él como David Pérez comparten corporación municipal con Andrea Levy, que pasó del segundo puesto en la lista de Almeida en 2019 al puesto número 13 el 28-M. La catalana, como presidenta del Comité de Derechos y Garantías del partido, abrió el expediente informativo anunciado por Teodoro García Egea contra Ayuso en febrero del año pasado y, desde entonces, ha caído en desgracia dentro del PP.
El Ayuntamiento de Madrid, en todo caso, no es el único 'rincón de pensar' para los casadistas que se han mantenido en el partido pese a haber perdido galones. Así, el Senado se ha convertido en el destino de Ana Beltrán, exvicesecretaria de Organización del PP y una de las dirigentes más leales a Pablo Casado; y el Ayuntamiento de Majadahonda recibió tras el 28-M a Ana Camins, exsecretaria general del PP de Madrid que se mantuvo leal a Casado hasta el final.
Premio para los 'casadistas' arrepentidos
Los únicos 'casadistas' que han mantenido, o incluso mejorado su posición dentro del PP son aquellos que, en los días previos a la caída del expresidente del partido, dejaron de apoyar al líder y forzaron su dimisión. Cuca Gamarra, portavoz de Casado en el Congreso, es el mejor ejemplo: encabezó la carta pidiendo el cese de García Egea y, apenas mes y medio después, Alberto Núñez Feijóo la confirmó como secretaria general del partido, cargo que todavía compatibiliza con la portavocía en la Cámara Baja.
El portavoz adjunto de Casado en el Congreso, Guillermo Mariscal, fue designado secretario tercero de la Mesa de la Cámara en agosto. El diputado canario, impulsor de la llamada 'Generación del Luarqués' que aupó a Casado al liderazgo del partido en 2018, formó parte también de la "Conjura del Luarqués" que precipitó la caída del madrileño.
En ese restaurante próximo al Congreso también estuvieron presentes otros 'casadistas' arrepentidos que ocupan ahora cargos de relevancia. Entre ellos, Carlos Rojas, actual secretario general del Grupo Popular en la Cámara Baja; y Pablo Hispán, exdirector de gabinete de Casado al que Feijoo ha dado protagonismo en la ofensiva contra el Gobierno por la guerra de Israel y Hamás.
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