El ministro de Consumo, Alberto Garzón, se mantiene en sus palabras sobre las macrogranjas, asegurando que lo que se ha dicho sobre sus declaraciones en el medio británico 'The Guardian' es falso y se trata de un "bulo" difundido por "la derecha". "Lo que dije es verdad, lo ha apuntado la ciencia y es lo que defiende el mundo rural y el Gobierno", ha asegurado. Además, ha cargado contra algunos dirigentes socialistas, como Javier Lambán, que se han mostrado reacios a la postura de Garzón.
El titular de consumo se ha visto envuelto en los últimos días en una polémica que ha enfrentado opiniones tanto fuera como dentro del propio Ejecutivo de Pedro Sánchez. Mientras la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha expresado su "profundo respaldo" a Garzón, el presidente ha preferido evitar su apoyo y ha lamentado las declaraciones.
El ministro ha defendido en una entrevista en 'Carne cruda', que al tratarse de una entrevista en un medio inglés, se hizo una "traducción mala" porque él habló en un término "comparativo" que quería decir "peor" calidad, no "mala". "No sé si por ignorancia o por malicia, supongo que por una mezcla de ambas", ha continuado, es una traducción mala.
Según Garzón, lo que dijo "lo ha apuntalado la ciencia los últimos años, es lo que defienden las asociaciones y habitantes del mundo rural y lo que defiende la izquierda". "Lo digo y lo voy a seguir diciendo, está marcado como línea de trabajo dentro del Ejecutivo y de las instituciones europeas", ha continuado.
El titular de Consumo ha asegurado que las macrogranjas mantienen "unos elevadísimos costes medioambientales, sociales y económicos" y pone todo "en peligro". "La construcción del bulo y la mentira que han dicho que he asegurado tiene origen en el lobby cárnico (...) Las macrogranjas no las puede montar cualquier ganadero, son grandes empresas", ha expresado.
Este sector "no se atreve a defender su propio modelo de macrogranjas" y tratan de "atacarle", señala Garzón.
Garzón ha afirmado que este sector "no se atreve a defender su propio modelo de macrogranjas" y tratan de "atacarle". "Yo defiendo la ganadería familiar, cercana, social y extensiva", que según el ministro está siendo "desplazada" porque no puede "competir en unas condiciones óptimas". "Buscan lo más barato posible y la producción industrial intensiva", ha aseverado.
En relación a la calidad de la carne en España, Garzón se ha aferrado a que "la calidad no es la misma por la rapidez y el sistema de producción". Pese a que asevera que en el caso de las macrogranjas "la seguridad alimentaria cumple con todos los requisitos", para el ministro, su calidad es inferior.
Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), con la que el ministro de Consumo se reúne este mismo jueves, aseguran que el hecho de familiar no exime a que puedan ser granjas intensivas. El miembro del Gobierno ha afirmado que habla de las macrogranjas porque "son el caso más extremo del modelo intensivo".
Apoyo de Díaz, rechazo de Sánchez
Respecto a los apoyos y falta de respaldo dependiendo de los miembros del Gobierno y del partido del Ejecutivo con el que Garzón forma coalición, ha evitado pronunciarse sobre las declaraciones de Sánchez, en las que aseguró que lamentaba "muchísimo" la polémica a raíz de sus palabras.
No todos pueden pagarse el solomillo de 'charolais' criado en extensivo", aseguró Javier Lambán.
"Lamento muchísimo toda esta polémica porque estamos hablando de un sector que produce una carne de extraordinaria calidad", aseguró el presidente, antes de apuntar que el sector cárnico en España sigue los máximos estándares de la normativa española y europea.
Otros miembros del Ejecutivo, como la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, o el de Agricultura, Luis Planas, también han cargado contra las declaraciones del de Consumo. "Seguro que hay unas motivaciones muy distintas que no me atrevo a desentrañar", ha afirmado Garzón.
Sin embargo, con el que se ha mostrado más duro ha sido con el presidente de Aragón, Javier Lambán, que afirmó que, tras la entrevista en 'The Guardian' aseguró que "no todos pueden pagarse el solomillo de 'charolais' criado en extensivo". Asimismo, espetó que sus palabras "no representan ni de lejos" la opinión, ni la posición del Gobierno de España, además de reiterar que debería dimitir por respeto a si mismo.
Garzón ha indicado que "no merece ni la pena responder", pero sí ha señalado que cuando ocurrió Filomena, Lambán negó el cambio climático o que su Ejecutivo tramita normas contra las macrogranjas.
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