La iniciativa del Gobierno para conceder desgravaciones fiscales a quienes compren coches eléctricos y a gas natural no tiene sólo una motivación política. En concreto, la empresa Gas Natural prepara los argumentos medioambientales para promover esa iniciativa. Gas Natural Fenosa ha encargado a la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) un estudio que concluye que, si uno de cada cuatro coches del parque automovilístico de ciudades como Barcelona o Madrid utilizaran gas natural como combustible, la contaminación podría caer hasta un 20%.
El estudio que ha coordinado el catedrático José María Baldasano realiza la simulación para las dos principales ciudades del país:
- En el caso de Madrid, si el 23% del parque automovilístico usara gas se reduciría un 22% la emisión de gases contaminantes a la atmósfera. En concreto, Madrid emitiría 99 toneladas menos cada día de las 485 que emite en la actualidad. Madrid dispone en la actualidad de 790 autobuses con propulsión a gas de una flota total de 2.000.
- En el caso de Barcelona, si el 26% del parque automovilístico usara gas, la reducción de la contaminación sería del 17%. En concreto, la ciudad condal recortaría 38 toneladas diarias su contaminación frente a las 223 que emite diariamente. Barcelona cuenta en la actualidad en 400 de sus 1.000 autobuses con motores de gas natural.
El Partido Popular defiende la introducción de incentivos fiscales para los coches eléctricos y de gas en una proposición no de ley pactada con Industria y Hacienda y que será debatida en el Pleno del Congreso en las próximas semanas. Fuentes del PP defienden que se pretende imitar el modelo italiano, en el que hay dos millones de vehículos a gas natural frente a los apenas 4.000 que circulan hoy por las ciudades y carreteras españolas.
Los efectos medioambientales de la medida
El argumento de calidad del aire es la línea central de la defensa que tanto Gas Natural como Sedigas, la patronal de empresas de gas, han hecho ante el Partido Popular. Según sus cálculos, el parque automovilístico es el responsable del incumplimiento de la directiva europea que obliga a reducir la concentración de óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas contaminantes (PM) por debajo de los 40 microgramos por metro cúbico, un nivel que se rebasa ampliamente en la actualidad. La documentación remitida al PP reporta una reducción de NOx del 80% y un recorte de CO2 del 25% para los coches que el PP quiere bonificar fiscalmente. A cambio, la patronal del gas reclama:
- Aumentar el número de estaciones para repostar gas natural vehicular. En la actualidad sólo hay 81 puntos de repostaje. Las iniciativas del PP plantean ampliar esos puntos, también para el mercado de coches eléctricos.
- Ampliar el número de provincias con estaciones públicas de suministro. A día de hoy, 21 provincias disponen de esas instalaciones, entre ellas, Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia.
Junto a ese argumento, las comercializadoras de gas apuntan también a la reducción de la contaminación acústica. Los vehículos eléctricos y de gas reducirán niveles que, en la actualidad, superan lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
Las críticas a la medida
Los expertos en el mercado de la energía critican la política que se anuncia porque -según denuncian- servirá para compensar a las eléctricas y gasistas por la menor recaudación actual. "La desesperación del PP para que gasistas y eléctricas facturen más es cada día más evidente", afirma el ingeniero industrial y miembro de la Fundación de Energías Renovables, Jorge Morales de Labra.