David Cameron fue el último primer ministro británico activo en pisar Gibraltar. Cameron participó en un acto a favor de la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea en el año 2016. La victoria del brexit provocó la dimisión de Cameron, que seis años después ha regresado a primera línea como nuevo ministro de Exteriores británico. La firma del acuerdo post brexit con España sobre el nuevo estatus de Gibraltar será una de sus primeras decisiones.
El pacto final es inminente. Todo está atado. La llegada de Cameron al Foreign Office y la investidura de Sánchez permitirá al Gobierno suscribir este acuerdo determinante para el futuro de la colonia inglesa antes de cerrar el semestre de presidencia española del Consejo Europeo. "Ya queda menos", reconocen desde el entorno del ministro José Manuel Albares.
Cameron agitó la bandera de Gibraltar en varias ocasiones durante su mandato. La más significativa fue durante la campaña del referéndum del brexit. El entonces primer ministro visitó el Peñón, consciente del apoyo abrumador de la colonia a su permanencia en Bruselas, hizo campaña en este territorio. La visita de Cameron fue la primera de premier británico en activo en casi 50 años. Y provocó la queja formal de Mariano Rajoy y su Gobierno.
David Cameron y Gibraltar
El destino ha querido que sea precisamente Cameron quien estampe su firma en el acuerdo más relevante sobre el estatus jurídico de Gibraltar en décadas. Hay ministro en Reino Unido, también en España tras la investidura y la administración de Fabián Picardo, revalidó mandato en Gibraltar a mediados de octubre.
El acuerdo post brexit se basa en la oferta conocida como "Zona de prosperidad compartida" planteada formalmente por el Gobierno español a la Unión Europea. El plan contempla la eliminación de la Verja para garantizar la plena fluidez en el tránsito de personas sin la renuncia de España a la soberanía y jurisdicción sobre el Peñón. El apoyo de Gibraltar al 'remain' en Europa superó el 95% en la consulta del 2016. La economía gibraltareña no puede subsistir si sale del espacio Schengen de la UE.
La propuesta de acuerdo contempla, según el plan original, que España pase a controlar, en nombre de Schengen, las fronteras exteriores de Gibraltar y que, para ello, pueda ejercer determinadas funciones y competencias, necesarias para proteger la integridad y seguridad del espacio compartido de la Unión.
Este punto es el que más duele en Gibraltar, que ha ido perdiendo progresivamente apoyo desde Londres. El Gobierno británico quiere ir cerrando todos los aspectos del brexit y la colonia no está en la lista de prioridades. Esta es la realidad que ha tenido que afrontar Picardo en los últimos meses.
La cercanía del pacto ha provocado pequeños picos de tensión en la zona. El más grave fue en septiembre, cuando agentes británicos abordaron un pesquero español. Un episodio calificado como intolerable por las autoridades españolas. Estos días, cuando la investidura de Sánchez se daba por hecha, han vuelto a producirse.
España deniega la entrada a 35 británicos
Gibraltar ha denunciado que las autoridades españolas han rechazado la entrada en nuestro país de 35 personas con pasaporte británico procedentes del Peñón. El Reino Unido no forma parte de la Unión Europea, pero Gibraltar entiende que "el statu quo vigente no ha cambiado". "No hay constancia de que a ningún ciudadano británico que haya presentado su pasaporte y una tarjeta de identidad de Gibraltar se le pidiese una justificación de su viaje", dijo la administración gibraltareña en un comunicado.
Albares ha guardado silencio durante esos de Gobierno en funciones a la espera de poder sacar adelante el acuerdo. En septiembre, el jefe de la diplomacia española señaló que el objetivo de este acuerdo es el bienestar "de los 270.000 españoles que viven en el Campo de Gibraltar".
"Todas estas circunstancias, como otras muchas a las que hemos asistido, lo que demuestra todavía más la necesidad de alcanzar ese acuerdo entre España y el Reino Unido sobre Gibraltar para crear esa zona de prosperidad compartida entre Gibraltar y el campo de Gibraltar", dijo Albares. "Se trata de solventar situaciones que son claramente absurdas y que, de ser resultas, sería mutuamente beneficioso".
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