Dimas Gimeno, su hermano Miguel Ángel Gimeno y su madre María Antonia Álvarez se han pronunciado por primera vez en relación a la querella interpuesta por presunto espionaje con Pegasus en El Corte Inglés bajo su mandato. Los familiares directos de Isidoro Álvarez han cargado duramente contra los querellantes, acusándoles de querer extorsionarles, y han pedido al juzgado que silencie el avance de este procedimiento penal, desvelado en exclusiva por Vozpópuli.
Se trata de los primeros escritos que los investigados presentan al Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid después de la admisión a trámite de la querella por delito de revelación de secretos. En su respuesta tratan de desmentir a los denunciantes, asegurando que su relato está "plagado de mentiras y falsedades", y sostienen que el escrito "está al servicio de la prensa amarillista disfrazada de querellante para fabricar sus propias noticias".
Los tres denunciantes, por su parte, ya han respondido a Dimas Gimeno advirtiendo que emprenderán acciones legales futuras si así lo consideran ante estas acusaciones "carentes de fundamento", según consta en la nueva documental adherida a la causa y a la que ha tenido acceso Vozpópuli. El siguiente paso es que los querellantes (personas de confianza del fallecido Isidoro Álvarez) ratifiquen sus acusaciones ante la magistrada Inmaculada Lova.
"Podría manipular"
La instructora les citó poco antes de admitir a trámite la querella interpuesta en diciembre. En la misma, Ángel Barutell, su esposa Gloria Allende y el periodista Eulogio López pedían que se abriera una investigación penal contra Dimas Gimeno por utilizar el programa de espionaje Pegasus durante su etapa como presidente de El Corte Inglés. Según sostienen, el empresario, su hermano y la madre de ambos espiaron a consejeros de los grandes almacenes en plena pugna por la herencia de Isidoro Álvarez.
Solicitamos al juzgado que aperciba a las partes personadas para que se abstengan de difundir el contenido del sumario
Según explicaron, ellos mismos fueron víctimas de este fuego cruzado en tanto les clonaron los teléfonos alegando que les iban a hacer un barrido de seguridad. En la querella apuntaron que los hechos se remontan a comienzos de 2018 cuando éstos les pidieron ayuda para actuar en los tribunales contra las hermanas Marta y Cristina Álvarez, hijas adoptivas de Isidoro Álvarez y herederas universales de su emporio. Por ello pidieron que se les investigara por delito de revelación de secretos, extorsión y pertenencia a organización criminal.
Tras su admisión a trámite, los querellados se han manifestado por primera vez para denigrar el contenido del escrito y pedir que los tres testigos ratifiquen su acusación en persona en el juzgado. La defensa de Ángel Barutell solicitó hacerlo por videoconferencia a tenor de los problemas de salud que padece. Al respecto reclamó al juzgado que su esposa, también querellante, le ayudara a comunicarse con la magistrada debido a su problema de garganta.
Gimeno y sus dos familiares han irrumpido en escena oponiéndose a la petición y abriendo el primer frente en la causa antes de ser citados a declarar. Según sostienen sus abogados, el que fuera hombre de confianza de Isidoro Álvarez debe comparecer en persona en el juzgado ya que, de lo contrario, "podría ser manipulado". "La sustitución por videoconferencia permitirá la manipulación, contaminando la declaración que quedaría fuera del control judicial", alega la defensa de María Antonia Álvarez.
Silenciar a la prensa
La respuesta no se ha hecho esperar. Los abogados de los querellantes contraatacan asegurando que Barutell "ni ha sido ni será nunca manipulado" y que, aunque no pueda expresarse en voz alta, "tiene capacidad jurídica plena" para declarar. Al respecto recuerdan que ellos comparecen en calidad de víctimas y de denunciantes, no de investigados, y apelan al Estatuto de la Víctima.
"Son derechos adquiridos que no puede intentar vulnerar la querellada Sra. Álvarez, tal y como pretende en su escrito", alegan y añaden: "A las afirmaciones maliciosas recogidas en el escrito de Álvarez nos referiremos en el momento procesal oportuno, considerando que la oposición a una petición de declaración por Zoom una vez acreditado con informes médicos la situación física de Barutell, no es el cauce correcto para realizar tamañas acusaciones carentes de fundamento".
La querella (surge) al negarse mi representada a transigir con la extorsión económica que se ha pretendido por los querellantes en los últimos mesesEscrito de la defensa de María Antonia Álvarez
Del mismo modo, la madre de los hermanos Gimeno lanza un ataque velado a este medio, el cual desveló la existencia de esta querella el pasado 2 de junio. Al respecto sostiene que el documento -que tilda de "querella catalana"- está al servicio de la "prensa amarilla" y que el mismo es resultado de negarse a "transigir con la extorsión económica que se ha pretendido por los querellantes en los últimos meses".
Móviles clonados y micrófonos ocultos
Dimas Gimeno se suma a las críticas por la difusión en prensa de este proceso y, tras enumerar algunas de las informaciones publicadas por este diario, pide a la magistrada Inmaculada Lova que ponga freno a las "filtraciones". Sostiene que la Ley prohíbe que las partes de un procedimiento difundan el contenido del sumario, aunque la causa no esté sujeta al secreto que regula el artículo 302 de la LECrim. Pese a ello, dicen, se han publicado informaciones en prensa de este procedimiento penal.
"Algunas de las partes personadas en el procedimiento o algún funcionario público ha hecho caso omiso y, en consecuencia, ha vulnerado tal precepto legal, informando a la prensa tanto del contenido de la querella como de los informes y resoluciones que constan en el presente procedimiento judicial", expone Gimeno. Al hilo solicita a la magistrada que aperciba a las partes personadas para que no difundan el contenido del sumario y la querella.
En la misma los denunciantes relatan como fueron víctimas del clonado de sus teléfonos así como de una campaña de seguimientos y vigilancias que nació a tenor de la guerra interna en El Corte Inglés. Relatan que sufrieron "un auténtico calvario" impulsado por los hermanos Gimeno pese a que se postularon a ayudarles en su lucha en los tribunales contra las hermanas Álvarez.
Así, apuntan que se encontraron micrófonos ocultos en el dormitorio y la biblioteca del domicilio de Barutell y que un individuo irrumpió en el garaje en lo que consideraron como una amenaza del empresario. También explicaron que un vehículo permaneció aparcado en la puerta de su domicilio más de un año y medio y que los querellados se vanagloriaron de contratar una "agencia de espionaje internacional" para controlar a los consejeros de El Corte Inglés. En concreto apuntan a la contratación de tres firmas: Kroll, Intelligence Bureau y NSO Group. Esta última es la empresa israelí que comercializa con el software Pegasus.
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