El Gobierno de Pedro Sánchez ya ha tomado una determinación contra doce "colonos israelíes violentos" asentados en Cisjordania sobre los que anunció sanciones: ninguno de ellos podrá entrar en España, tal y como consta en un documento oficial consultado por Vozpópuli. La aplicación de esta medida llega después de que la Unión Europea no pudiera tomar una determinación conjunta sobre este grupo, debido al veto de Hungría, con Viktor Orban al frente.
A estos colonos israelíes se les acusa de liderar acciones violentas contra civiles palestinos en Cisjordania, con delitos que incluirían asesinatos. Estos asentamientos -no sólo en Cisjordania, también en Jerusalén o en los Altos del Golán- son objeto de denuncia de parte de la comunidad internacional, incluidos varios organismos de la ONU, al entender que propician el desplazamiento de los palestinos.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, explicó en marzo ante la Comisión Mixta Congreso-Senado que estudiaba una batería de sanciones contra los colonos violentos, acusados de hostigar a la población palestina para abandonar Cisjordania.
Lo cierto es que el Gobierno tiene una lista con docenas de nombres, individuos señalados por llevar a cabo estas acciones de presión. La diplomacia española aspiraba a que las sanciones contra todos ellos se asumieran de forma colectiva desde la Unión Europea, pero el veto de Hungría impidió una resolución conjunta.
Colonos israelíes
Así, algunos de los países aliados optaron por estudiar sanciones de forma individual. Entre ellos, España. "Tras haber copatrocinado un régimen de sanciones europeo contra Hamas, España impulsó el pasado 18 de marzo la adopción de sanciones contra colonos violentos en Cisjordania", señala ahora el Gobierno en una respuesta parlamentaria ante preguntas del Partido Popular, cuyos diputados interpelaban sobre la postura de España en este asunto.
En la respuesta, el Gobierno anuncia oficialmente que "España también ha adoptado a nivel nacional medidas restrictivas contra doce colonos violentos en Cisjordania, que incluyen la prohibición de entrada en el territorio nacional".
Y añade: "El Gobierno recuerda que los asentamientos son contrarios al Derecho Internacional, dificultan la aplicación de la solución de dos Estados y constituyen un obstáculo para la paz".
La decisión del Gobierno de España se alinea con la de países como Estados Unidos, Reino Unido o Francia, entre otros, que de forma unilateral han tomado determinaciones similares contra los llamados colonos violentos israelíes.
La postura de España
El Ejecutivo de Pedro Sánchez, además, insiste en la necesidad de la declaración de dos Estados como solución definitiva a la crisis que se vive entre Israel y Palestina; unas manifestaciones que han despertado un profundo malestar en el país hebreo -llegó a retirar a su embajadora en España- al entender que el reconocimiento supondría un 'premio' a Hamás tras su ataque terrorista del pasado 7 de octubre.
La posición del Gobierno de Sánchez sobre el ataque de Irán con misiles contra Israel, que propició el despliegue de las capacidades militares de Israel y sus aliados, también ha sido objeto de airada polémica en esferas políticas de España. Inicialmente, en la misma noche del ataque, Sánchez anunció que "Seguimos con máxima preocupación los acontecimientos en Oriente Próximo": "Hay que evitar a toda costa una escalada regional".
La "condena" de Sánchez ante la agresión iraní no llegó hasta el día siguiente: "Tras una larga y angustiosa noche en la que se ha confirmado la escala del ataque perpetrado por Irán, el Gobierno de España lo condena". Y añadía: "La respuesta de todos los líderes internacionales exige responsabilidad y contención".
Por su parte, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha condenado "sin matices ni titubeos" el ataque de Irán con drones y misiles perpetrado en las últimas horas contra Israel, y ha acusado además al Gobierno de España de quedar, "otra vez, último en la defensa de las libertades y en la defensa de las democracias occidentales".
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