Desde la creación del Consejo de Transparencia en 2014, la rendición de cuentas por parte de las administraciones ha ido a peor año tras año. Siguiendo esa inercia, el Gobierno de coalición y las comunidades autónomas batieron récords de opacidad en 2020. En cuanto al Ejecutivo central, se limitó a contestar la contestar prácticamente la mitad de las peticiones de información admitidas por Transparencia, de acuerdo con los datos consultados por Vozpópuli, que arrojan la peor valoración de la serie histórica
El balance de cifras no tiene en cuenta las muchas peticiones de información que no son contestadas en primera instancia por los distintos órganos de la Administración General del Estado. Tampoco las que, tras ser rechazas, son denegadas por Transparencia, como las relativas al Delcgygate o a la marcha del rey Juan Carlos. De las que sí fueron admitidas por el Consejo, sólo el 60,4% de las preguntas fueron resueltas, esto es, 116 de las 192 solicitudes que se realizaron en total. Y ello a pesar de que el volumen de trabajo durante el año de la pandemia estuvo lejos de las 412 de 2019 o las 351 de 2018, cuando se cumplieron el 70’9% y el 82,1%, respectivamente.
Del resto de las solicitudes formuladas en 2020, el 4,7% (nueve) están siendo objeto de un proceso contencioso-administrativo, emprendido por el particular que realiza la petición, con la personación del Consejo de Transparencia. Sobre el 21,9% (42) no consta cumplimiento. El 13% restante (25) se encuentran en proceso de “tramitación”, por lo que el resultado es indeterminado en este momento.
Por ministerios, el que recibió más reclamaciones fue el de Interior (134, el 14,89%), le sigue de Presidencia del Gobierno (62, el 6,89%), en tercer lugar figura Justicia (46, el 5,11%) y la cuarta plaza es para Política Territorial y Función Pública (45, el 5%).
Estos datos, a falta de que sean definitivos, marcan un récord de opacidad por parte del Gobierno central que se repite también en el balance autonómico. Las comunidades únicamente han respondido el 65% (101) de las 155 peticiones presentadas, frente al 76,1% del año anterior, en el que se formularon un total de 440 solicitudes. Casi el 10% de las restantes siguen “en tramitación” y del otro 21,6% “no consta cumplimiento” por ahora.
Reformar la Ley de Transparencia
Las cifras del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno muestran una tendencia que se mantiene desde su creación en 2014 precisamente para promover la rendición de cuentas por parte de las administraciones. Siete años después, expertos en la materia consideran que este órgano y la propia Ley de Transparencia y Buen Gobierno se han quedado obsoletos y requieren de una revisión para garantizar el acceso efectivo al derecho a la información pública.
El Gobierno, lejos de trabajar en ese sentido, ha maniobrado para silenciar la labor del Consejo de Transparencia colocando al frente del mismo a José Luis Rodríguez Álvarez, quien lleva desde que accedió al cargo sin ofrecer entrevistas y su política de opacidad se ha extendido al propio órgano. Desde su nombramiento, Transparencia ha dejado de dar declaraciones a nivel oficial, rompiendo así con su tradición y vocación aperturista. Además, cesó a dos importantes cargos del Consejo.
El Gobierno, lejos de revertir la tendencia, ha colocado al frente del Consejo de Transparencia a José Luis Rodríguez Álvarez, quien lleva meses sin ofrecer entrevistas y ha prohibido que al órgano dar declaraciones oficiales
El pasado verano, el Consejo de Transparencia pidió abiertamente más personal para hacer frente al creciente volumen de trabajo que acumula la institución. “Somos 22 y deberíamos ser unos 60”, decía el pasado mes de julio el expresidente en funciones, Javier Amorós, en una entrevista con el diario ABC. Amorós se fotografió junto a la entonces subdirectora Esperanza Zambrano en una atípica estampa de funcionarios de carrera abriendo las puertas de un organismo público para hablar de sus problemas, como la situación de interinidad en la que se encontraba el Consejo desde el fallecimiento en noviembre de 2017 de su primera presidenta, Esther Arizmendi.
Tanto Amorós como Zambrano fueron destituidos por Rodríguez Álvarez hace pocas semanas, después de que estos dos puntales del organismo avalan peticiones de información comprometedoras para el Ejecutivo, como las cuestiones relativas a las vacaciones del presidente Pedro Sánchez, sus vuelos en el Falcon o documentación sobre la gestión de la crisis sanitaria, entre otros muchos conflictos del Gobierno con el Consejo de Transparencia.
Críticas a la opacidad del Gobierno desde el estallido de la pandemia
El balance anual del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno no es sino la confirmación de la razón de las críticas por la opacidad del Ejecutivo central desde el estallido de la pandemia del coronavirus. Ya en el mes de abril, expertos en transparencia lamentaron la falta de rendición de cuentas por parte del Ejecutivo central aprovechándose de la vigencia del estado de alarma, como informó este diario.
El Gobierno central congeló el Portal de Transparencia durante los primeros meses del estado de alarma
Además de la ausencia de control parlamentario y periodístico en las semanas más duras de la pandemia, otra de las polémicas que protagonizó el Gobierno fue la 'congelación' del Portal de Transparencia durante meses, lo que imposibilitó la fiscalización de la actividad del Ejecutivo en un momento crucial para España.
M2512
Una más
Boyevik
El título está incompleto. Lo correcto sería: " ...... deja sin respuesta el 40% de las preguntas y a las que responde miente"
pepepelotas
Ese gran gobierno progresista y de la transparencia del que querían convencernos los picapiedra, ha quedo como el mas oscuro y menos democrático desde la transición (el que más decretazos y menos consultas con los agentes implicados)
javier adormidera
No se porque no puedo publicar ningún comentario.
javier adormidera
Esto falla mas que una escopeta de feria.
erasmus
Un gobierno de golfantes cuya única finalidad es ocultar sus fechorías.
birmania
Los gobiernos comunistas son así. No contestan o contestan lo que peta en el momento, cualquier cosa menos la verdad porque la verdad acabaría con ellos.
IgnatiusReilly
El "Despotismo Iletrado" en su máximo esplendor. !!Porque yo lo valgo, oiga!!. Pasan de "estar al servicio de los ciudadanos". Demasiada soberbia, ineptitud y trilerismo, que no les queda mas remedio que tratar de ocultar. Lo peor de todo, es que nada les pasa factura. Con el tiempo acabarán instaurando de nuevo, el "derecho de pernada".