El Gobierno empieza a concretar pasos en torno a un túnel capaz de unir el país con Marruecos tras el acercamiento en 2023 para el reinicio de la 'eterna' iniciativa. En estos momentos, las autoridades de los dos países mantienen contactos de cara a rubricar los términos de la nueva estrategia general y del plan de actuaciones conjunto hasta 2026 -cuando la Unión Europea espera el nuevo anteproyecto-, si bien el acuerdo entre las partes pende todavía de negociación y su escenificación, de un nuevo Comité Mixto Hispano-Marroquí en cuestión de pocos meses.
Sobre la mesa de las conversaciones, está en discusión la aportación económica que corresponderá a cada país para la promoción de la iniciativa, al margen de los 2,3 millones presupuestados por Moncloa con cargo a los fondos Next Generation de la UE, como así también la posible cabida de financiación procedente de otros países y organismos.
Por lo pronto, la novedad de los últimos meses dentro de Secegsa, el ente tutelado por el ministerio de Transportes que se dedica desde hace décadas a explorar la viabilidad de la iniciativa, pasa por la ayuda que ha comenzado a llegar desde Estados Unidos. Más en concreto, desde el Servicio Geológico del país norteamericano, (USGS), adscrito al Departamento de Interior de la Administración que preside Joe Biden.
El ente español que supervisa el ministro Óscar Puente ha contratado los servicios de la agencia americana tras un memorándum de entendimiento sellado entre la propia Sociedad Española de Estudios para la Comunicación Fija a través del Estrecho de Gibraltar y el USGS el pasado 3 noviembre de 2023, coincidente con una etapa de creciente cercanía entre la Administración demócrata y las autoridades marroquíes.
El inicio de la colaboración entre Secegsa y el USGS se saldó con un importe a favor de la entidad americana de 178.915,17 euros por una parte de sus servicios, que habrían de continuar este año. Todo ello, informan desde el ente español, en paralelo a una "intensificación" de las colaboraciones del Instituto Geográfico Nacional y el Real Observatorio de la Armada en pos de avanzar en un Plan de Investigación Técnico y Científico pendiente desde 1989.
Un nuevo impulso al túnel de Marruecos desde EEUU
Las primeras labores del Servicio Geológico de EEUU han representado la principal partida de aprovisionamientos en 2023 de Secegsa, que se mantiene en funcionamiento gracias al incremento de ayudas desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
La sociedad que preside en el día a día el general José Luis Goberna Caride suma cerca de 2,8 millones de euros en ayudas presupuestadas por el Gobierno en los últimos dos años, a los que cabría añadir al menos alrededor de un millón de euros más de fondos europeos previstos antes de junio de 2026.
Las cifras de financiación por parte del Gobierno socialista contrastan con los 50.000 euros en total que recibió Secegsa el último año completo del anterior gobierno, el de Mariano Rajoy. De hecho, el Comité Mixto Hispano-Marroquí convocado por España a principios de 2023 fue el primero desde octubre de 2009. Antes, se habían celebrado medio centenar de comités desde el primero en 1979, con una inversión acumulada de varias decenas de millones que no llegaron a cristalizar en un plan concreto de actuaciones.
Un presupuesto total milmillonario
En paralelo a las investigaciones del medio físico de los geólogos americanos, el Ejecutivo de Sánchez ha confiado los estudios de ingeniería a la empresa pública Ineco, asignándole la tarea de alistar un nuevo anteproyecto para la potencial obra antes de mediados de 2026. Para entonces, Ineco tendrá que haber actualizado el elaborado en 2007 por la española Typsa, la marroquí Ingema, la suiza Lombardi y la italiana Geodata.
El encargo, financiado con los citados fondos Next Generation, requiere a Ineco que defina las alternativas de construcción y su viabilidad, así como su correspondiente estudio de seguridad y también, una estimación del coste presupuestario para el conjunto de las obras, incluidas las del lado marroquí.
Las primeras estimaciones que han trascendido dan cuenta de una horquilla milmillonaria, de entre 5.000 y 10.000 millones de euros. Unas cifras que habrían de ser financiadas en buena medida por instituciones públicas, supranacionales europeas y africanas, de acuerdo a fuentes internas, ya que se trata de un proyecto especialmente costoso sin rentabilidad más que a largo plazo.