En España hay un Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), a cuyo frente está Fernando Simón. Se está trabajando en la creación de un Centro Nacional de Salud Pública. Contamos también con una Dirección General de Salud Pública, de la que depende a su vez la Subdirección General de Sanidad Exterior. Todos estos organismos se encargan de monitorizar la marcha de la pandemia, entre otras funciones. Todos realizan informes, y están compuestos por especialistas en la materia. Para el Gobierno de Sánchez no era suficiente, y se 'sacó de la manga' la figura del "Embajador en Misión Especial para la Crisis Internacional del covid-19 y la Salud Global". Al frente de este organismo de 14 palabras se encuentra Borja Cabezón, cuyo currículo carece de bagaje sanitario.
Su nombramiento a dedo levantó críticas fuera y dentro del Ejecutivo. El Partido Popular y Ciudadanos registraron sendas preguntas en el Congreso de los Diputados para que el Gobierno justificase el nombramiento de Borja Cabezón para un puesto a priori innecesario. El Ministerio de Asuntos Exteriores ha salido en defensa de Cabezón argumentando en su respuesta parlamentaria, a la que ha accedido Vozpópuli, que "hace informes diarios".
"La labor que realiza el Embajador en Misión Especial para la Crisis Internacional del covid-19 es el seguimiento de la evolución internacional de la crisis de la covid-19 mediante la realización de informes específicos de carácter diario y semanal con datos obtenidos de múltiples fuentes, incluidos los que recogen las Embajadas de España en el exterior en los países ante los que están acreditadas", dice textualmente la respuesta.
En resumen, Cabezón se encarga de recolectar datos de "múltiples fuentes", incluyendo las embajadas nacionales, para elaborar un informe diario sobre la situación de la pandemia a nivel global. Una tarea que se solapa con los informes diarios que realiza también el equipo de Simón, compuesto por médicos especialistas, y que también recogen la situación internacional.
"Esta información se transmite y analiza mediante una herramienta informática específica desarrollada al efecto -presumen desde el Gobierno-. Dado el carácter transversal de esta información, los informes realizados se distribuyen, además del al titular del departamento, a las cuatro Secretarías de Estado y a otras unidades del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación y del Ministerio de Sanidad, además de las Representaciones Permanentes de España en Bruselas y Ginebra", continúa el Ejecutivo.
Al margen de estos informes, el equipo de Pedro Sánchez sostiene que Cabezón servirá de nexo de unión covid entre los diferentes estamentos de Exteriores y Sanidad: "Mantiene un contacto fluido y una colaboración estrecha con todas las Secretarías de Estado del Ministerio en los ámbitos de sus respectivas competencias, así como con el Ministerio de Sanidad a través, especialmente, de la Subdirección General de Relaciones Internacionales y de la Subdirección General de Sanidad Exterior".
Donación de vacunas
Al parecer, también "recibe múltiples consultas que se realizan desde las Embajadas de España en el exterior" y "participa, dentro del ámbito de sus competencias, en las operaciones que se realizan de donación de vacunas". Es decir, que influye también en las donaciones de vacunas que está llevando a cabo nuestro Gobierno, un elemento más de diplomacia.
Finalmente, se le ha asignado la participación "en las diversas reuniones que tienen lugar periódicamente en el ámbito de la salud (Organización Mundial de la Salud), así como en diversas iniciativas internacionales, como el Plan Global de Acción lanzado por el presidente Biden".
Sobre la idoneidad de su fichaje, dada su inexperiencia total en el ámbito sanitario, el Gobierno se limita a responder a la pregunta emitida por los diputados de Ciudadanos José María Espejo-Saavedra y María Carmen Martínez que la ley lo avala: "El artículo 44.4 de la Ley 2/2014, de 25 de marzo, de la Acción y del Servicio Exterior del Estado, establece que los Embajadores serán designados y cesarán por real decreto acordado en Consejo de Ministros a propuesta del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación".
El 'colocado' de Sánchez
Sin embargo, como ya informó este diario, Cabezón no fue una elección del ministro de Exteriores, José Manuel Albares. Pedro Sánchez y su exjefe de Gabinete, Iván Redondo, llevaban tiempo buscándole destino. Su designación como embajador covid despertó la indignación en el seno de Exteriores, donde se comentó que se había metido "con calzador" a Cabezón en un cargo sin sentido.
Por otra parte, el cuerpo diplomático está harto de los calificados como "embajadores políticos", algo sobre lo que se refirió la Asociación profesional de la Carrera Diplomática (ADE). Y es que la vía diplomática se ha convertido en agencia de recolocación de excargos de Sánchez como el exministro José Manuel Rodríguez Uribes, ahora en la Unesco, o de la exministra Carmen Montón, embajadora de España ante la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington.
Investigado por el PSOE
Cabezón fue propuesto para director de Casa América, pero el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid -que forman parte del patronato de la institución- se opusieron al mismo, dando fruto a la única vez que Iván Redondo llamó por teléfono a Miguel Ángel Rodríguez para pedirle expresamente el favor.
En el PSOE, Cabezón también cuenta con enemigos. Fue acusado de inscribir a 11 personas de forma fraudulenta en la localidad madrileña de Majadahonda. La comisión de Ética y Garantías del partido, presidida en aquel tiempo por la exministra y actual embajadora de España ante la Santa Sede, Isabel Celaá, rechazó abrir un procedimiento contra él.
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