España

El Gobierno quiere echar a los benedictinos del Valle de los Caídos: "No pueden estar en ese emplazamiento"

El Ejecutivo busca la complicidad de la Santa Sede para forzar la salida de los monjes y se de plazo hasta finales de 2025

El Valle de los Caídos, ahora conocido como Valle de Cuelgamuros
El Valle de los Caídos, ahora conocido como Valle de Cuelgamuros Europa Press

El Gobierno negocia con el Vaticano la salida de la congregación de monjes benedictinos del Valle de los Caídos, ahora Cuelgamuros, y espera que sea efectivo para finales del año próximo.

La Moncloa es consciente de la dificultad de su plan, y admite que si los monjes no abandonan por su propio pie el emplazamiento tendrán que echarlos, tareas que prevén difícil. Es por esto que buscan la complicidad de la Santa Sede, tarea que ha asumido el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, responsable de las relaciones con la Iglesia, según precisan las citadas fuentes, información recogida por Europa Press.

El Gobierno ve lógico y necesario un acuerdo con el Vaticano en el hipotético caso de que los monjes no quieran abandonar su residencia actual, de esta forma, involucrada la Santa Sede, la decisión tendrá que ser acatada obligatoriamente por los benedictinos.

"No pueden estar en ese emplazamiento"

Pase lo que pase, el Gobierno ha dejado claro que no quiere a la congregación en Cuelgamuros y así lo señaló el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres hace unas semanas en un pleno del Senado, en el que explicó la agenda de su cartera para la legislatura.

"No pueden estar en ese emplazamiento y así lo haremos", aseguraba el ministro que al mismo tiempo recalcaba que la identificación del Estado con una determinada confesión religiosa "ha quedado superada".

Durante su intervención en la Cámara Alta el ministro apuntó que la posición de la Iglesia Católica respecto al Estado y a la sociedad en general se verá reforzada con la "cooperación" para reubicar a los monjes, un argumento que el Ejecutivo podría poner encima de la mesa en sus conversaciones con el Vaticano.

Para el Ejecutivo, que los benedictinos abandonen su convento es algo imprescindible para cumplir con la Ley de Memoria Democrática y recientemente ha constituido una comisión interministerial dirigida a la resignificación del Valle de los Caídos y transformarlo en un centro de interpretación.

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