El Gobierno se prepara para la expulsión de diplomáticos españoles de Rusia, según ha sabido Vozpópuli. Así lo ha trasladado la embajada en Moscú al Ministerio de Asuntos Exteriores. La legación teme un movimiento de estas características por parte de Vladimir Putin, aunque no sabe "cuando y en qué términos". Lo lógico, según fuentes consultadas por este diario, es que afecte a diplomáticos de la lista de países que Rusia ha declarado como "inamistosos" por su reacción en contra de la invasión de Ucrania.
Las autoridades rusas han incluido a España, junto al resto de socios de la Unión Europea, en su lista negra. Putin ha impuesto prohibiciones económicas en la medida de sus posibilidades como respuesta a las sanciones que Europa, Estados Unidos y otros países han aprobado contra Rusia.
El siguiente paso, según estas fuentes, puede producirse en el frente diplomático, con la expulsión de personal internacional y la ruptura de relaciones con los países señalados por el Kremlin.
El Gobierno, ante las expulsiones
La escalada bélica no ha supuesto de momento la salida de los embajadores rusos de Europa, ni viceversa. Pero el Ministerio de Exteriores se prepara ya para esta eventualidad, que comenzará, según su propia análisis, con la expulsión de funcionarios diplomáticos españoles "más pronto que tarde". El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, animó recientemente a los 3.000 españoles residentes en Rusia a abandonar el país lo más rápidamente posible.
España cuenta con una embajada en Moscú y un consulado en San Petesburgo. Se trata de una treintena de personas entre encargados, agregados y consejeros sectoriales, entre otros. Lo habitual es que, llegado el caso, el Gobierno responda de forma recíproca. Es decir, que expulse a al menos al mismo número de diplomáticos rusos de nuestro país.
No es la primera vez que España y Rusia alcanzan este nivel de choque diplomático en los últimos años. En marzo del 2018, hace justo cuatro años, el Gobierno de Mariano Rajoy expulsó a dos diplomáticos de la Embajada rusa en Madrid como represalia al envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal y su hija en Salisbury (Reino Unido).
España dio siete días a los funcionarios rusos, que tenían categoría de agregados, para abandonar el país. Exteriores dijo en un comunicado que "el atentado perpetrado en Salisbury mediante el empleo de un agente neurotóxico es un hecho de extrema gravedad que representa una seria amenaza a nuestra seguridad colectiva y el derecho internacional". Rusia respondió en aquel caso con el principio de reciprocidad y expulsó a diplomáticos de 23 países, entre ellos España.
La invasión rusa de Ucrania alcanza ya las dos semanas sin que las tropas de Rusia hayan logrado tomar las principales ciudades del país. Hay un número indeterminado de víctimas mortales y millones de desplazados. La Unión Europea y Estados Unidos han aplicado sanciones económicas sin precedentes, y se preparan para adoptar más.
Cumbre europea en Versalles
Los jefes de Estado y de Gobierno se reúnen a partir de este jueves en Versalles (Francia) en una cumbre informal. La cita estaba convocada con anterioridad a la guerra, pero el conflicto bélico ha condicionado obviamente la agenda. La nueva política energética de la Unión para hacerla menos dependiente del gas ruso será uno de los asuntos prioritarios, pero no el único. Es un tema delicado sobre todo tras el veto de Estados Unidos al petróleo ruso. Sin embargo, los países del Norte del continente, como Alemania, son especialmente dependientes del gas de Moscú y temen un crisis de abastecimiento. El objetivo de la UE es actuar por unanimidad, como ha ocurrido con las sanciones.
Los 27 quieren abordar además el incremento de su Presupuesto de Defensa, una declaración conjunta con la OTAN, que llevaba negociándose desde hace meses, y la petición de Ucrania de entrar en la Unión Europea. El proceso de adhesión no será rápido. Según fuentes del Gobierno, "hay que respetar los tiempos". Pero la carta firmada por el presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski, ya ha sido remitida por acuerdo de los Estados a la Comisión Europea, que debe emitir un dictamen.
Las opciones que hay encima de la mesa son varias. La Comisión puede darle el estatus de país candidato, algo poco probable a corto plazo. Pero se pueden aprobar medidas para intensificar la asociación entre el país ucraniano y la Unión.
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