"España no va a negar el derecho de asilo a nadie. No lo hemos hecho antes y no lo vamos a hacer ahora", aseguró este jueves el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sobre la crisis de refugiados sirios en su comparecencia en La Moncloa junto al primer ministro británico, David Cameron. Pero, ¿cuál ha sido en realidad, con datos sobre la mesa, la respuesta que se ha dado en los últimos años a todos los sirios que pedían estancia en España para dejar atrás un país en guerra?
La estadística que maneja el propio Ejecutivo popular revela, según ha constatado Vozpópuli, que si bien España atendió el grueso de las peticiones sirias de residencia y asilo, no todo fue solidaridad y puertas abiertas para esos civiles. En concreto, el Gobierno ha denegado un millar (986) de las más de 6.000 solicitudes de ambas categorías tramitadas desde el año 2011, fecha de inicio del conflicto armado que todavía hoy asola Siria.
En respuesta a una pregunta parlamentaria del Grupo Socialista en el Congreso, el Ejecutivo de Rajoy precisó el pasado febrero que de las 4.244 peticiones de residencia recibidas entre el 1 de enero de 2011 y el 20 de enero de 2015, había resuelto de forma favorable 3.297, pero desestimado hasta un total de 947. De todos estos escritos rechazados, explica el Gobierno, 667 habían sido presentados "de manera incorrecta", mientras que los otros 280 fueron denegados por "una serie de motivos tasados". Moncloa indica aquí, entre otras razones, que la "empresa empleadora no cumplía con los requisitos que establece la ley para emplear a una persona" o bien "el propio solicitante no reunía las condiciones exigidas".
Moncloa rechazó conceder el asilo a sirios que "no acreditaron mínimamente su nacionalidad"
El año en que se registró un mayor número de demandas de este tipo fue 2014, pues se recibieron 1.292 instancias. Este régimen supone el permiso para residir en España de forma temporal (por un período superior a 90 días e inferior a cinco años) o permanente (se accede también con cinco años de residencia temporal).
En cuanto a las peticiones de asilo y "protección subsidiaria", de las 2.733 tramitadas en los cuatro años, el Ejecutivo validó 1.325 casos, mientras que optó por tumbar 39, cifra que pareció bailar a Rajoy en la rueda de prensa con Cameron. Esta denegación, apunta la respuesta parlamentaria de su propio gabinete, vino motivada por "no estar mínimamente acreditada la nacionalidad manifestada, al no presentar ninguna documentación ni demostrar indiciariamente la condición de sirio". Otra vez el drama del papeleo por encima de los derechos humanos.
De las 1.369 solicitudes de asilo restantes, el Gobierno no especifica su más mínimo estado de tramitación. Como si estuvieran en un limbo burocrático. Moncloa se limita a señalar que tales peticiones "se encuentran en distintas situaciones administrativas, como desistimientos, archivos y pendientes de elevar a la Comisión Interministerial de Asilo y Refugio (CIAR)". Las instancias para obtener este estatuto llegaron a 1668 en 2014, la cifra más alta en los cuatro años computados.
Los populares también exponen al diputado socialista Àlex Sáez, autor de la pregunta parlamentaria, que desde finales de 2012 (un año después de la llegada de Rajoy al poder) la Oficina de Asilo y Refugio está haciendo un "especial esfuerzo" para elevar a estudio de la CIAR -órgano colegiado adscrito al Ministerio del Interior- propuestas de "protección internacional" (asilo) sobre solicitantes sirios, mientras concede "protección subsidiaria" a todos aquellos solicitantes que "acrediten ser sirios".
Víctimas de "persecución personal y directa"
Cabe reseñar que la normativa distingue entre "asilo" y "protección subsidiaria" a la hora de su concesión. Según el departamento de Interior, dirigido por Jorge Fernández Díaz, para recibir el estatuto de asilo en España, que se otorga a los que ostenten la condición de refugiados, es necesario acreditar el hecho de ser víctima en el país de origen de "una persecución personal y directa" por algunos de los motivos contemplados en la Convención de Ginebra: raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas y género.
La "protección subsidiaria", por su parte, está encaminada a la acogida de personas que no pueden regresar a su país de origen porque corren el riesgo de ser ejecutadas, de ser torturadas o sometidas a tratos degradantes o de morir en una situación de violencia generalizada e indiscriminada, como la que vive Siria. Habrá que ver ahora qué tratamiento da el Gobierno a los miles de refugiados que aguardan en Centroeuropea para poder partir hacia destinos de la zona occidental como Alemania, Francia, Italia, Reino Unido o España.
No obstante, a efectos prácticos, ambos estatutos del ordenamiento jurídico español contemplan idénticas prestaciones: autorización para estancia y trabajo en España y mismos derechos en materia de asistencia social, sanitaria y educativa. De esas 1.325 peticiones de asilo y "protección subsidiaria" de ciudadanos sirios que aprobó España entre enero de 2011 y enero de 2015, sólo 127 fueron consideradas dentro la primera categoría (el resto, dentro de la segunda).
Sobre la posible acogida de parte de los refugiados sirios que esperan en Centroeuropa, Rajoy manifestó este jueves que España está a la espera de la distribución que proponga la Comisión Europea y de la reunión que los ministros del Interior de la UE celebrarán el próximo día 14 de septiembre.
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