El expresidente del Gobierno Felipe González ha señalado este jueves que para "recuperar la política" en Cataluña es necesario el "respeto a la Constitución, al Estatuto de autonomía y al ordenamiento jurídico" por parte de los independentistas.
En un acto de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas recogido por Europa Press, González ha señalado que es el Gobierno quien debe decidir si la carta del líder de ERC Oriol Junqueras es un gesto que ayudaría a volver a la vía política pero ha apuntado que "no es una evaluación fácil" y que desde el sector independentista se están emitiendo "síntomas contradictorios".
En ese sentido ha dicho que existen síntomas "ocultos, no evidentes a los ciudadanos" a quienes ha pedido que miren con detenimiento la composición del nuevo gobierno catalán y que cree que "tienen más voluntad de resolver los problemas de los ciudadanos" que de "pasar por el mismo proceso que ya han pasado".
"Descalificación y confrontación"
González ha instado al Gobierno y a la oposición a ponerse "de acuerdo" y que "no sigan haciendo política de descalificación y confrontación", más aún en un "momento histórico" que necesita de una política "transversal" y que comprometa "al mayor número de gente". Ha reconocido que le "agobia" ver la actitud entre el Ejecutivo y el principal partido de la oposición. "No somos conscientes del momento, o si somos conscientes no lo estamos viendo políticamente bien", ha alertado.
Así, y refiriéndose a la llegada de los fondos europeos, el que fuera jefe del Ejecutivo ha ironizado con las duras sesiones parlamentarias. "A lo mejor yo no tengo la sutileza intelectual para poder comprender lo que hay detrás del insulto grueso y la descalificación vacía", ha bromeado, para recordar que la gente que "lo está pasando mal" se "desespera" ante esa perspectiva.
En esta línea, González ha apostado por una solución a la falta de entendimiento: encontrar a "correveidiles que no tengan grandes aspiraciones y se comuniquen entre las partes todos los días para intentar aproximar posiciones". Una mediación entre PSOE y PP para que se de "una comunicación fluida", aunque esta "no cuaje hasta que se llegue a unos elementos comunes".
Con todo, el expresidente ha reconocido que "no existen operadores políticos" que sean capaces de afrontar esta operación, a pesar de que estos "son muy necesarios para llegar a acuerdos". "No haría falta estar exhibiéndose todos los días. Pero si existen, me gustaría conocerlos", ha añadido.
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