Los grandes inversores internacionales miran nuestras compañías con el colmillo retorcido por su enorme corrección en precios que permitiría operaciones corporativas baratas, casi regaladas. Varias firmas líderes españolas están auténticamente sepultadas bajo las posiciones cortas, mientras algunos inversores mundiales quieren obtener tecnología de primera línea en renovables, utilities o IT (tecnologías dela información) a precios de saldo. A cambio, claro, de financiar al Estado, en un modelo que algunos países asiáticos y árabes ya han pactado en EE UU. Entidades de análisis del peso de Santander avisan que esta presión bajista se traducirá en M&A en compañías como Indra, Gamesa, Abengoa o FCC.
La comunidad inversora hace mucho tiempo que ha visto cómo las corporaciones españolas valen mucho menos que antes. Y ha participado activamente en ese proceso de caída, presionando a la baja cotizaciones mediante las posiciones cortas. Sólo Santander y Telefónica superan los 50.000 millones de euros en tamaño (ambos han llegado a sobrepasar los 100.000 millones en tiempos mejores) y sólo 10 pertenecientes al Ibex pasan de los 10.000 millones.
Ahora mismo, hay grupos en Madrid estudiando operaciones, sobre todo en el sector de las utilities y las energías renovables, según ha podido saber Vozpópuli. Estos grupos manejan fuertes inversores detrás, e incluso cuentan con el respaldo de fondos soberanos.
Las fuentes consultadas aseguran que buscan un pacto amistoso. Quieren el visto bueno del Gobierno para hacerse con empresas a precios bajos, casi de saldo. ¿A cambio? “Por ejemplo, una fuerte inyección de dinero en bonos españoles, que aseguren un chorro de liquidez al Estado para financiarse, a cambio de poder desplegarse sin oposición”, comenta un contacto directo con este pool de inversores, que señala que “puede haber una cifra destinada a los bonos nacionales cercanas a los 100.000 millones de euros”. Como para pensárselo.
Observatorio sobre 'los cortos'
Preocupado por esta situación, Santander ha lanzado Iberian Short Monitor; un observatorio sobre las posiciones cortas en España que son “demasiado populares”. En una primera entrega, a través de un minucioso documento de una treintena de páginas, el equipo de análisis del banco destaca que, después de la prohibición de los cortos sobre las compañías financieras en agosto del pasado año, la presión bajista se ha trasladado a otras empresas, con un sesgo tecnológico y renovable claro.
Así, conforme los cálculos de Santander, hay cuatro empresas del Ibex con posiciones cortas por una cifra superior al 5% del capital. Se trata de Indra (11,39%), Abengoa (8,24%), Gamesa (6,02%) y FCC (5,43%). Firmas sobre las que contempla operaciones corporativas, merced a esa debilidad, con mención especial para Gamesa.
En dicho documento, apuntan a la empresa de aerogeneradores como principal objeto a batir de los bajistas, por lo que el management “necesita no disgustar a la comunidad inversora en su guidance para 2012”, si no quiere que la vuelvan a castigar con redoblada furia.
La empresa puede ser objeto, “a medio plazo”, de operaciones de M&A. La clave es su relación con Iberdrola, compañía que es su principal accionista y con la que ha firmado un acuerdo marco de continuidad, por el que la compañía que preside Ignacio Galán se compromete a ser su principal cliente, mediante la adquisición de una cuota de megavatios equivalente al 50% de la flota total de aerogeneradores en tierra que la eléctrica adquiera para su unidad de renovables. El compromiso entra en vigor en 2013.
Gamesa pierde un 90% desde noviembre de 2007 y un 40% a 12 meses. “Creemos que la compañía puede ser uno de los primeros objetivos envueltos en actividad de M&A”, sobre todo “por parte de alguna compañía china, a un precio sustancialmente mayor del actual. Gamesa ofrecería a un operador chino la entrada en el mercado no asiático, así como tecnología de primer nivel y un acuerdo con Iberdrola”.
No sólo hay comentarios sobre esta firma. Respecto a Indra y FCC destacan el escaso free float de las compañías y no descartan movimientos accionariales entre sus accionistas, “ventas, incluidas de las propias empresas”. Esto va por FCC (Santander tiene un acuerdo con la constructora para facilitar la liquidez al valor), de la que la sociedad B-1998 controla un 54% (instrumental que a su vez controla Esther Koplowitz) o por los accionistas de Indra: Bankia (20%), la Corporación Alba de los March, la familia Del Pino y Liberbank. En FCC no contemplan, de momento, la liberación de algo más de papel para circular.
El tiempo permitirá ver qué ocurre con nuestras pequeñas grandes joyas empresariales. Pero otras grandes economías ya han pactado dejarles la barrera de entrada a cambio de financiación para su deuda.