España

La 'Greta Thunberg española': "Los políticos no quieren escuchar, solo atienden a las grandes empresas"

La joven de 15 años quiere estudiar Biología Marina y crear un santuario marino en la Costa Brava

Olivia Mandle vive en Barcelona, tiene 15 años y ya le llaman la 'Greta Thunberg española' por su activismo en favor del medio ambiente, contra el cambio climático y la protección de los animales. "Los políticos no quieren escuchar, sólo atienden a las grandes empresas y sus intereses económicos", denuncia.

En una entrevista con Efe, Mandle, que quiere estudiar Biología Marina y crear un santuario marino en la Costa Brava, afirma que los políticos "no quieren escuchar a aquellos jóvenes que tenemos algo que decir sobre el bienestar animal y el cambio climático porque saben que tenemos razón y solo piensan en los intereses económicos".

"Las altas esferas no quieren ver la realidad", clama la joven, que se multiplica en las redes sociales, en las que tiene más de 5,5 millones de seguidores, pronuncia multitud de conferencias y ha sido nombrada embajadora del Pacto Europeo por el Clima por su influencia entre los jóvenes.

Que la comparen con Greta Thunberg es para ella "un honor", porque considera que la joven activista sueca ha hecho una gran labor "movilizando a miles de jóvenes en las calles de todo el mundo".

Mandle se ha consolidado como una activista de referencia luchando a favor del bienestar animal y en contra del cambio climático con un mensaje apoyado por la comunidad científica, pero que "sigue sin ser escuchado por los gobiernos y las grandes empresas, que son los que tienen la clave del problema".

"Gran parte del problema del cambio climático radica en los intereses de las grandes empresas, que se materializan en problemáticas como la sobrepesca o un alto consumo de productos de origen animal", denuncia Mandle.

"La sobrepesca -subraya- daña los océanos, los fondos marinos y su biodiversidad y contribuye a que muchos delfines sean capturados, que mueran por asfixia o sean vendidos y maltratados para ocio y negocio de otros".

Mandle denuncia asimismo la paradoja de que las grandes empresas "pretendan subirse al carro de la sostenibilidad con campañas de 'greenwashing'".

"Las empresas cárnicas o lecheras pueden poner imágenes de vacas pastando en un campo, pero realmente están encerradas para ser engordadas e inseminadas de manera antinatural y acabar en nuestro plato", alerta la activista, que remarca que la alimentación de origen animal es una de las tres principales causas de los problemas medioambientales.

Esta estudiante de ESO cree que una de las claves para combatir el cambio climático está en las nuevas generaciones: "la educación es esencial, porque si les explicamos con palabras fáciles a los niños qué está pasando con el cambio climático y los animales en cautiverio, ellos lo interiorizarán y lo podrán contar a la gente que les rodea".

Inventora de 'jelly cleaner'

Para concienciar, Mandle ha creado la 'jelly cleaner', un utensilio hecho con materiales reciclados que recoge los microplásticos que se encuentran en la superficie del mar.

"Los más curiosos me miran cuando lo utilizo en el mar, me preguntan y les explico la problemática de los microplásticos, y así consigo que reflexionen sobre el cambio climático", explica la joven mientras lo utiliza durante la entrevista con Efe en la playa de Sant Sebastià de Barcelona.

La activista anima a "todos los jóvenes a unirse con un mismo propósito de proteger el planeta y sus habitantes", aportando un "pequeño granito de arena" para que sus voces "puedan llegar a aquellos que toman decisiones y marcar el cambio".

Proteger a los delfines

En su lucha contra el cambio climático, Mandle se ha especializado en defender a los delfines porque de pequeña le impactó el cautiverio de éstos animales en un espectáculo en Barcelona. Recuerda que mientras los otros niños jugaban a la pelota o a las muñecas, ella jugaba "a que salvaba animales o apagaba incendios".

Mandle impulsó hace dos años una campaña a través de la plataforma Change.org que recogió más de 50.000 firmas pidiendo al Zoo de Barcelona que trasladara los tres delfines que quedaban en el zoológico a un santuario marino, pero finalmente fueron llevados a otro zoo en Atenas.

También lidera desde hace unos años la campaña 'No es país para delfines', para exigir al Gobierno una ley que marque el cierre programado de los delfinarios en España.

"España quiere ser líder en materia de transición ecológica pero no podrá serlo si sigue siendo la mayor cárcel de delfines de toda Europa, y el sexto país a nivel mundial con más delfines en cautividad -cerca de un centenar-", según la joven activista.

Pese a recoger más de 135.000 firmas y contar con el respaldo de científicos e instituciones marinas, Mandle lamenta que, por intereses económicos vinculados al cautiverio de delfines, hayan criticado su campaña calificándola de "capricho de niña", con ánimo de "infantilizar su lucha y desprestigiarla".

Pero ella no se cansa, atiende a todos los medios de comunicación con desparpajo y clama por el medio ambiente, la protección animal y contra el cambio climático para ver si algún día esta alerta "llega por fin a las altas esferas".

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