Los asesinos de los dos guardias civiles de Barbate están totalmente identificados. El trabajo del equipo conjunto de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y de la Policía Judicial de la Comandancia de Cádiz ha dado sus frutos. Los agentes están luchado contra viento y marea para que los responsables sean detenidos y respondan ante la justicia. Ahora, solo queda la autorización de Marruecos para llevar a cabo su arresto ya que se encuentran escondidos en Dalía, un pequeño pueblo ubicado al norte del país, según informan fuentes de la investigación a Vozpópuli.
Los investigadores ya tienen en su poder pruebas contundentes para formalizar el arresto de los implicados en el asesinato de David Pérez y Miguel Ángel González, el pasado 9 de febrero en el Puerto de Barbate. La clave del caso fue el hallazgo el pasado 17 de marzo de una narcolancha varada en la playa de La Antilla (Huelva).
Así, los agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil recogieron la embarcación y pasaron el aviso a los investigadores. Estos funcionarios realizaron un minucioso análisis de la barca y recogieron de la misma 61 vestigios. Estas pruebas iban desde envases de yogures hasta un pasamontañas.
La identificación de los asesinos de los guardias
Después, los especialistas de Laboratorio recogieron muestras de estos artículos incautados y consiguieron de forma laboriosa los perfiles genéticos de los ocupantes de esa narcolancha. Así, el trabajo se centró en comparar estos datos con las bases de datos del Instituto Armado, a nivel internacional y finalmente con el de los países firmantes del tratado de PRUM. Esta diligencia dio sus frutos y saltaron las coincidencias ya que tenían antecedentes y eran conocidos por las autoridades.
Entre los ocupantes de la narcolancha estaría Karim Gabarde, un familiar del conocido clan de los 'Pus Pus' y otros dos de sus compatriotas. Sin embargo, fuentes de la investigación detallan que este individuo actuaría por su cuenta en el momento del asesinato de los dos agentes de Barbate.
Todo este trabajo se ha realizado en base a los informes de inteligencia de posicionamiento de los investigados ya que aún no se ha terminado de formalizar el informes del GPS de la narcolancha por parte del SECRIM. De esta forma se ha descubierto que estos sospechosos se encuentran en Dalía, un pequeño pueblo ubicado al norte de Marruecos.
En estos momentos, según fuentes de la investigación a Vozpópuli, solo falta la autorización de Marruecos para proceder a la detención de los implicados en el asesinato de Barbate. Un requisito que es imprescindible para poder actuar.
El secreto del sumario del caso Barbate
Este nuevo oficio practicado por los investigadores el pasado mes de julio provocó que el juez encargado del caso haya decretado el secreto del sumario para facilitar las diligencias que se están practicando, una vez que se ha descartado la participación de los primeros detenidos en el homicidio. Todo esto se produce cuando hace varias semanas quedaron en libertad los seis detenidos que estaban aún en prisión por el asesinato de Barabate.
Los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y de la Policía Judicial de la Comandancia de Cádiz demostraron que no intervinieron esa noche en el homicidio de los agentes. Sin embargo, estas personas tienen abierta una nueva causa al reconocer que estaban en una narcolancha la noche de los hechos.
En este suceso, ocurrido la noche del 9 de febrero en Barbate murieron asesinados dos agentes de la Guardia Civil. El primero era David Pérez Carracedo, tenía 43 años y estaba destinado en el Grupo de Acción Rápida (GAR), cuya base se encuentra en la Comandancia de la Guardia Civil de Navarra. Tenía mujer y dos hijos de 9 y 7 años. El otro se llamaba Miguel Ángel González Gómez, tenía 39 años y pertenecía a los GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) en Algeciras. Dejó una hija de 12 años.
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