Mercedes González ha durado poco más de dos meses al frente de la Guardia Civil. La actual directora General tendrá que presentar su dimisión la semana que viene porque no puede compaginar el cargo con su entrada en la lista del PSOE para las elecciones generales del próximo 23 de julio. Las asociaciones del Cuerpo han recibido con malestar esta situación y fijan su objetivo en el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska: "no se ha preocupado nada esta legislatura".
González tomó posesión de su cargo el 4 de abril. La fecha que se baraja para que presente la dimisión es el próximo martes, según informan fuentes de su entorno. Estará en el puesto poco más de dos meses donde apenas le ha dado tiempo para poder regenerar el Cuerpo. La actual directora de la Guardia Civil será la número 10 en la lista del PSOE por Madrid. Este puesto y su actual cometido no son compatibles, según especifica el artículo 55 de la Ley Electoral. Cuando la Junta Electoral ratifique las listas tendrá que dimitir del puesto.
"No le importamos a Marlaska"
La asociación mayoritaria Jucil ha criticado que esta situación es "otra cosa más de Interior", "quien no se ha preocupado para nada de la Guardia Civil ya que no les importa parada nada". A su juicio, en estos cuatro años solo ha hecho "debilitarla y desmantelarla". "No se han dado los medios necesarios y hay déficit de agentes", señalan desde este agrupación.
Jucil ha enviado a todos los partidos políticos un informe en el que explican que la equiparación salarial se puede cumplir a coste cero y lo único que es necesario es la "voluntad política". Asimismo, dicen desconocer quien será el sucesor, o la sucesora, de Mercedes González.
La Guardia Civil necesita "estabilidad"
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles valoran como "positivo" que la directora deje el cargo para ser candidata y hacer política. "Continuar en el puesto sería un problema para para mantener la neutralidad política", añaden fuentes de la entidad a Vozpópuli.
"Los guardias civiles necesitan una persona que asuma la dirección general del Cuerpo con decisión y que afronte los cambios que necesitan los hombres y mujeres que integran la institución. Esperando que quien tome el próximo relevo traiga estabilidad en este cargo", aseguran.
Contacto prácticamente "nulo"
Por su parte, desde IGC consideran que el fugaz paso de González, tras su nombramiento el pasado mes de marzo, "no ha permitido valorar ningún aspecto, teniendo en cuanta que su contacto profesional con el mando y con las asociaciones profesionales ha sido prácticamente nulo".
En este sentido, desde los Independientes de la Guardia Civil destacan que la actual directora general "ni siquiera ha recibido de forma individual a ninguna asociación representativa".
Gran polvareda entre los mandos
La noticia ha levantado también una gran polvareda entre mandos de la Guardia Civil, que lamentan la "utilización política" de la institución: "Se ha convertido en un puerto de entrada y salida de cargos, más que en una dirección como tal del Cuerpo".
Y añaden: "Llevamos cuatro directores generales con el ministro Marlaska: [Félix] Azón, [María] Gámez, Mercedes González y quien esté por venir". Lamentan, además, que los últimos nombramientos hayan provocado fricciones entre Interior y Defensa, rompiendo el habitual consenso entre ambos departamentos para elegir al máximo representante del Instituto Armado.
Varias fuentes consultadas por este diario recuerdan que la cúpula de la Guardia Civil ha sufrido varios cambios de envergadura bajo la batuta de Marlaska. El primero fue el cese del jefe de la UCO, el coronel Sánchez Corbí. Después llegó la destitución del coronel Pérez de los Cobos, que arrastró un rosario de ceses y dimisiones entre los generales del cuerpo.
"La Guardia Civil es una institución apolítica, pero nos hemos convertido en una baza más de los políticos, entre nombramientos y reestructuraciones", señalan algunos mandos a este diario, manifestando su incertidumbre por su futuro más inmediato: "No sabemos ni quién nos va a dirigir ni por cuánto tiempo, la dirección general se ha convertido en un despacho caliente de entrada y salida".
Con este panorama sobre la mesa el Ministerio del Interior tendrá que buscar un nuevo relevo para Mercedes González por un periodo de tiempo de solo dos meses. En lo que llevamos de legislatura sería el cuarto director del Cuerpo.
María Gámez dimitió el 22 de marzo al conocerse la investigación en torno a su marido por un presunto caso de corrupción. El puesto pasó a Mercedes González, quien tras poco más de ocho semanas en el cargo tendrá que marcharse. Su nuevo inquilino solo dispondrá pocos meses ya que la convocatoria de elecciones dejará este mando en poco más que 'provisional'.
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