La Guardia Civil estrecha el cerco a una escisión del CNI catalán, integrada por formaciones políticas radicales y de los CDR, que surgió tras el fallido 1-O de 2017 con el fin de lograr la independencia. Se trata de un grupo bautizado como 'Escuts per la República' (Escudos por la República) que actúa bajo la batuta de una persona de máxima confianza de Carles Puigdemont: su escolta.
Así se atestigua en un oficio incorporado a la causa de la Audiencia Nacional contra los CDR y en el que ponen el foco en la figura de Lluis Escolà Miquel. El informe, al que ha tenido acceso Vozpópuli, precisa que este ente clandestino se estructuró en distintos niveles, figurando en la cúspide María Dolors Gonyalons (muy ligada a la Policía) y este sargento de los Mossos que escoltó a Puigdemont en su huida a Bélgica.
La Guardia Civil destaca no solo su cercanía con el expresidente catalán, sino también su posterior cargo como asesor del exconsejero de Interior catalán Miquel Buch. Según los agentes, el mosso comparte liderazgo con Gonyalons, a quien sitúan en varios encuentros privados entre febrero y marzo de 2019. En las citas, captadas por los investigadores, perfilaron los términos de la organización pasando de un perfil más moderado a convertirse en un "potente bloque de perturbadoras características insurgentes".
Se sitúa como líder a Lluis Escolà, sargento de los Mossos que fue escolta de Puigdemont y le acompañó en su huida a Bélgica. También ha ejercido un cargo en la Generalitat como asesor del exconsejero del InteriorInforme de la Guardia Civil
Al hilo, el oficio adelantado por Nius e incorporado a una pieza secreta de las diligencias abiertas en 2018, alerta sobre el perfil radical de sus integrantes y los objetivos que tenían en mente. Según detalla, impulsaron un proceso intenso de captación gracias al cual se unieron agentes de los mossos, bomberos, policías y hasta sanitarios.
Línea directa con Puigdemont
"La formación ha entrado en una nueva etapa, comenzando a ejecutar acciones subversivas sobre el terreno, a las que se refieren como simulacros. Actúan con una masa de personas importante a modo de entrenamiento", explican los agentes en referencia a las acciones que planeaban impulsar. Una de ellas, de acuerdo con el sumario, pasaría por el asalto de un centenar de personas a un Mercadona.
Los agentes establecen un claro vínculo con el entonces presidente Quim Torra y con los independentistas fugados a Bélgica. De hecho, sitúan al escolta de Puigdemont como la persona de enlace entre ambas partes. Pero la presunta intervención del expresidente catalán en el proyecto no se ciñe a su escolta, ya que también implican en estos hechos a Sergi Miguel Gutiérrez, identificado como el máximo responsable de 'Casa de la República' (sede de Puigdemont en Bélgica).
Pretenden constituirse en municipios, tarea de la que se hace cargo la ANC en colaboración directa con los políticos prófugos y su entorno instalado en Bélgica. Son los impulsores del proyecto
A los nombres de Torra y Puigdemont se añade el del exconsejero de Interior Miquel Buch. En concreto desvelan contactos de una de las imputadas en esta pieza secreta con Buch para que intermediara en unas gestiones administrativas por una compañera suya de profesión.
Tras este encuentro, la imputada en cuestión habló con un tercero del resultado de la gestión y le dijo que también habían conversado de otras cosas que tenían "entre manos". La Guardia Civil considera "relevante" este apunte ya que hay más indicios que implican a Boch en la trama, tales como una reunión que mantuvo con la coordinadora del grupo y su vínculo con Lluis Escolà, considerado líder del entramado.
"Políticos prófugos impulsores del proyecto"
Por ello los agentes no solo destacan el papel de los activistas radicados en Cataluña sino también el del anterior equipo de gobierno. Al respecto aseguran que los "políticos prófugos" huidos tras la apertura de la causa del procés y su entorno en Bélgica se erigen como "impulsores y diseñadores del proyecto". Este colectivo trabajó mano a mano también con la Asamblea Nacional Catalana para lograr ramificar la estructura en las comarcas de Cataluña.
"(El ente) presume una variación de objetivos, que pasarían por formar un bloque con capacidad para abarcar un campo de actuación extensivo a toda Cataluña, y de desplegarse con rapidez y eficacia ante cualquier situación que pudiera producirse. Los indicios obtenidos de las distintas fases y su nivel de expansión territorial indican cómo el objetivo de dicha estructura es la de ser utilizada como fuerza insurreccional o de control y orden ante un futuro intento secesionista de ocupación física territorial", reza el informe.
ANC y Òmnium
De hecho, la base del organigrama se nutría de voluntarios de colectivos como los CDR (y su facción radical de los Equipos de Respuesta Táctica) o las entidades soberanistas ANC y Òmnium Cultural. La líder de este colectivo llegó a decir que, mediante la distribución de los 'Escuts per la República' ya tenía "controlado todo el país". Para ello colocó a personas de su total confianza como intermediaros entre la cúspide y la base, incluidos los aspirantes a ingresar en la organización.
A estos se les daba distintas tareas como la publicidad en redes sociales, la colaboración de oradores en ponencias con fines propagandísticos o los puestos informativos en la calle para registrarse en la entidad, previo pago de suscripción. Además, dieron especial importancia al diseño de una red digital para crear un espacio virtual del independentismo. Tanto es así que contrataron a tres ingenieros informáticos especializados en tecnologías de la información que se comunicaban entre ellos con alias.
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