Las chanclas son el calzado favorito del verano y el más cómodo. Hasta el punto de llegar a conducir con ese calzado. Cuando se está al volante, los pies son la parte más importante y por ese motivo no debe de haber bromas con el calzado que hay que utilizar cuando se conduce. Lo que se recomienda desde la Guardia Civil es utilizar zapatillas que sujete bien el pie a la hora de conducir, ya que puede jugar una mala pasada con un pequeño error al apretar de manera errónea el acelerador, el embrague y el freno.
Según la R.A.C.E (Real Automóvil Club de España), no se puede conducir con chanclas o sandalias, ya que sí supone un riesgo para la seguridad y puede implicar una sanción o multa. Aún así, la normativa de la DGT (Dirección General de Tráfico), al igual que la Guardia civil, no prohíbe expresamente conducir con chanclas. El hecho de conducir con este tipo de calzado, no se considera como una infracción en el Código de Circulación. Sin embargo, un agente de tráfico de la Guardia Civil o de la Policía Nacional o Municipal sí que puede interpretar el uso de sandalias como una 'conducta de infracción' si impide que el conductor pueda moverse libremente al volante.
A continuación, te contamos los detalles de la normativa que trata el uso de chanclas para conducir y la posibilidad de multa por parte de las autoridades.
Así lo explica el reglamento y la Guardia Civil
El Reglamento General de Circulación de la DGT no prohíbe expresamente conducir con chanclas, pero en su artículo 18 reconoce que un agente podría multar por el riesgo que supone a la conducción el uso de este tipo de calzado. Así lo explica de manera detallada el artículo 18.1: "El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada".
Otros artículos que apoyan al anteriormente citado, son el 17.1 donde se recoge que "los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos (...)"; y el 3.1 en el que se dice que "se deberá conducir con la diligencia y precaución necesarias para evitar todo daño, propio o ajeno, cuidando de no poner en peligro, tanto al mismo conductor como a los demás ocupantes del vehículo y al resto de los usuarios de la vía. Queda terminantemente prohibido conducir de modo negligente o temerario".
Es por esto que un agente puede sancionar a un conductor por el uso de chanclas, entendiendo que limita la capacidad de movimiento del conductor. Si esto se ve como un peligro para la seguridad del propio conductor y del resto de personas que se encuentran en la carretera, podría ser multado con 80 euros, pero sin la pérdida de puntos en el carné. Este jueves, la Guardia Civil ha subido un vídeo en su cuenta oficial de Instagram en el que ha explicado de manera resumida lo que recoge la normativa acerca del empleo de sandalias mientras se conduce.
Riesgos de conducir con chanclas
El atuendo de pies propio del verano no es algo que sujete bien el pie, provocando así que pueda salirse en cualquier momento y quedarse enganchado detrás de los pedales, causando un más que posible accidente. Se pierde agilidad, ya que no se presionan igual que si se llevaran unas zapatillas o botas normales. Conducir con chanclas es una mala costumbre que se debe de evitar y que nos puede poner en bastante peligro, ya que supone una distracción a la hora de estar conduciendo.
Autoridades como la Guardia Civil recomiendan, para conducir en verano con el calor, el uso de zapatillas ligeras, finas y que no provoquen problemas de contacto entre el pedal y el pie. En caso de que te encuentres en la playa o en la piscina, se recomienda llevar en el maletero del vehículo un par de zapatillas normales para cuando salgas y te tengas que quitar las chanclas para conducir.
