“No existe esta demanda social, es una decisión que no entendemos”. Un total de 950 guardias civiles claman por su futuro. No saben si tendrán que abandonar las carreteras gallegas, después de que el parlamento autonómico haya aprobado una propuesta para transferir las competencias de Tráfico. Los agentes miran con extrañeza la decisión… y a quienes la han tomado. Se trata de una propuesta del BNG que contó con el apoyo de los socialistas (PSdeG) y que salió adelante gracias a la abstención del PP de Alberto Núñez Feijóo. “Le pedimos al presidente de la Xunta que nos explique qué será de nosotros y de nuestras familias”.
Hacía tiempo que esta decisión se venía mascullando. Como contó Vozpópuli, los guardias civiles temían que Feijóo abriese la puerta a la cesión de las competencias de Tráfico tras las últimas elecciones autonómicas, en julio de 2020. Ese momento ha llegado. La propuesta del BNG vio la luz este martes después de que los populares, con mayoría absoluta, se abstuvieran. El siguiente paso será presentarlo a debate en el Congreso de los Diputados.
Si la transferencia de las competencias se completa, ¿quién asumirá entonces el control de las carreteras gallegas? La Xunta cuenta con la Unidad de Policía Adscrita a Galicia, dependiente de la Policía Nacional. Y encuentra en ella el germen para asumir servicios que, hasta ahora, dependían exclusivamente de la Guardia Civil.
Los primeros pasos para la creación de un cuerpo autonómico gallego se dieron en los últimos años de Manuel Fraga como presidente de la Xunta. Desde entonces se han articulado los mecanismos para dotar de más competencias a la Unidad de Policía Adscrita, que aspira a tener 500 efectivos en sus filas.
Un movimiento "político"
Alberto Núñez Feijóo señalaba en su programa electoral para las elecciones del pasado mes de julio su compromiso de incorporar nuevos agentes a la Unidad de Policía Adscrita a Galicia “hasta completar su dotación”. Sin embargo, no hacía ninguna referencia a la Guardia Civil. De ahí el temor entre los agentes del Instituto Armado, que esta semana se ha visto confirmado.
“No entendemos por qué se toma esta decisión”, señalan fuentes de la Guardia Civil destinadas en la región consultadas por este diario. La gestión de las competencias de Tráfico puede suponer un ingreso extra para las arcas de la Xunta. Sin embargo, los agentes lo interpretan como "un movimiento puramente político"; un gesto para ganarse simpatías en sectores más próximos al nacionalismo o al socialismo.
Y se miran en el espejo de Navarra. La cesión de las competencias de Tráfico en la Comunidad Foral ya es una realidad y los agentes de la Guardia Civil que desempeñaban estas funciones tendrán que asumir nuevos destinos, bien en otras unidades, bien en otra región.
“Esa salida es más difícil de gestionar en Galicia”, señalan las mismas fuentes del Instituto Armado. Aseveran que la mayoría de los agentes destinados en la región son nacidos allí y que hablan indistintamente en gallego o en castellano. También destacan su raigambre personal y familiar. “Por no hablar de la experiencia que tenemos en las carreteras gallegas, terreno por el que también se mueven delincuentes o narcotraficantes”.
Reunión con Feijóo
Es por eso que la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) ha solicitado una “reunión urgente” con el presidente de la Xunta y con el delegado del Gobierno en Galicia. “El motivo no es otro que tratar los últimos acontecimientos que inquietan a los guardias civiles en Galicia, y que, como asociación profesional nos preocupa y mucho, a la vez que estamos recibiendo de nuestros asociados una sensación de gran intranquilidad por esta circunstancia”, señalan desde la asociación.
Y preguntan: “Si la Guardia Civil está integrada en la sociedad gallega, si prestan servicio al gobierno autonómico con normalidad, si no hay demanda social, si en su mayoría son gallegos, ¿por qué sustituir a la Guardia Civil?”.