La hoja de ruta requisada por la Guardia Civil en el domicilio del número dos de la Conselleria de Economía, Josep Maria Jové, que fue detenido por orden del juez de Barcelona Juan Antonio Ramírez Sunyer, incluye a los Mossos d'Esquadra entre las estructuras del Estado que hay que adaptar, redimensionar y orientar.
La hoja de ruta de los soberanistas catalanes apuesta tras una declaración unilateral de independencia por desatar "un conflicto de amplio apoyo ciudadano", orientado a "generar inestabilidad política y económica" para forzar al Gobierno a negociar una separación o un referéndum pactado.
En este sentido, el informe enviado por la Guardia Civil a la titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, que investiga un posible delito de sedición cometido por la Generalitat en su desafío secesionista, recuerda que la policía autonómica catalana asumiría las competencias que aún quedan en poder de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, "entre ellas extranjería, armas y explosivos, DNI, costas y fronteras".
De esta forma, "en este proyecto de nuevo país ganaría en dimensiones, capacidad y competencias", completa el documento del instituto armado".
El informe da un ejemplo de la supuesta colaboración de los Mossos d'Esquadra con los soberanistas. En concreto alude a una llamada de teléfono grabada por orden judicial el 23 de septiembre, en la que el arrestado Joan Manel Gómez, del equipo de Oriol Junqueras, detalla su detención y estancia en los calabozos, a los que iban a verles los mossos para mostrar su apoyo: "Soy el cabo jefe de la sección y es un honor custodiarles a ustedes allí, que sepan que nosotros les damos nuestro apoyo, lo que sea, que mucha fuerza y muchas gracias por lo que están haciendo", aseguró Gómez que le dijeron en la conversación telefónica grabada por la Guardia Civil.
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