El último borrador presentado por la dirección de la Guardia Civil sobre el reparto de la mejora salarial no satisface a las bases del cuerpo, que en fechas recientes habían manifestado su disconformidad por la distribución de la partida presupuestaria. A juicio de las asociaciones representativas, la propuesta perjudica a los bolsillos de los agentes de menor escala. El nuevo documento apenas recoge cambios sobre las productividades y los servicios extraordinarios, los dos puntos que habían desatado la polémica.
La dirección de la Guardia Civil remitió este jueves el nuevo borrador a las asociaciones representativas del cuerpo. El documento consta de 48 páginas y detalla el modo en el que se abonarán los salarios a los miembros del Instituto Armado.
Principalmente, se añaden retribuciones a los guardias civiles embarcados en patrulleras medias -antes sólo se hablaba de los buques oceánicos y de altura-. También se modifican los criterios del ICRES (índice cualificador para la retribución por sobreesfuerzos, una fórmula para abonar servicios nocturnos o festivos) al eliminar la diferenciación por escalas.
La propuesta, no obstante, está lejos de satisfacer las pretensiones de los guardias civiles de base. Como contó Vozpópuli, estos consideran que el reparto perjudica sus intereses. Las productividades, que debían rondar los 50 euros mensuales por cada agente en este tercer tramo de mejoras retributivas, desaparecen en el borrador de la Guardia Civil y se integran en la partida “otros conceptos”.
El borrador también establece el abono de 80 euros por cada servicio extraordinario. Las asociaciones representativas aseveran que se trata de una “tarifa plana” y exigen una modificación en los criterios: “No es lo mismo trabajar en Navidad, por ejemplo, que en otros servicios, por lo que se debería pagar más en esas fechas señaladas”, afirman fuentes asociativas.
La nueva propuesta no recoge cambios en el pago de esos servicios extraordinarios ni en las productividades, lo que ha provocado un nuevo rechazo entre los guardias civiles de base.
El origen de la polémica
¿Cómo surge la polémica del reparto salarial? Asociaciones y sindicatos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional firmaron un acuerdo con el anterior ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que contemplaba una mejora salarial de todos los agentes con el objetivo de minimizar la brecha respecto a otros cuerpos, principalmente los Mossos d’Esquadra. Tras la moción de censura, Fernando Grande-Marlaska fue el encargado de dotar de fondos a este acuerdo.
La mejora salarial se dividió en tres tramos que se aplicarían consecutivamente. El abono del segundo tramo estuvo marcado por la polémica, ya que Félix Azón -entonces director de la Guardia Civil- cedió un porcentaje del dinero que iría a sus agentes en beneficio de los policías nacionales. María Gámez, que asumió el mandato del Instituto Armado el pasado mes de enero, gestionó el pago del tercer tramo. Y los guardias civiles consiguieron la cantidad que exigían.
Pero una vez obtenidos esos fondos, faltaba distribuirlos entre los bolsillos de los agentes. La propuesta planteada por la dirección no satisface a los guardias civiles de base, tal y como plantean asociaciones representativas del cuerpo. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) se concentró este jueves para exigir un cambio en la propuesta. La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), Independientes de la Guardia Civil (IGC) y Unión de Guardias Civiles también critican el plan.
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