España

Tres guardias civiles, al banquillo con hasta 19 delitos por extorsionar y saquear a toxicómanos

Se les acusa de desvalijar casas en los registros, pegar a víctimas a cambio de droga, extorsionar a toxicómanos para conseguir pagos semanales y ocultar armas de todo tipo sin autorización

Un juzgado de Madrid ha dado el paso previo para enviar al banquillo a tres guardias civiles acusados de saquear, extorsionar, amenazar y acosar principalmente a toxicómanos en La Cañada Real. El magistrado Hermenegildo Barrera procesa a los agentes tras más de tres años de diligencias bajo secreto de sumario en las que habría acreditado que impulsaron una organización criminal que suma hasta 19 delitos.

Así consta en un auto que desvela Vozpópuli y en el que el titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Madrid desgrana todos los indicios contra esta red integrada por tres agentes destinados en la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) de la Guardia Civil. Del relato de los hechos se desprende que incluso imprimieron billetes falsos para darles el 'cambiazo' en los requisados en entradas y registros. Fue el propio Instituto Armado el que inició las investigaciones sobre los tres guardias civiles.

Por todo ello se enfrentan hasta a 19 delitos que acarrean penas de prisión muy elevadas. Se trata de pertenencia a organización criminal, odio, contra la integridad moral, lesiones, maltrato de obra, acoso, amenazas, coacciones, extorsión, robo con violencia e intimidación, hurto, apropiación indebida, receptación, falsificación de moneda, falsedad en documento oficial, contra la salud pública, tráfico, tenencia y depósito de armas, omisión del deber de perseguir delitos y revelación de secretos.

"Me voy a La Cañada a apuñalar a uno"

La investigación, que ha liderado la Policía Judicial de Madrid, ha acreditado que cuando participaban en registros "saqueaban cuantos bienes llamasen su atención y pudieran llevarse sin ser descubiertos". "Se apoderaron de dinero en efectivo, décimos de lotería nacional, resguardos de lotería primitiva, joyas de oro y plata, diamantes, pedrería, relojes, perfumes, bisutería, una pistola de juguete y una carabina de aire comprimido", reza el auto del juez.

Igualmente, sustraían dinero y décimos de lotería a conductores de vehículos cuando les inspeccionaban en los controles, aunque su epicentro de actuación fue la zona de chabolas de La Cañada Real (Madrid). "Un segundo objetivo del grupo consistía en humillar, maltratar, amenazas, extorsionar, agredir y arrebatar con violencia e intimidación, el dinero y la droga a los toxicómanos de La Cañada Real", precisa.

Así, por ejemplo, consta que en los meses de mayo y julio de 2020 golpearon con una extensible a una mujer toxicómana que les recriminó una denuncia administrativa que pusieron contra ella. Lo mismo ocurrió con otra mujer a la que le quitaron 20 euros y 15 gramos de cocaína. El agente se quedó con lo sustraído sin emitir un acta de ello.

Encañonaron con un fusil a una mujer toxicómana, le amenazaron con llevarle detenida si no les entregaba la droga y le efectuaron tocamientos. "Es muy guapa", dijo uno de ellos. A otro le saquearon 8.000 euros con entregas de 500 semanales

En agosto, uno de los guardias civiles acusados dio una paliza a otro drogadicto al que, una vez cayó al suelo, le golpeó con la defensa, le propinó patadas y le pisó la cabeza. Según recalca el juez, "el desprecio y las conductas violentas" contra estas personas se confirman también en las escuchas interceptadas por la Policía Judicial. "Me voy a La Cañada a apuñalar a uno" o "A ver si pillamos a cinco idiotas, cinco bailes y hasta luego", son algunos de los mensajes que se intercambiaron.

En una ocasión encañonaron a una víctima y la amenazaron con llevarla detenida si no les entregaba la droga que portaba encima. Consta que sobre esta persona efectuaron consultas en las bases de datos del Sistema Integrado de Gestión Operativa (SIGO) de la Guardia Civil. A mayores, también le efectuaron tocamientos argumentando que era muy guapa.

Una carabina, una daga, pistolas y 800 cartuchos

Conocedores de que uno de los toxicómanos tenía vigente una orden de busca y captura, los guardias civiles le amenazaron hasta conseguir que les diera 500 euros semanales. De la denuncia se desprende que amasaron 8.000 euros con esta extorsión. La persona en cuestión acabó llevando el asunto ante la Policía Nacional a pesar de tener constancia de que la requisitoria estaba en vigor e implicaba su puesta a disposición judicial.

En el registro del domicilio de uno de los agentes se interceptaron de armas de todo tipo, algunas de ellas prohibidas. Destacan una carabina de aire comprimido, un spray de defensa, un revolver, tres pistolas (una de ellas semiautomática), una daga de puño, una defensa eléctrica y 797 cartuchos de diferentes calibres.

El informe forense de la Policía determinó que no tenía la guía de pertenencia que se exige a algunas de estas armas. Además, de las escuchas se desprende que uno de los guardias civiles acusados recibió "como regalo de un vecino" una pistola semiautomática que carecía de la documentación reglamentaria.

Tras procesar a estos tres guardias civiles, el juez da un plazo de diez días a la Fiscalía y a las partes para que formulen bien escrito de acusación solicitando la apertura de juicio oral o bien el sobreseimiento de la causa. Fuentes jurídicas confirman que el auto, de fecha 19 de febrero, está recurrido ante la Audiencia Provincial de Madrid.

Red de guardias civiles

De esta forma el magistrado instructor da un paso más para enviar al banquillo a estos guardias civiles tras más de tres años de investigación. Como informó Vozpópuli, las pesquisas iniciales se siguieron contra más imputados que habrían integrado esta red. La investigación arrancó en diciembre de 2020 cuando se produjo el estallido del operativo.

En aquel momento los agentes al frente de las pesquisas detuvieron a un total de cuatro personas, siendo tres de ellos guardias civiles y la cuarta en cuestión la pareja de uno de ellos. De los tres agentes, dos estaban destinados en la (USECIC) y el tercero comisionado en esta unidad de élite, encargada de brindar una respuesta rápida ante vulneraciones de la ley.

Con el avance de las pesquisas se produjeron más detenciones, aunque finalmente el magistrado procesa a los tres cabecillas de esta trama contra los que también se dirige la Fiscalía Provincial de Madrid.

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