El asesinato de dos guardias civiles en Barbate tiene que suponer un antes y un después en la lucha contra el narcotráfico. Esta opinión generalizada es respaldada por la Asociación Unificada de Guardia Civiles (AUGC) quienes solicitan al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska que considere a los agentes un "grupo de riesgo". El portavoz nacional de la entidad, Pedro Carmona, explica a Vozpópuli la necesidad de adquirir más medios para el Cuerpo ante la situación que están sufriendo.
Para Carmona, el suceso de Barbate demuestra que los funcionarios "trabajan con unos medios técnicos obsoletos, insuficientes y no adaptados a las necesidades de cada operativo". "Se juegan la vida cada día, el riesgo para los agentes es continuo", lamenta.
Desde AUGC denuncian la indefensión que sufren los guardias civiles y el aumento de las agresiones en los últimos años. "Se evidencia cómo venimos reclamando a Interior que las FCSE tienen que ser consideradas grupo de riesgo", exige.
Más penas en sucesos como Barbate
Además, Carmona subraya que es necesario además, un endurecimiento de las penas por agresiones hacia los agentes y reforzar el principio de autoridad. "Los delincuencia cada vez está más organizada y suponen una amenaza cada vez más directa sobre los agentes", advierte.
Y es que, según las cifras de esta asociación, más del 40% de las bajas laborales que sufren los guardias civiles son consecuencia de agresiones físicas. Unas agresiones que son cada vez más frecuentes en zonas azotadas por el narcotráfico, como las provincias de Cádiz, Málaga, Almería, Murcia o en territorios fronterizos, como Ceuta y Melilla.
"Son necesarias constantes evaluaciones de riesgos laborales para identificar y reducir aquellos que no pueden evitarse. Detectar y evitar riesgos en el ámbito laboral de la Guardia Civil es una prioridad para garantizar una protección eficaz de la seguridad y salud de los hombres y mujeres que prestan servicio en esta institución", reafirman.
El riesgo constante
El portavoz nacional de AUGC subraya que los funcionarios "arriesgan sus vidas a diario por lo que están expuestos a situaciones de riesgo constantemente". "Posición más que justificada para ser reconocidos y valorados por ello", concluye.
Dos días después de la tragedia de Barbate la situación se volvió a repetir. Una pequeña embarcación auxiliar de los Grupos de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS)de la Guardia Civil tuvo que salir a la mar para enfrentarse a una potente narcolancha en la playa de Sancti Petri, según informaron fuentes del Instituto Armado a Vozpópuli.
"Es intolerable que un día después de haber enterrado a los compañeros se produzca la misma situación que el fatídico día", denuncian estas mismas fuentes. Los agentes tienen la sensación de que sus jefes "carecen de total empatía" y no son conscientes del peligro de las vidas de sus subordinados ya que les vuelven a enviar con los mismos medios que en Barbate.
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