España

Hablan los guardias civiles del Río Tajo: "Ha sido un transbordo muy difícil, los inmigrantes no querían volver a Senegal"

Los agentes de la Guardia Civil del buque Río Tajo han vivido una semana de tensiones con los 168 inmigrantes rescatados y alguno de ellos relata a Vozpópuli su experiencia: "Ha sido un transbordo muy difícil"

Una semana en tensión. Así han vivido los agentes de la Guardia Civil de la patrullera Río Tajo los últimos días con los inmigrantes subsaharianos que rescataron en alta mar. Muchos de ellos respiraron aliviados cuando ya se encontraban solos en la cubierta de la embarcación. Dos intentos de motín evitados fue el balance de una intervención complicada porque las 168 personas no querían regresar a Senegal, según han explicado algunos de estos efectivos del Instituto Armado a Vozpópuli.

Un viaje incierto de seis días. Tras el desembarco del último inmigrante, varios de los agentes se abrazaron como reflejo del trabajo bien realizado. "Ha sido un transbordo muy difícil", reconoce uno de estos efectivos que estuvo atendiendo a las decenas de personas.

Y es que el objetivo de los migrantes desde el principio era que fueran trasladados a las Islas Canarias. "No querían volver a Senegal. Estaban mosqueados", detallan estas mismas fuentes. Es más, algunos de ellos tuvieron momentos de tensión con las cámaras que se apostaban en la costa aguardando su regreso.

Los migrantes querían ser trasladados a España

Desconocían totalmente la magnitud mediática que había tomado el caso. No querían salir en los medios de comunicación cuando llegaran al puerto senegalés de Saint Louis. El transbordo del Río Tajo fue realizado en colaboración por la Armada senegalesa que fue la encargada de dejarles en la zona.

Según informó el Ministerio del Interior, los 168 migrantes llegaron en buenas condiciones. Su periplo comenzó el pasado jueves cuando fueron rescatados frente al puerto de Nuadibú (Mauritania). En un primer momento, la intención era devolverles a tierra pero se negaron las autoridades del país.

Dos motines y un intento de huelga de hambre para que fueran traslados a España. Los agentes del Río Tajo tuvieron en dos ocasiones que disparar al aire para evitar las coacciones del grupo de subsaharianos. En todo momento guardaron la calma los efectivos españoles. "La travesía ha sido tranquila", valora otro de estos efectivos.

La revueltas entre los inmigrantes se producían a la hora de repartir la comida. "Por seguridad se ordenó no repartirla los guardias civiles sino que los recogían un par de ellos que eran de confianza y repartían la comida al resto", explican.

La Guardia Civil traslada a los inmigrantes al buque senegalés
La Guardia Civil traslada a los inmigrantes del Río Tajo al buque senegalés

Su trabajo fue principalmente humanitario. Todos estos días los agentes han tenido que realizar la comida de los 168 hombres que subieron a la embarcación y también mantener la higiene con "continuas labores de limpieza y de desinfección", resalta fuentes del Instituto Armado. Este grupo ha tenido que hacer sus necesidades en cubos debido a la magnitud de personas que había en el interior del Río Tajo.

El bloqueo desembocó en una estancia en la patrullera en la que la situación de higiene y salubridad empeoraba con el paso de los días. El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, ha subrayado la "extraordinaria" labor de la tripulación del Río Tajo que ha participado "en esta operación humanitaria" y que ha conseguido "salvar la vida de todos los rescatados" que partieron en un cayuco desde Senegal.

El Río Tajo, una vieja patrullera usada por Frontex

La Río Tajo es un viejo remolcador, con cincuenta años de navegación, que se convirtió como patrullera provisional de la misión Frontex de la Unión Europea. "El avance es muy lento porque esta vieja embarcación, hoy patrullera provisional de estilo 'vintage', navega a una velocidad máxima de 11 nudos", explicó el secretario de Comunicación de JUCIL, Agustín Leal.

La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) ha solicitado que las comisiones de Interior y de Exteriores en el Congreso investiguen "de inmediato las responsabilidades de la mala gestión y del desastre migratorio". "Además del motín, controlado por los compañeros mediante el uso de disparos al aire de armas largas, nos preocupa la situación higiénica y sanitaria de estos trabajadores, que también son trabajadores españoles, aunque no parezca interesar su situación a ningún ministerio, ni el de Trabajo”, añadió Leal.

Cansados pero satisfechos

Para finalizar, esta agrupación ha reclamado que los agentes de la Guardia Civil del Río Tajo sean atendidos a su llegada al puerto de Las Palmas de Gran Canaria por la fuerte presión que se ha vivido durante estas semanas.

Por su parte, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) se atribuyó haber logrado que Interior atendiera a sus reivindicaciones para poner lo antes posible una solución a los hechos. Esta entidad denunció que "en ningún momento" ha atendido sus propuestas para "paliar la denigrante situación de los guardias civiles". De todas las manera, los agentes del Río Tajo ya se encaminan a España cansados pero eso sí con la satisfacción del trabajo bien hecho.

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