Los dos guardias civiles procesados en la Pieza I del caso Púnica por haber dado presuntamente el soplo al ex consejero de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, de que estaba siendo investigado por la Unidad Central Operativa del Instituto Armado (UCO) niegan haber cometido ningún delito.
En sendos escritos de defensas, a los que ha tenido acceso Vozpópuli, el agente José Manuel Rodríguez Talamino y el jubilado José Luis Caro Vinagre solicitan su libre absolución en el juicio que está pendiente de señalarse en la Audiencia Nacional y en el que con toda probabilidad será donde por primera vez veamos sentado en el banquillo de los acusados a Granados.
Asimismo, los guardias civiles niegan al unísono haber cometido el delito de violación de secretos que le atribuye la Fiscalía Anticorrupción y por el que reclama para ambos penas de cárcel.
En su escrito de acusación, las fiscales Carmen García Cerdá y María Teresa Gálvez pidieron tres años de cárcel para el que fuera mano derecha de Esperanza Aguirre por un delito de violación de secretos por particular con grave daño para la causa pública. Además, el Ministerio Público reclamó también tres años de prisión para el agente de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), José Manuel Rodríguez Talamino por otro delito de violación de secretos y que este fuera inhabilitado para empleo o cargo público por espacio de cinco años.
En esta misma pieza separada, la Fiscalía también acusó al agente de la Benemérita jubilado José Luis Caro Vinagre por el mismo delito, por el que solicitan tres años de cárcel. El guardia civil era amigo del ex consejero madrileño y medió en el citado chivatazo dado a Granados cuando el caso Púnica todavía no había estallado. De momento, según informan fuentes jurídicas, la vista oral está pendiente de ser señalada por la Audiencia Nacional.
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