El alto el fuego entre los sindicatos y la Consejería de Sanidad de Madrid ha durado menos que una oferta del Black Friday. Los sindicatos han hecho saltar por los aires el acuerdo sobre el nuevo modelo de urgencias de Atención Primaria que llevaba una semana en marcha. Ambas partes habían pactado dos meses de apertura de los SUAP (Servicios de Urgencia de Atención Primaria) cerrados durante la pandemia de covid, que sumados a los nuevos PAC (Puntos de Atención Continuada) y los SAR (Servicios de Atención Rural) suman 80 centros. Durante estos dos meses se iba a observar el funcionamiento del sistema y a buscar mejoras. El único sindicato que se opuso fue el médico, Amyts, al que se han unido una semana después el resto: CCOO, UGT, Satse (Enfermería) y CSIT. Esto no implica el cierre de los SUAP reabiertos, algo que están pidiendo los sindicatos, sino el regreso a las negociaciones en la Mesa Sectorial.
La reapertura de las urgencias extrahospitalarias es una promesa de la Sanidad de Isabel Díaz Ayuso que viene de lejos. Ha sido durante mucho tiempo, además, munición política para la oposición, especialmente para la líder de Más Madrid, Mónica García. La reapertura de estos centros ha servido también de combustible político por varias razones. El Gobierno de Ayuso fijó el 27 de octubre como el día de reapertura de estos centros y apenas el día anterior se empezó la reorganización de equipos, algo por lo que el viceconsejero de Asistencia Sanitaria, Fernando Prados, se ha disculpado públicamente.
Fuentes de la Consejería responsabilizan a los sindicatos, que estuvieron "mareando la perdiz durante meses" y "no querían la reapertura de los SUAP desde el principio". "Tuvimos que ponernos serios y fijar una fecha para que las urgencias extrahospitalarias empezasen a funcionar. Estos centros van a ayudar a descongestionar las urgencias de los hospitales y los madrileños se merecen contar ya con este recurso", manifiestan.
Los sindicatos piden el cierre de los SUAP
Todos los sindicatos solicitan el cierre de los SUAP "hasta que haya personal suficiente". En un comunicado conjunto, los sindicatos -excepto Amyts-, subrayan que desde el principio han "exigido la apertura de los antiguos SUAP, pero no a costa de modificar y empeorar las condiciones de aproximadamente 700 profesionales que trabajan en este ámbito de las urgencias extrahospitalarias, principalmente de los antiguos SAR, y de llevarlos a cabo de forma precipitada como consecuencia de la politización que ha sufrido el proceso".
"Tampoco, a costa de debilitar, aún más, las ya mermadas plantillas de los centros de Salud, con la posible sobrecarga que podría generar los descansos de las guardias que realizaran, voluntariamente, en los CAP para sostener el modelo de urgencias", continúa el escrito.
Lo cierto es que el Gobierno madrileño ha recurrido a los centros de Salud ante el 60% de "bajas sobrevenidas" entre los profesionales sanitarios de las urgencias extrahospitalarias. Fuentes gubernamentales confirman que se está analizando qué porcentaje de estas bajas son de carácter sanitario y cuáles responden a ceses de plaza (renuncias al puesto). Y es que muchos profesionales, inconformes con su nuevo destino, han renunciado a sus puestos, lo que ha llevado a la Consejería a pedir voluntarios entre los centros de Salud -mucho más saturados que las urgencias extrahospitalarias- y a utilizar a profesionales del SUMMA 112.
El número de médicos por centro pasa de 5 a 3, con la nueva reorganización, algo por lo que los sindicatos han protestado. "No se puede abrir sin personal médico y los que están abiertos no pueden estar con un solo médico porque no dan abasto", manifiestan desde el sindicato médico Amyts. Esta visión de la realidad no es compartida en las altas instancias de la Consejería: "Antes estos centros atendían, de media, a un paciente a la hora. Eso no puede ser cuando tenemos a los hospitales colapsados. Tampoco puede haber 5 médicos por centro cuando no hacen falta más que dos o tres".
Contratación de médicos extranjeros
La Consejería de Sanidad alega que no es posible contratar más médicos de Familia "porque no los hay". "La bolsa de trabajo no da para contratar porque no hay profesionales de este ámbito", ha señalado el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. La Consejería de Sanidad aspira a que la 'Ley ómnibus', en trámite de aprobación, abra la puerta a la contratación de médicos extranjeros (al facilitar la homologación de títulos) ante la falta de facultativos especialistas en Atención Primaria.
Dimisiones en Madrid
La guerra de Ayuso tiene un factor más: la dimisión de altos cargos de la Gerencia de Atención Primaria. La primera en dimitir fue Sonia Martínez, quien lo hizo por motivos de salud, como ha confirmado ella misma. Su mano derecha, Nuria Fernández, sí que ha dimitido por la presión laboral que le ha supuesto la inauguración del nuevo modelo de urgencias de Atención Primaria. Su caída ha tenido un efecto dominó entre diversos directores asistenciales de AP, aunque desde la Consejería insisten en que se trata de bajas "normales dado el cambio de liderazgo producido en la Gerencia de Atención Primaria. Cada alto cargo trae a su propio equipo".
El pulso entre la Consejería de Sanidad y los sindicatos tiene visos de continuar por largo tiempo. El Gobierno de Ayuso piensa seguir adelante con el modelo de urgencias extrahospitalarias pese a la ruptura del acuerdo con los sindicatos. Tal y como ha señalado Enrique Ruiz Escudero, "no vamos a ceder ante presiones ni chantajes". Ha calificado de "boicot" lo ocurrido en los últimos días, pero refiriéndose a los partidos de izquierda, "no a los profesionales".
Según los últimos datos aportados por la Consejería, se ha atendido a 14.000 madrileños desde la reapertura de los SUAP. El 52% requirió atención enfermera, el 48% atención médica y el 0,5% se trataba de patologías urgentes (requirieron traslado).
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