En dos días, los militares que se suben a esos carros de combate regresarán su país para enfrentarse a las tropas de Vladimir Putin. Lo hacen con solemnidad, por el cansancio y la responsabilidad que asumen sobre sus hombros. Están llamados a marcar el factor diferencial, a frenar las embestidas de los temibles tanques rusos. Y tendrán que hacerlo con los conocimientos adquiridos en San Gregorio (Zaragoza) en un módulo intenso impartido en apenas cuatro semanas.
¿Será suficiente para manejar los Leopard que los aliados occidentales suministran al Gobierno de Volodimir Zelenski? “Están preparados”, resumen con autoridad los militares españoles que han ejercido como instructores en el último mes. Ucrania no ha pedido por el momento la formación de más efectivos en España dentro de esta especialidad.
Sus perfiles son dispares: el más joven tiene 21 años y el más veterano supera los 60. Son militares de profesión, pero también reservistas que se han movilizado para ponerse a los mandos de los carros de combate. Todos ellos tenían experiencia previa, pero en las últimas cuatro semanas han comprimido los conocimientos necesarios para lanzarse con sus Leopard al abismo de la guerra.
A bordo de cada uno de estos carros de combate intervienen cuatro militares: conductor, cargador, tirador y jefe de equipo. En San Gregorio se instruyen diez tripulaciones completas, a las que habría que sumar otros 15 efectivos de mantenimiento: mecánicos, electrónica y armamento. Llegaron a España el 16 de febrero y este miércoles, 15 de marzo, emprenderán el viaje de vuelta.
Para cumplir con la misión de adiestramiento, el Ejército español ha movilizado seis carros de combate Leopard 2A4 que ya se encontraban en Zaragoza, junto a otros cuatro que se han traído desde Toledo. Tratándose de un sistema tan complejo, ¿cómo es posible que con cuatro semanas de instrucción basten para manejarlos en una guerra convencional?
“Al principio no sabíamos la instrucción que traía este personal, pero todos provienen de medios acorazados mecanizados, y eso es importante porque ha facilitado mucho las cosas”, admite el capitán Contreras, jefe del módulo de instrucción del personal ucraniano. Esta misión también ha supuesto un aliciente para los militares españoles: “Cuando se nos informó, todos queríamos venir, pero sólo hemos podido una treintena”, apunta el capitán, del Regimiento de Caballería Acorazado Alcántara n.º 10 del Ejército de Tierra.
Simuladores y campo abierto
La instrucción de los militares ucranianos en el uso de los Leopard se ha basado principalmente en dos principios, aproximadamente de dos semanas cada uno, aunque intercalando algunas jornadas entre sí. El primero, en los siete simuladores -tres de conducción y cuatro de torre- dispuestos en las instalaciones de San Gregorio. El segundo, en el manejo de los carros de combate en campo abierto. Todo ello salpicado de lecciones teóricas. Jornadas de doce horas de trabajo, siete días a la semana, únicamente con descanso en la tarde del sábado. "La guerra no entiende de paréntesis", se escucha en San Gregorio.
"Todos tienen conocimientos de carros de combate -reflexiona el capitán Contreras-. Eso nos ha ayudado a que adquieran toda la formación que les hemos dado y que se vayan para ucrania con conocimiento muy aceptable del carro de combate". Cuando reciban los Leopard de sus socios occidentales, los militares ucranianos tendrán que enfrentarse a la amplia variedad de tanques que integran las filas rusas, desde los antiguos T-62, con más de 60 años de trayectoria, hasta los modernos T-90; éstos últimos, vistos en contadas ocasiones en primera línea de fuego.
"El Leopard 2A4 supera a la mayoría de los carros de combate que se despliegan actualmente en la zona de conflicto y el Leopard 2A6 proporcionado por Alemania está a la altura de los medios rusos más avanzados que teóricamente se han desplegado, en cantidades muy pequeñas", señalan fuentes oficiales del Estado Mayor de la Defensa (EMAD), en relación al curso de formación impartido a los 55 efectivos ucranianos.
Sin nuevas solicitudes para los Leopard
Por el momento, Ucrania no ha solicitado que se formen más militares en España en el manejo de los Leopard. El Ministerio de Defensa dirigido por Margarita Robles ha prometido a Volodimir Zelenski el envío de seis unidades de este modelo de carros de combate, que actualmente se están recuperando en dependencias de la empresa Santa Bárbara, en Sevilla. Para ello se ha invertido un presupuesto cercano a los 4,1 millones de euros. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abrió las puertas en una visita reciente a Kiev a ampliar la entrega de carros de combate a diez unidades.
Asimismo, el EMAD destaca que “los carros Leopard 2A4 y 2A6 son compatibles logísticamente en un 80% aproximadamente, lo que facilita significativamente la gestión logística de los mismos”, un extremo que facilitaría el empleo indistinto de cualquiera de las dos unidades por el mismo personal, siempre que adquieran los conocimientos específicos.
Por el momento, deberán bastarse con todo lo aprendido en San Gregorio en este curso intensivo de cuatro semanas. A ellos les corresponderá enfrentarse a los tanques rusos; un terreno de batalla que, según indica el propio Zelenski, puede decantar el futuro de una guerra a la que aún no se le atisba un fin.
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