El Tribunal Supremo acogerá desde este martes el histórico juicio contra los líderes independentistas responsables del proceso soberanista. Lo que suceda en la sala condicionará políticamente la legislatura, también en Cataluña. Siete jueces, 12 acusados, tres acusaciones distintas -cada una con un relato diferente- y cientos de testigos protagonizarán la respuesta del Estado al desafío soberanista durante los próximos meses. Esta es una guía rápida que explica los principales interrogantes:
No solo se juzga el 1-O
Lo que se juzga no es el referéndum ilegal del 1-O. Al menos no solo. La organización de aquella consulta de 2017 se investiga íntegramente en un Juzgado de Barcelona. Lo que se va a discutir en el Tribunal Supremo es un periodo mucho más largo de cinco años, que arranca en el año 2012. La narración del juez que dirigió la investigación, Pablo Llarena, abarcaba mucho más que unos meses de agitación y describía un plan mantenido durante años de incumplimiento de sentencias con la participación de partidos e instituciones que vieron en las movilizaciones callejeras una forma de presión. Así hasta acabar “asumiendo la violencia” como herramienta para celebrar el referéndum y declarar la independencia.
12 acusados
Se sentarán en el banquillo doce acusados: el expresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras; la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, los activistas independentistas, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart y los exconsejeros Jordi Turull, Raül Romeva, Josep Rull, Dolors Bassa, Joaquim Forn, Meritxell Borrás, Carles Mundó y Santiago Vila. Los tres últimos de esta lista son los únicos que no están en prisión provisional.
Los 'siete' del tribunal
El tribunal de la Sala Segunda del Tribunal Supremo estará compuesto por siete jueces encabezados por el magistrado Manuel Marchena, uno de los magistrados con mayor peso específico en toda la judicatura. Es el hombre de consenso que pactaron PP Y PSOE para presidir el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Aquella renovación se frustró por decisión propia de Marchena tras la difusión de un wasap enviado desde el móvil del portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, a compañeros de partido en el que se sostenía que, a través de Marchena, podrían controlar la carrera judicial. A su lado se sentarán los otros integrantes del tribunal: Andrés Martínez Arrieta, Juan Ramón Berdugo, Luciano Varela, Antonio del Moral, Andrés Palomo y Ana María Ferrer.
Las penas: rebelión, sedición, organización criminal
Las acusaciones corren a cargo de la Fiscalía, la Abogacía del Estado y el partido Vox, que ejerce la acusación popular. La Fiscalía sostiene que hubo violencia en el proceso soberanista y por tanto defenderá penas por rebelión que van hasta los 25 años en el caso de Junqueras. La Abogacía en cambio cree que el delito por el que se debe condenar es sedición y su petición de pena más alta es de 12 años, también para Junqueras.
Vox sin embargo solicita hasta 74 años para el exvicepresidente e incluye entre los delitos la acusación por organización criminal. La petición de pena más baja es de siete años de cárcel para Borrás, Mundó y Vila por malversación y desobediencia, solicitada tanto por la Fiscalía como por la Abogacía del Estado.
Así será el juicio
1. Cuestiones previas
Las fuentes jurídicas consultadas estiman que el proceso durará cerca de tres meses. Arranca este martes, no con la declaración de los acusados, sino con la fase de las cuestiones previas. Es una especie de prólogo del juicio en el que los acusados pueden alegar lo que consideren, desde la vulneración de algún derecho fundamental o motivos por los que creen que se debe suspender el proceso. Se trata de cuestiones generalmente muy técnicas y jurídicas que el tribunal puede resolver en el momento o dejarlo para cuando redacte la sentencia.
2. Interrogatorios
Una vez solventado este trámite, casi con toda probabilidad el juicio continuará con los interrogatorios a los acusados. Empezarán por el principal acusado, el que tiene la petición de pena más alta, en este caso el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras. Todos pueden contestar las preguntas que consideren y no tienen obligación de decir la verdad. Primero preguntan las acusaciones, empezando por el fiscal, luego los abogados del resto de acusados y por último su letrado. El tribunal puede formular preguntas en cualquier momento, también.
3. Traslados desde prisión
Para las cuestiones previas y los interrogatorios el Supremo ha previsto seis días. Serán sesiones de mañana y tarde los martes, miércoles y jueves. Los acusados que están en prisión serán trasladados a diario desde la cárcel y estarán presentes en todo momento. Contarán un una sala habilitada para los recesos y la hora de la comida donde se podrán comunicar con sus abogados.
4. Los testigos
Una vez hayan declarado todos, lo harán los testigos. El tribunal ha aceptado una lista de más de 500 entre los que destacan el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, la exvicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría o el lehendakari, Iñigo Urkullu. Están obligados a contestar todas las preguntas y a decir las verdad. Empezarán los testigos propuestos por Fiscalía, después los solicitados por las acusaciones y por último los de las defensas de los dirigentes acusados.
5. ¿Mantendrá su criterio la Fiscalía?
Les seguirán los interrogatorios a los peritos, expertos que aportan su conocimiento sobre alguna materia como los guardias civiles que elaboraron los informes. A estos les sigue la fase de prueba documental en la que las partes le dicen al tribunal cuales son los documentos que creen que se deben tener en cuenta para elaborar la sentencia. Luego todas las partes harán públicas sus conclusiones en función de cómo se haya desarrollado el juicio y confirmarán sus peticiones de condena. En esta parte será clave ver si la Fiscalía mantiene su petición de penas por rebelión.
6. El juicio y la campaña electoral
Antes de que el juicio quede visto para sentencia, los acusados tendrán derecho a un turno de última palabra. Uno de los interrogantes es si el juicio se alargará hasta la campaña de las elecciones autonómicas o europeas de mayo. Preguntado a este respecto, el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, admitió en un encuentro con periodistas que no hay ninguna ley que impida la suspensión del juicio para no interferir, pero aseguró que se trata de una medida muy excepcional.
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